La capacidad de adaptación al cambio es una característica excepcional del ser humano que lo diferencia de otros animales. Nuestro pensamiento abstracto, cognición avanzada, cultura, flexibilidad emocional, aprendizaje continuo y creatividad nos permiten anticipar, aprender y prosperar en situaciones cambiantes.
Si bien la adaptación al cambio es intrínseca al ser humano, es importante reconocer que no todas las personas emplean las mismas estrategias de adaptación ni tienen la misma eficacia en este proceso. Factores como la personalidad, la experiencia previa, la resiliencia emocional y la capacidad de aprendizaje influyen en cómo cada individuo afronta y se ajusta a los cambios.
Algunos pueden aceptar los cambios de forma fluida, e incluso con arrojo, mientras que otros pueden experimentar dificultades para adaptarse. Así pues, la capacidad de adaptación de cada persona viene configurada tanto por su personalidad innata como por sus vivencias. Pero, ¿puede trabajarse la capacidad de adaptación? ¡En Euroinnova estamos convencidos de que sí!
Una persona con una buena capacidad de adaptación al cambio posee varias características que le permiten destacar en entornos dinámicos en el que acontecen sucesos inesperados. Es por eso que la adaptación al cambio es una soft skill que muchas empresas valoran enormemente a la hora de contratar a nuevos trabajadores. Estas características incluyen:
Autocontrol: Es fundamental mantener la calma y controlar las emociones en situaciones de cambio, especialmente si se trata de modificaciones radicales que puedan suscitar confusión o frustración. Gracias a la templanza, una de las virtudes cardinales, tomamos decisiones racionales y nos alejamos de reacciones impulsivas.
Dotes de comunicación y empatía: Saber comunicarse de manera efectiva con los demás es esencial para gestionar relaciones interpersonales en momentos de cambio. Cualidades interpersonales como la empatía, la escucha activa y la comprensión de las necesidades de los demás facilitan la cooperación y el trabajo en equipo.
Trabaja bien bajo presión: Las personas con buena adaptación al cambio son capaces de trabajar con soltura incluso en situaciones de alta presión. Pueden despejar la mente entre el mayor de los ajetreos para establecer prioridades, mantenerse enfocadas y tomar decisiones acertadas en momentos pico de actividad.
Manejo de la incertidumbre: Las personas adaptables son capaces de lidiar con la falta de información o situaciones ambiguas que generan incertidumbre encontrando siempre un rumbo por seguir y ajustando su enfoque a medida que van recibiendo más datos.
Autoaprendizaje: Las personas adaptables tienen una mentalidad de aprendizaje continuo, por lo que están dispuestas a adquirir nuevas habilidades y conocimientos que los mantengan actualizadas y activas.
Amoldarse a los cambios satisfactoriamente no solo tiene una repercusión en el plano psicológico y emocional, sino también en lo laboral. Como ya hemos mencionado, se considera una soft skill de gran importancia que las empresas, en especial las startups, valoran mucho.
No es de sorprender que las empresas de todos los sectores busquen empleados que puedan ajustarse rápidamente a nuevos retos y circunstancias para mantener una productividad regular. La capacidad de adaptarse al cambio es esencial no solo para el éxito individual de cada trabajador, sino también para el éxito de la empresa en su conjunto.
Aunque esto es aplicable para todos los trabajadores independientemente de su peso en la empresa, para los mandos directivos la adaptación al cambio es aún más crítica. En la actualidad, la implementación de metodologías ágiles y la transformación digital son aspectos comunes en las empresas modernas necesarios para procurar la innovación constante y mantenerse competitivas.
Los líderes que son capaces de adaptarse y ejercer un liderazgo efectivo en un entorno muy cambiante maximizan las posibilidades de éxito de sus organizaciones al tomar decisiones más acertadas y poder “fluir” con las contingencias. La agilidad en la toma de decisiones, la apertura a nuevas ideas y la capacidad de animar a los demás a aceptar los cambios son atributos clave de un verdadero líder. En definitiva, las empresas buscan a profesionales camaleónicos.
Un factor fundamental que garantiza el triunfo (o la mera supervivencia) de una empresa es la innovación. Esta surge de la voluntad de los líderes y mandos directivos de abandonar viejas formas de hacer las cosas y probar enfoques nuevos más eficientes.
Si bien la adaptabilidad no puede transformarse de la noche a la mañana, desde Euroinnova te damos una serie de consejos para mejorar tu adaptación al cambio:
Mantén una mentalidad abierta: Acepta que el cambio es inevitable y trata de verlo como una oportunidad para crecer y aprender.
Comunica tus inquietudes: Si te sientes incómodo o confundido con los cambios, no dudes en expresar tus preocupaciones a tus superiores o colegas.
Capacítate y adquiere nuevas habilidades: Aprovecha la formación y el desarrollo profesional que te ofrezca la empresa para adquirir las habilidades necesarias de cara a los cambios.
Busca ejemplos positivos: Observa a tus compañeros que se adaptan bien al cambio y aprende de cómo actúan a la hora de abordar situaciones inéditas.
Mantén la flexibilidad: Aprende a ser flexible en tu enfoque y a estar dispuesto a ajustar tus métodos de trabajo según las necesidades cambiantes de la empresa.
Establece metas y planifica: Define objetivos claros y crea un plan para lograrlos en el nuevo entorno en el que te hayas zambullido.
Gestiona el estrés: Practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el ejercicio o la respiración profunda para mantener la calma en momentos de cambios bruscos.
Busca apoyo y colaboración: Trabaja en equipo con tus compañeros y colabora en la adaptación al cambio. Los cambios se sobrellevan mejor en compañía.
Mantén una actitud positiva: La actitud positiva puede marcar la diferencia en la manera en la que afrontas los cambios. Mantén la confianza en tus habilidades y en tu capacidad para superar obstáculos.
Aprende de los errores: Los errores son oportunidades de aprendizaje. No temas cometer errores; reflexiona sobre ellos y busca formas de mejorar en el futuro.
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