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La comprensión del sistema circulatorio para niños es un gran paso para que estos puedan cuidarlo mejor, puesto que, este no solamente es una parte clave de nuestro organismo, sino que además se trata de una de las más sorprendentes. De tal manera, este se encarga de llevarse la basura, así como recoge el dióxido de carbono y otros desechos del cuerpo para eliminarlos.
El sistema circulatorio para niños puede explicarse como una gran red de transporte dentro del cuerpo.
Esta red se encarga de llevar la sangre, el oxígeno y los nutrientes a todas las partes del cuerpo, como si fueran paquetes importantes que deben llegar a destino sin demora.
En vista de que mantiene el cuerpo limpio, nutrido y lleno de energía, este sistema en particular suele ser tan esencial.
Según el sitio KidsHealth de Nemours, este trabaja todo el tiempo, incluso, mientras dormimos.
El sistema circulatorio está formado por 3 partes principales que trabajan juntas como un gran equipo: el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. Cada una tiene un rol específico y muy importante.
El corazón se trata de un músculo que tiene el tamaño de un puño cerrado, situado en el centro del pecho. Funciona como una bomba que nunca se detiene: late unas 100.000 veces al día para empujar la sangre por todo el cuerpo.
Este late gracias a señales eléctricas que le indican cuándo contraerse y relajarse. Con cada latido, la sangre sale del corazón, pasa por los vasos sanguíneos, y luego regresa para repetir el proceso.
Asimismo, el corazón tiene 4 cámaras: 2 aurículas y 2 ventrículos, que se llenan y vacían con constantemente sangre.
Los vasos sanguíneos son como los caminos por donde viaja la sangre. Hay 3 tipos principales:
Las arterias son una de las partes del sistema circulatorio para niños que llevan sangre rica en oxígeno desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Estas son como autopistas rápidas. La arteria más grande se llama aorta.
Las venas traen la sangre de regreso al corazón. Esta sangre ya no tiene tanto oxígeno porque ya se entregó a los órganos y músculos. Asimismo, estas poseen unas válvulas que evitan que la sangre regrese hacia atrás.
Los capilares son vasos muy delgados y tan finos que la sangre pasa por ellos de a una célula por vez. Este es el sitio donde se intercambian nutrientes, oxígeno y desechos entre la sangre y los tejidos del cuerpo.
La sangre es el líquido que viaja por todos los vasos, transportando oxígeno desde los pulmones, nutrientes desde los alimentos, y recogiendo los desechos para llevarlos fuera del cuerpo.
Está compuesta por:
La sangre es como un mensajero veloz que no descansa nunca.
Imaginemos que el cuerpo humano es una ciudad, el corazón es la estación central de transporte, y la sangre son los camiones de reparto.
Cada vez que el corazón late, empuja la sangre por todo el cuerpo a través de las arterias, y luego esta sangre vuelve al corazón a través de las venas.
El recorrido se lleva a cabo de la siguiente forma:
Este ciclo se repite sin descanso, permitiendo que todo el cuerpo funcione correctamente. Incluso, cuando estás durmiendo o viendo una película, tu sistema circulatorio sigue trabajando para vos.
Es un sistema automático, pero muy preciso. Si algo no funciona bien, por ejemplo, si el corazón late muy lento o los vasos están bloqueados, todo el cuerpo puede verse afectado.
El sistema circulatorio para niños es esencial desde el primer día de vida. Cuidarlo desde la infancia es clave para evitar problemas cuando seamos adultos.
Algunas formas de protegerlo incluyen:
Además, si aprendemos cómo funciona el sistema circulatorio desde pequeños, será más fácil entender lo que sucede cuando algo no está bien y explicar al médico cómo nos sentimos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en el mundo. Por eso, empezar a cuidarlo desde chicos es una inversión a futuro.
Si el sistema circulatorio para niños con sus partes se enseña con métodos lúdicos, ejemplos claros, videos, canciones y experimentos, el aprendizaje será efectivo y entretenido.
De tal manera, aprender sobre el cuerpo humano no tiene que ser aburrido. Existen muchas formas creativas para que los niños comprendan su funcionamiento.
Las siguientes actividades para el sistema circulatorio para niños están pensadas para que el aprendizaje sea activo, memorable y, sobre todo, divertido:
Los experimentos caseros son una excelente forma de hacer que los niños comprendan conceptos complejos de forma práctica.
Materiales: una botella de plástico, globos, agua y una pajita.
Objetivo: simular cómo el corazón bombea sangre.
¿Cómo hacerlo?: Se llena la botella con agua, se coloca un globo cortado en la parte superior como una membrana, y se usa una pajita para bombear. Al presionar el globo, el agua sale por la pajita, imitando el flujo sanguíneo.
Se dibuja un circuito en el suelo con cinta adhesiva. El niño debe recorrerlo con una pelota roja (glóbulo rojo) entregando oxígeno (papelitos) a estaciones marcadas (órganos), y recogiendo CO₂ para llevarlo de regreso.
De esta manera, se puede visualizar el recorrido de la sangre por el cuerpo.
Una excelente forma de reforzar vocabulario y ubicación de partes del sistema circulatorio es usando juegos de memoria:
Estas actividades fomentan la comprensión del lenguaje anatómico básico.
El aprendizaje auditivo y visual es muy poderoso, especialmente en la infancia. Hay canciones y videos diseñados específicamente para enseñar la función del sistema circulatorio para niños de forma simple y didáctica:
Cuando los niños comprenden que su cuerpo es como una gran ciudad organizada donde todo tiene un propósito, es más probable que adopten hábitos saludables y se interesen por aprender más.
De tal forma, estas herramientas no solamente enseñan, sino que despiertan curiosidad y entusiasmo por la ciencia.
El cuerpo humano está lleno de secretos fascinantes, y la forma cómo funciona el sistema circulatorio no es la excepción.
Estas curiosidades pueden despertar el interés de los niños y ayudarlos a recordar mejor cómo funciona, al igual que cuáles son los cuidados del sistema circulatorio para niños.
La sangre viaja más que un avión alrededor del mundo. Eso equivale a más de 2 vueltas completas a la Tierra en un solo día.
A lo largo de toda tu vida, el corazón puede latir más de 3 mil millones de veces. Es como una máquina que trabaja sin parar desde antes de que nazcas hasta tu último día.
Aunque son microscópicos, si juntaras todos los capilares de tu cuerpo, su longitud total sería de unos 100.000 kilómetros. Más que la distancia de la Tierra a la Luna.
Dependiendo de la edad y tamaño, un niño puede tener aproximadamente entre 2 y 4 litros de sangre. Es suficiente para llenar varias botellas grandes de gaseosa.
Un niño sano puede tener un ritmo cardíaco de entre 80 y 130 latidos por minuto. A medida que crecemos, el corazón se vuelve más eficiente y late más lentamente.
Estas curiosidades son ideales para sorprender a los niños en clase, durante un juego o mientras hacen una manualidad, puesto que, les muestran que el cuerpo es tan interesante como cualquier historia de superhéroes.
El sistema circulatorio para niños no solamente es un tema importante dentro del estudio del cuerpo humano, sino una forma ideal de enseñar salud, ciencia y autocuidado desde temprana edad.
De tal manera, entender cómo funciona el corazón, cómo viaja la sangre, y qué rol tienen los vasos sanguíneos, lo cual puede marcar la diferencia en la manera cómo los niños valoran su propio cuerpo.
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