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La LOE o LOGSE son 2 grandes marcos legislativos a través de los que ha pivotado el sistema educativo español desde 1990. Así pues, comprender cómo se gestaron, qué objetivos perseguían y qué efectos reales han tenido, resulta esencial para docentes, familias que migran con hijos en edad escolar o responsables de programas de homologación de títulos.
La LOGSE nació en pleno proceso de modernización democrática con 3 grandes metas: ampliar la enseñanza obligatoria de los 14 a los 16 años; introducir una estructura comprensiva que evitara la temprana segregación académica y renovar la Formación Profesional para acercarla al mercado laboral.
De tal forma, la ley redefinió las etapas Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato/FP, e impulsó la atención a la diversidad como principio transversal.
La LOE mantuvo la arquitectura básica de la LOGSE, pero puso el foco en calidad y equidad, siendo un refuerzo de competencias clave alineadas con la Unión Europea, participación de toda la comunidad educativa y obligación de las administraciones de sostener programas de apoyo a alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.
Además, generalizó la evaluación por competencias y reforzó la autonomía de los centros.
Con relación a los objetivos y principios de la LOE o LOGSE, podemos destacar los siguientes:
Ambas leyes buscan equidad, pero la LOE introduce un marco financiero más definido, vinculando fondos estatales a planes autonómicos.
Ambas comparten Infantil (0-6), Primaria (6-12) y ESO (12-16). La diferencia entre LOE o LOGSE en particular radica en los ajustes finos: la LOE permite itinerarios flexibles en 4.º ESO (Académico/Aplicado) que la LOGSE no contemplaba, y extiende la Formación Profesional Básica como alternativa a la repetición.
La LOGSE apostó por el aprendizaje significativo y los contenidos conceptuales; la LOE, influida por la Agenda de Lisboa, introduce la competencia digital, emprendedora y ciudadana.
A partir de 2007, los currículos autonómicos incluyeron rúbricas y descriptores de desempeño por niveles de logro, impulsando metodologías activas, tales como el Aprendizaje-Basado-en-Proyectos (ABP) y el uso intensivo de plataformas virtuales.
Gracias a la financiación ligada al programa Escuela 2.0, se instalaron pizarras digitales y se repartieron más de 600.000 portátiles en Primaria y ESO, lo que aceleró la alfabetización digital del alumnado y obligó al profesorado a actualizarse en recursos abiertos y licencias Creative Commons, línea que sigue vigente con proyectos como EDIA y Procomún.
En lo que concierne al impacto en centros y profesorado de estudios de la LOE o LOGSE, se pueden mencionar los siguientes logros:
Con la LOGSE aparecieron los departamentos de orientación y las tutorías colectivas, mientras que, la LOE fortaleció los consejos escolares y otorgó a los equipos directivos capacidad de gestión de recursos humanos y proyectos de innovación.
Además, la ratio profesor-alumno bajó progresivamente (de 16,7 en 1995 a 13,1 en 2023, según el INE), permitiendo atención más individualizada.
La LOGSE impulsó los Centros de Profesores (CEP) y la LOE los reconvirtió en Centros de Formación e Innovación, exigió 100 horas de formación continua cada 6 años y promovió la acreditación en competencias TIC.
A partir de 2011, se generalizaron los MOOC y los cursos híbridos sobre Classroom, Moodle y evaluación competencial, en línea con las recomendaciones europeas DigCompEdu.
La LOGSE dejó libertad editorial con libros de texto y la LOE fomentó licencias abiertas y plataformas como el Proyecto EDIA.
Este cambio redujo el coste de acceso y favoreció la creación de contenidos digitales interactivos.
Entre las consecuencias para el alumnado de la LOE o LOGSE, podemos mencionar las siguientes:
Ambas leyes prevén adaptaciones, pero la LOGSE enfatiza la integración física (misma aula); la LOE se centra en la personalización pedagógica (PAP).
La LOGSE implantó la evaluación cualitativa; la LOE añadió estándares de aprendizaje evaluables y la posibilidad de obtener título de ESO con una materia suspensa bajo condiciones.
La LOGSE creó los informes de orientación, y la LOE sistematizó los Consejos Orientadores y la toma de decisiones consensuada con familias.
Entre 1992 y 2023, la tasa de abandono escolar temprano cayó del 29 % al 13,7 % en España, descenso que los expertos atribuyen, en parte, a la extensión de programas de refuerzo, diversificación y FP Básica previstos en la LOE.
En lo que concierne a las ventajas y desafíos de la LOE o LOGSE, podemos mencionar los siguientes:
Comparar la LOE o LOGSE revela una evolución de continuidad más que de ruptura, puesto que, la LOGSE estableció la base comprensiva y la titulación a los 16 años y, por su parte, la LOE capitalizó esa herencia y la conectó con la agenda europea de competencias y digitalización.
Sus fortalezas y debilidades, tales como financiación, ratios, formación docente, siguen marcando el debate actual y condicionan las reformas posteriores LOMCE y LOMLOE, de forma tal que, entender sus similitudes y diferencias es fundamental para interpretar estadísticas de abandono escolar, diseñar proyectos de innovación o tramitar la homologación de títulos en el Espacio Europeo de Educación.
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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