Especialista en Técnicas de Radiología Especial + Titulación Universitaria en Radiología (Doble Titulación + 8 Créditos ECTS)
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Entre las diversas especializaciones médicas que existen, hay un grupo de profesionales que a veces cambian su bata por delantales de plomo: son los radiógrafos. Su labor es crucial para proporcionar una visión clara y detallada de lo que ocurre en el interior del cuerpo humano.
En este artículo, desglosaremos la profesión del radiógrafo, exploraremos sus funciones, responsabilidades y su perfil profesional, con los estudios que debe tener.
Un radiógrafo es un profesional altamente especializado que se dedica a la obtención de imágenes médicas utilizando diversas técnicas y equipos, como los rayos x, la tomografía computarizada (TC) o tomografía por emisión de positrones (PET), el ultrasonido médico, la resonancia magnética (MRI) u otras técnicas de medicina nuclear.
Su función principal es operar las máquinas y dispositivos de imagen, que les permiten visualizar las estructuras internas del cuerpo, e identificar anomalías y lesiones. Su trabajo es esencial para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades, y de su destreza depende
CURSO RESONANCIA MAGNÉTICA RADIOLOGÍA
El radiógrafo es parte integral de la atención médica. Es responsable interpretar las imágenes que se obtienen con las máquinas de rayos X y tomografías computarizadas. También está capacitado para calibrar y operar equipos de radiología, pero este trabajo lo suele ser de un radiotecnólogo.
Así, el conocimiento técnico del o la radióloga no solo radica en el manejo de la maquinaria, sino también en la comprensión profunda de cómo obtener imágenes precisas y detalladas, y en la interpretación de dichas imágenes. Por ejemplo, su opinión y criterio es clave en la detección de tumores, fisuras óseas, daños en los tejidos, entre otras cosas.
Asimismo, los radiólogos hoy en día también conocen sobre medicina nuclear. En este sentido, uso de radiaciones ionizantes es parte esencial de su trabajo, y su habilidad para minimizar la exposición del paciente a estas radiaciones es crucial. En este sentido, su conocimiento implica conocer los procedimientos para actuar de manera segura y ética, siguiendo los protocolos establecidos.
Muchas veces pueden no tener contacto directo con los y las pacientes, pues su trabajo se enfoca en interpretar las imágenes y serían auxiliares o técnicos quienes estarían en contacto directo con el paciente. No obstante, depende del tipo de hospital y de procedimiento
Sin embargo, su papel sí involucra estar siempre en contacto con otros especialistas como ortopedistas, oncólogos, internistas, digestivos u otras especialidades.
Finalmente, guía y dirige las intervenciones terapéuticas guiadas por imágenes. Sin embargo, estas funciones se dividen en dos ramas de la radiología que mencionaremos a continuación:
La radiología diagnóstica se centra en el uso de diversas técnicas de imagen para visualizar el interior del cuerpo humano. Con herramientas como radiografías, tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) y ecografías, los radiólogos diagnostican enfermedades, evalúan lesiones y proporcionan información para guiar el plan de tratamiento médico.
Esta especialidad desempeña un papel fundamental en la identificación temprana de patologías, porque permite intervenciones médicas eficientes y precisas. Se puede decir que son los y las médicas especializadas en las imágenes diagnósticas.
La radiología intervencionista se destaca por su enfoque mínimamente invasivo y orientado a procedimientos guiados por imágenes. Los radiólogos intervencionistas utilizan técnicas como fluoroscopía, ecografía y tomografía para realizar intervenciones terapéuticas.
Estos procedimientos incluyen la embolización de tumores, la colocación de stents, la ablación de tejidos y la inserción de catéteres. Gracias a la precisión y la reducción de riesgos asociados, la radiología intervencionista ha revolucionado el tratamiento de diversas condiciones médicas. De esta forma, se trata de una rama que ofrece alternativas eficaces a la cirugía tradicional.
La formación y educación del radiógrafo son rigurosas. Para empezar debe tener un grado en Medicina y luego un título que lo/a habilite para ser médico/a especialista en radiología, radiodiagnóstico o en imagenología y radiología.
Además de esta formación superior, debe conocer las prácticas clínicas y normativas asociadas a su ejercicio, especialmente en la manipulación de radio fármacos y radiación.
Por otra parte, la actualización constante en tecnologías emergentes es crucial, ya que la medicina avanza y surgen nuevas herramientas más avanzadas. Por esta razón, la formación continua de los radiólogos es muy importante para que conozcan las más modernas técnicas.
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