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Cuando nos embarcamos en la decisión de seleccionar un plan de pensiones, es crucial dirigir nuestra atención, entre diversos aspectos, hacia el funcionamiento del fondo de pensiones asociado.
Este fondo desempeña un papel fundamental al buscar la rentabilidad para las contribuciones a los planes de pensiones, empleando una diversidad de inversiones que fluctúan en niveles de riesgo y rendimiento. Es esencial comprender cómo estas inversiones trabajan en conjunto para optimizar las ganancias y garantizar un futuro financiero sólido a la hora de planificar nuestra jubilación.
Antes de profundizar en el tema de los fondos de pensiones, es importante comprender qué son los planes de pensiones, ya que están estrechamente relacionados. Estos planes son productos de ahorro a largo plazo diseñados para complementar las pensiones de jubilación públicas.
La razón detrás de estos productos radica en la insostenibilidad de los sistemas de pensiones, especialmente en países desarrollados. El envejecimiento de la población en estos lugares lleva a una disminución constante de contribuyentes para financiar las prestaciones a los pensionistas.
Se espera que para el año 2050, España tenga solo 1,5 trabajadores por cada pensionista, una proporción insuficiente para mantener las pensiones públicas en su nivel actual. Ante esta realidad, la Unión Europea y España experimentan un aumento en la demanda de planes de pensiones que complementen las prestaciones públicas.
La esencia de los planes de pensiones radica en realizar aportaciones regulares o puntuales de fondos, generando rendimientos con el tiempo. Así, al llegar la jubilación, es posible rescatar las contribuciones realizadas a lo largo de la vida laboral junto con los intereses acumulados, garantizando un nivel de vida digno.
Simultáneamente, las aportaciones del ahorrador, con la misión de generar intereses, requieren ser invertidas. Para este propósito, surge la figura crucial del fondo de pensiones, el instrumento de inversión encargado de canalizar los ahorros de uno o varios planes de pensiones hacia la adquisición de activos específicos.
En última instancia, el objetivo principal del fondo de pensiones es alcanzar una rentabilidad que beneficie tanto al ahorrador como al promotor del plan. Este mecanismo se erige como el puente financiero que une las aspiraciones de los futuros jubilados con las oportunidades de inversión, forjando un camino hacia una jubilación financiera sólida y segura.
Los fondos de pensiones surgen con la finalidad de administrar los fondos depositados en planes de pensiones individuales o mediante la integración de planes de diversos ahorradores. Tanto el plan de pensiones como el fondo pueden ser promovidos por diversas entidades, como empresas, sociedades, entidades o sindicatos.
Es relevante destacar que, a diferencia de algunos países, en España, el fondo de pensiones carece de identidad jurídica propia. Su gestión recae en una entidad gestora y su resguardo está a cargo de una entidad depositaria. Este enfoque busca separar la administración de los fondos de pensiones de su identidad jurídica, brindando un marco claro de responsabilidades.
La supervisión de los fondos de pensiones en España se lleva a cabo mediante una comisión de control y bajo la rigurosa vigilancia de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), entidad integrada en el Ministerio de Economía y Competitividad.
Este marco de control tiene como objetivo prevenir cualquier malversación o uso indebido de estos instrumentos financieros, salvaguardando así los intereses de los pensionistas.
Una característica crucial es que los fondos de pensiones no responden ante deudas de los promotores. En caso de la bancarrota del promotor, los fondos de pensiones se mantendrán intactos, asegurando la protección y estabilidad financiera de los ahorradores y evitando consecuencias adversas para los beneficiarios de estos fondos de jubilación.
Este enfoque se erige como un sólido mecanismo de seguridad para los fondos de pensiones y la tranquilidad de quienes confían en ellos como parte esencial de su planificación financiera a largo plazo.
Ahora, llegamos a un punto muy importante, conocer o descubrir los tipos de pensiones que operan en España. Los más importantes:
En este tipo de fondos, la inversión se centra en activos financieros con rentabilidad predefinida, emitidos mayormente por entidades gubernamentales o empresas. Bonos, depósitos y letras del tesoro son ejemplos de estos activos. La duración de las inversiones es limitada a menos de 2 años.
Similar al anterior, pero con una cartera de inversiones que abarca productos financieros con una duración superior a dos años.
Estos fondos se sumergen en activos cuya rentabilidad solo se revela al momento de la venta. Acciones, índices bursátiles y divisas entran en esta categoría, siendo considerado de renta variable si más del 75% de los activos lo constituyen.
Estos fondos combinan activos de renta fija y variable, aunque no pueden superar el 30% de activos de renta variable en la cartera.
La combinación de ambos tipos de activos se presenta en estos fondos, con porcentajes variables entre el 30% y el 70% para la renta variable.
En este caso, se asegura al beneficiario la recuperación de todas las aportaciones más un rendimiento predefinido, siempre y cuando no retire los fondos antes del vencimiento.
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