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¿Qué es la evolución estratégica? Es un proceso que implica analizar la situación actual y futura de una organización, identificando sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (análisis FODA), para luego establecer objetivos y estrategias que permitan alcanzar los resultados deseados.
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Este proceso puede implicar la revisión de la visión, misión y valores de la empresa, así como el análisis de su entorno interno y externo. Se busca identificar las áreas en las que se necesita mejorar, las oportunidades que puede aprovechar y las amenazas que le van a afectar en su desempeño.
También puede incluir la revisión de los recursos disponibles y su uso actual, así como la identificación de nuevos recursos necesarios para alcanzar los objetivos. Su implementación puede conducir a cambios en la estructura de la organización, en sus procesos y en su cultura corporativa.
La evaluación estratégica es un proceso crítico que ayuda a las empresas a identificar las oportunidades que pueden aprovechar para mejorar su posición en el mercado. A continuación, se describen los pasos para llevarla a cabo:
Implica evaluar los productos y su posicionamiento en el mercado. Esto puede incluir la identificación de cambios en la demanda, la evolución de la competencia y el estudio de cómo la empresa se ha adaptado a los cambios.
Es importante evaluar el desempeño financiero y analizar si está cumpliendo con sus objetivos y si se están maximizando los beneficios. También se deben evaluar los procesos empresariales, incluyendo la eficacia de la producción, el marketing, la gestión de la cadena de suministro y otros aspectos clave de la operación empresarial.
La evaluación del entorno externo se puede dividir en dos categorías principales:
Consiste en la evaluación de factores externos que pueden afectar a todas las empresas en un mercado determinado, como la economía, la política, las tendencias sociales, las regulaciones gubernamentales y el medio ambiente. Estos pueden tener un impacto significativo en su capacidad para competir en el mercado y alcanzar sus objetivos.
Se encarga de estudiar elementos específicos de la industria que pueden afectar a una empresa determinada, como la competencia, los clientes, los proveedores, los nuevos entrantes en el mercado y los productos sustitutivos. Esta evaluación ayuda a entender el contexto competitivo en el que opera y a identificar las oportunidades y amenazas clave que enfrenta.
Ver las oportunidades ayuda a prever las tendencias y factores externos que pueden ser beneficiosos para la empresa. Las oportunidades pueden incluir cambios en la demanda del mercado, en la regulación gubernamental, avances tecnológicos, y otras oportunidades que ayudan a crecer y prosperar en el futuro.
Por otro lado, estar atento a las amenazas es identificar los riesgos y desafíos externos que pueden afectar negativamente el desempeño futuro de la asociación. Entre la amenazas se incluyen la competencia intensa, los cambios en las regulaciones gubernamentales, los cambios en las preferencias de los clientes, la aparición de nuevos productos sustitutivos y otras que pudieran afectar.
La cuarta y última fase del proceso de evaluación estratégica es el desarrollo de un plan de acción. En esta fase, la compañía utiliza la información recopilada durante las fases anteriores para desarrollar un plan concreto para alcanzar sus objetivos estratégicos.
El plan de acción debe ser específico y detallado, y debe incluir las iniciativas clave que la compañía implementará para aprovechar las oportunidades identificadas y mitigar las amenazas. También debe incluir una descripción clara de los recursos necesarios para implementar el plan, así como una asignación clara de responsabilidades y plazos para cada iniciativa clave.
Para desarrollar un plan de acción, se debe considerar varios factores importantes. Estos incluyen:
La idea es determinar las prioridades estratégicas y establecer metas para alcanzarlas. Por supuesto, los objetivos deben estar alineados con la misión, visión y los valores.
Debe determinar qué recursos son necesarios para implementar el plan de acción y asegurarse de que estén disponibles.
Estos pueden incluir cambios en la economía, cambios en la regulación gubernamental y cambios en la competencia.
Es importante tener un sistema de monitoreo y seguimiento claro y efectivo para garantizar que el plan se implemente con éxito.
Una vez que se ha desarrollado un plan, hay que implementarlo y mirar de cerca para asegurarse de que esté funcionando como se espera. Si surgen problemas o desafíos inesperados durante la implementación, se debe estar preparado para realizar ajustes según sea necesario.
Es importante comprender el proceso de evaluación estratégica porque es un componente clave para el éxito de cualquier organización. Permite analizar la posición actual y el entorno externo en el que opera, identificar sus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas clave que enfrenta.
Es un nicho que está en constante evolución y necesita mucha visión estratégica para tomar decisiones informadas sobre la dirección que debe tomar una compañía en el futuro.
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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