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Desgraciadamente, existen muchas ciudades y países donde los ciudadanos sufren a diario terror y ansiedad constantes como consecuencia de la delincuencia. En este contexto, los peligros que acechan tras las esquinas de una ciudad pueden ser de muy diverso tipo, requiriendo de una actuación por parte de los poderes públicos para paliar o mitigar sus efectos. Sin embargo, es cierto que este tipo de situaciones ha dado lugar a múltiples bulos que no hacen más que alimentar este miedo en la ciudadanía. En este post, vamos a hablarte de la inseguridad ciudadana.
Lo que no es un bulo es que, para combatir la delincuencia y acabar con la inseguridad pública, se requiere de profesionales altamente cualificados que sean capaces de adentrarse dentro de la mente de los criminales para así adelantarse a sus movimientos.
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¿Qué es la inseguridad social o inseguridad ciudadana? El término de inseguridad ciudadana hace referencia al temor que sufre la población a sufrir posibles actos delictivos, como violaciones, asaltos, agresiones o secuestros, como consecuencia del alto grado de delincuencia. Responsabilizarse de que este miedo sea mitigado le corresponde al Estado y a las instituciones como garantes del Estado de derecho.
Entre las principales acciones contra la inseguridad ciudadana que pueden llevarse a cabo, destacan:
Mejorar los procedimientos de justicia: ligado a esta actuación se trata de combatir la inseguridad ciudadana mediante un trato justo a nivel procedimental, ya que, esto genera una confianza en las instituciones y sus decisiones. En otras palabras, los ciudadanos confiarán en la justicia social cuando las penas sean proporcionales o la judicialización de los delitos se realice por mecanismos efectivos, de manera que, confíen en el sistema.
Fortalecer el acceso del personal de las instituciones de seguridad y justicia: si las instituciones de seguridad y justicia no están ocupadas por profesionales el resultado no se puede esperar una efectividad en las labores de prevención, control y atención de las violencias. Por eso, el compromiso y la capacitación del personal con respecto al cumplimiento de los protocolos o el respeto a los derechos humanos es fundamental para paliar la inseguridad ciudadana.
Facilitar la información entre las instituciones y la sociedad civil: mediante una fluidez en la información, la sociedad será más receptiva a cumplir con las normas y a favorecer la corresponsabilidad en cuanto a la convivencia entre las personas. Además, las instituciones se verán dotadas de mayor confianza si rinden cuentas a la sociedad de su actuación en cuanto a justificar su compromiso con la seguridad ciudadana.
Incorporar la tecnología en la seguridad ciudadana: la digitalización de los servicios de seguridad del Estado favorecerá la cooperación y el intercambio de información con los gobiernos locales, para así prevenir y reducir los delitos.
Centralizar los servicios en los ciudadanos: la confianza de la ciudadanía se eleva cuando las instituciones consiguen alcanzar los objetivos relacionados con dotar de un servicio de seguridad de calidad para ellos. De esta forma, se les dotará a las instituciones de una legitimación social, ya que, los ciudadanos las sentirán como propias y colaborarán con ellas.
Ahora que ya sabes cómo evitar la inseguridad ciudadana o, al menos, combatirla, queremos explicarte más acerca de qué es la inseguridad pública y cuáles son las principales causas de la inseguridad ciudadana. ¿Vamos?
El concepto de inseguridad social o de inseguridad ciudadana es muy amplio. De hecho, habitualmente está definido por las características de cada territorio y sus gentes. Sin embargo, existen algunas causas de la inseguridad ciudadana que pueden ayudarte a identificarla e incluso mitigarla.
Las principales causas de la inseguridad en la ciudadanía responden a fenómenos sociales, económicos y culturales. Algunas de las más comunes son:
Falta de valores y principios: una de las causas frecuentes de la inseguridad ciudadana es la ausencia de valores y principios; sobre todo, en las nuevas generaciones. La poca empatía y la pérdida de referentes ha conllevado conductas antisociales e incluso criminales.
Sistema educativo deficiente: los sistemas educativos con estándares de calidad bajos o deficientes también facilitan un desarrollo de la juventud negativo, recurriendo a actividades delictivas.
Presencia de crimen organizado: la presencia de narcotráfico, contrabando y otros delitos graves generan violencia e inseguridad en las comunidades en las que se desarrollan.
Según la ONU, "existe una correlación entre concentración de población, violencia y delito". Es decir, que en las ciudades grandes muestran mayor tasa de criminalidad y delincuencia que las áreas rurales. Lo mismo ocurre con los países con menor índice de desarrollo humano (IDH), en los que existen mayores tasas de homicidios. "La relación entre distribución socioeconómica y criminalidad violencia es fuerte", concluyen.
Una vez que eres consciente de la importancia de trabajar por la seguridad en una sociedad y conoces las características de la inseguridad ciudadana, es momento de ponerse manos a la obra. ¡Estas son las medidas contra la inseguridad ciudadana más eficientes!
Reforzar la seguridad. Uno de los pasos esenciales es fortalecer los sistemas de seguridad públicos y privados del territorio. Por ejemplo, mejorar la capacitación y el equipamiento de las policías o establecer canales de comunicación eficientes entre los ciudadanos/as y las fuerzas de seguridad.
Prevención y conciencia social. Otra de las medidas contra la inseguridad ciudadana esenciales es prevenir y concienciar a la sociedad sobre la importancia de velar por la seguridad de todos/as. Para ello, se pueden crear programas educativos y culturales que alejen a los jóvenes de la calle y de contextos delictivos. El deporte también puede ser una buena opción.
Mejorar el sistema educativo. Crear un sistema educativo más fuerte, en el que los jóvenes permanezcan hasta los últimos cursos es esencial. El abandono escolar y la ausencia de oportunidades laborales, en muchas ocasiones, conlleva delincuencia entre los más jóvenes.
Justicia eficiente. Además de todo lo anterior, para evitar la inseguridad ciudadana, es esencial contar con un sistema judicial eficiente que no deje impune ningún tipo de delito contra la seguridad ciudadana.
Ten en cuenta que, dependiendo de las características de la inseguridad en cada territorio, así como de sus causas, las medidas a implementar pueden variar. Es esencial personalizar y adaptar a cada zona geográfica las medidas más oportunas para evitar la inseguridad ciudadana.
El concepto de inseguridad social o inseguridad ciudadana no es algo que tomar a broma, ya que, la ansiedad y el temor de la población puede generar situaciones catastróficas. Todo ello empeora incluso cuando hablamos de los bulos sobre inseguridad ciudadana que se generan en muchos territorios.
A continuación, te mostramos algunos bulos sobre inseguridad en la comunidad que quizá te son familiares:
Desmentido por las autoridades pertinentes, se extendió el rumor de que existía una pandilla de personas que con los faros apagados de un coche lanzaban una ráfaga a los coches al primer coche que pasaban siendo esta su presa a la que perseguían hasta darles muerte. No más lejos de la realidad, este fake requirió de un comunicado por parte de la Jefatura Provincial de Tráfico para evitar la histeria social.
Motivados por épocas donde ha podido haber varios casos de secuestros, se extendió el bulo de que existían bandas organizadas encargadas de acechar a niños y niñas para sustraerlos. Como consecuencia de ello, han llegado a los servicios de seguridad multitud de falsas alarmas de ciudadanos que creían haber visto a personas en furgoneta con intención de secuestrar a niños/as.
Las anteriores cabinas telefónicas fueron el escenario de este bulo de inseguridad ciudadana. Se tenía la creencia de que había personas que colocaban en la zona donde salían las monedas jeringuillas infectadas con enfermedades como el VIH. Incluso este rumor evolucionó a otras zonas como las mangueras de los postes de carburantes.
Aunque pudiera parecer surrealista, se generó una sensación de inseguridad ciudadana como consecuencia de un bulo en el que bandas organizadas robaban a otras personas mediante un truco que consiste en hacerles oler un perfume que los aturdía o les hacía perder el sentido para después sustraerles sus pertenencias.
En vistas a lo desarrollado, la inseguridad ciudadana solo se puede combatir mediante una confianza hacia las instituciones. Para ello, se debe contar con profesionales altamente cualificados que sean capaces de establecer estrategias que permitan favorecer que las personas colaboren con la justicia social. Nuestras formaciones en los distintos tipos de inseguridad ciudadana están diseñados para dotar de competencias profesionales a quienes deben de asumir la labor de garantizar que los ciudadanos no vivan en sus barrios o ciudades con temor o miedo a sufrir algún tipo de delito.
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