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El Real Decreto 243/2022 de 5 de abril, se publicó en el Boletín Oficial del Estado, tratándose de una pieza clave del paquete normativo que despliega la LOMLOE. Si bien, por su parte, el Real Decreto 217/2022, concreta el currículo, lo cierto es que en el Real Decreto 243/2022, se concibe una visión general a partir de la que cada comunidad autónoma organiza la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), mientras que, comparte con la ley orgánica la idea de un currículo competencial con menos repetición y mayor flexibilidad.
La ESO se concibe ahora como una etapa común, inclusiva y orientadora con 3 metas globales:
Consolidar los aprendizajes instrumentales de Primaria, tales como la lectura, matemáticas y competencia digital, con el propósito de que el alumnado se mueva con soltura en una sociedad digital.
Desarrollar pensamiento crítico y cultura científica capaces de filtrar información, combatir la desinformación y adoptar decisiones éticas.
Fomentar la ciudadanía activa basada en derechos humanos, igualdad de género y sostenibilidad, en consonancia con la Agenda 2030.
Estos objetivos se conectan con el «Perfil de salida» de la LOMLOE, que describe las competencias clave que todo joven debe poseer al terminar la enseñanza básica.
Según el Real Decreto 243 de 2022 de bachillerato, la ESO se organiza de la siguiente manera:
La etapa mantiene 4 cursos, pero los agrupa en un primer ciclo de 3 años (1.º-3.º) y un segundo ciclo de un año (4.º).
El cuarto curso actúa como puente hacia Bachillerato, Formación Profesional o el mundo laboral, ofreciendo materias orientadoras que facilitan la elección posterior.
La repetición se convierte en una medida excepcional. Con carácter general solamente puede hacerse una vez en toda la ESO; de forma extraordinaria puede repetirse también 4.º, cuando el equipo docente lo considere imprescindible para alcanzar los aprendizajes clave, pudiendo ampliar un año el límite de edad hasta los 18 años.
Durante los 3 primeros cursos todo el alumnado cursa Lengua Castellana y Literatura, Lengua Cooficial (donde exista), Lengua Extranjera, Educación Física, Geografía e Historia, Biología y Geología, Matemáticas, Educación Plástica, Visual y Audiovisual, Música, así como Tecnología y Digitalización.
Además, se introduce la materia transversal Educación en Valores Cívicos y Éticos, fundamental para la formación democrática.
Las comunidades autónomas y los centros completan el horario con optativas. El alumnado puede elegir Segunda Lengua Extranjera, profundizar en Tecnología, al igual que, participar en proyectos de investigación o iniciativas de aprendizaje-servicio.
En 4.º cada estudiante debe escoger 3 asignaturas entre una decena de opciones que comprenden Biología y Geología, Física y Química, Economía y Emprendimiento, Digitalización, Latín, Artes Escénicas, entre otras, de modo que, el curso se convierta en un auténtico trampolín hacia los estudios posteriores.
En este Real Decreto 243 de 2022 de secundaria se plantea que, la evaluación es continua, formativa e integradora. Al respecto, el equipo docente, reunido de forma colegiada, decide la promoción atendiendo al progreso competencial y, por lo tanto, se puede pasar de curso con una o 2 materias no superadas siempre que el plan de refuerzo garantice su recuperación.
De igual forma, los exámenes extraordinarios de septiembre desaparecen y la recuperación se integra en actividades de apoyo durante el propio curso.
Por otra parte, los informes de evaluación describen qué evidencias demuestran el nivel de logro en cada competencia y qué apoyos se activarán, alineándose con la evaluación auténtica recomendada por la OCDE.
El decreto 243/22 refuerza la equidad con medidas flexibles, tales como agrupamientos, desdobles, adaptaciones curriculares, programas de refuerzo y acompañamiento para responder a distintos ritmos y estilos de aprendizaje.
Se tutela especialmente al alumnado con necesidades educativas especiales, dificultades específicas o incorporación tardía, evitando la segregación.
Las Orientaciones para la atención a la diversidad del Ministerio detallan buenas prácticas que los centros pueden adoptar.
El título de Graduado en ESO se obtiene cuando, al término de 4.º, el profesorado acredita que el estudiante ha alcanzado los objetivos y competencias respectivos de la etapa.
Así pues, no existe examen externo ni un número máximo de materias pendientes que impida titular, de forma tal que, prima el juicio colegiado sustentado en evidencias competenciales.
Esta medida pretende evitar que el título se convierta en una barrera social y facilitar la continuidad educativa en Bachillerato, Formación Profesional o itinerarios de inserción laboral.
Algunos cambios del Real Decreto 243/2022 respecto a la normativa anterior (LOE/LOMCE) son los siguientes:
Se abandona el viejo requisito numérico de «suspensos» para promocionar o titular. Ahora decide el claustro, reduciendo la repetición y personalizando la respuesta educativa.
La investigación del Consejo Escolar del Estado ya advertía que repetir curso no mejora los resultados a largo plazo, sino que, el decreto recoge estas conclusiones.
El currículo pivota sobre situaciones de aprendizaje que conectan saberes de distintas áreas y exigen resolver problemas reales.
Por ejemplo, un proyecto sobre la huella de carbono integra Matemáticas, Tecnología y Geografía para calcular, representar y proponer medidas de reducción.
Los antiguos itinerarios «académico» y «aplicado» desaparecen. Todo el alumnado cursa una base común y escoge optativas de orientación, evitando segmentaciones tempranas y fomentando la igualdad de oportunidades.
Quienes iniciaron 1.º o 3.º de ESO en 2022-2023 ya estudian con los nuevos currículos; 2.º y 4.º lo hicieron en 2023-2024, siguiendo la implantación gradual prevista por la disposición final quinta.
El profesorado rediseña programaciones didácticas, criterios de evaluación y situaciones de aprendizaje, y se coordina en equipos docentes para la toma colegiada de decisiones.
El Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) ofrece cursos gratuitos sobre currículo competencial.
Las direcciones actualizan proyectos educativos y planes de formación; los orientadores emiten consejos personalizados al final de 2.º y 4.º para guiar la decisión académica más adecuada.
Además, coordinan el Plan Digital de Centro, que es obligatorio actualmente, para asegurar que la competencia digital atraviese todas las áreas.
El reto en las instituciones de España es trasladar el espíritu de la norma a las aulas mediante metodologías activas, trabajo cooperativo y evaluación auténtica.
Por lo tanto, para lograrlo es preciso contar con formación docente continua, liderazgo pedagógico y el compromiso real de toda la comunidad escolar para que la ESO se convierta, en una verdadera puerta de entrada a un aprendizaje a lo largo de la vida.
El Real Decreto 243/2022 en concordancia con el 217/2022 consolida el giro competencial de la LOMLOE, proporcionando más inclusión, menos repetición y un 4.º curso genuinamente orientador.
Así pues, para las familias y los docentes este supone un cambio cultural, puesto que, este decreto deja de basarse en cuántas asignaturas se suspenden para pasar a centrarse en las competencias que se dominan y cuáles es preciso reforzar.
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