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Los docentes se esfuerzan para generar actitudes positivas en el estudiante frente al proceso de aprendizaje. Sin embargo, en algunos momentos se generan reacciones que contradicen la expectativa del maestro en el aula de clases. Por ende, aquí analizamos la actitud del alumno frente al aprendizaje, y, además, compartiremos algunas estrategias que podrían darle solución a las actitudes negativas.
La actitud del alumno frente al aprendizaje representa la forma en que actúa el estudiante en el aula de clases, es decir, representa la voluntad y el interés de progresar durante el proceso en el que adquiere nuevos conocimientos.
Cabe destacar que el aprendizaje de una información, concepto o materia dependerá de la actitud del alumno frente a ella, por lo que, si se generan actitudes negativas, la relación enseñanza-aprendizaje, se dará sin una respuesta satisfactoria por parte de los elementos que participan, los cuales son el docente y el alumno.
Comprendemos además por actitud del alumno frente al aprendizaje, a las conductas que vienen dadas por los estados emocionales que varían de acuerdo a la madurez y las experiencias de cada persona. Por ende, tendremos que un estudiante que enfrenta situaciones incómodas en su vida quizás tenga actitudes poco favorables y esto dificultará su relación con el aprendizaje y con el proceso educativo.
Por otro lado, hay que resaltar que los estudiantes también aprenden actitudes desde pequeños, y en ese caso también hay un efecto que puede generar acciones pasivas o activas que influyen tanto en la interacción con otros estudiantes como con su educación, la asimilación de contenidos y el comportamiento que puedan tener no solo en el aula, sino en su vida en general.
Existen muchos factores que intervienen en el éxito educativo de un alumno y se pueden clasificar de acuerdo a su entorno: el entorno familiar, el entorno social, cultural y religioso.
Ante esta situación surge la necesidad de generar estrategias que compensen las desigualdades y fortalezcan una positiva actitud del alumno frente al aprendizaje para así conseguir aprovechar al máximo las competencias de cada uno de los estudiantes mediante las técnicas de estudio que sean idóneas para cada quien.
Las actitudes en clases no son estáticas y se modifican de acuerdo a las experiencias del estudiante, al menos eso lo vimos y hablamos anteriormente. En ese contexto, tenemos dos tipos de comportamientos que pueden surgir durante la etapa estudiantil:
Es la visión verdadera del estudio con una positiva actitud del alumno frente al aprendizaje. Por lo tanto, se asume a la educación como una oportunidad de crecimiento personal. En esos casos, el estudiante se convierte en crítico de la información suministrada, de la misma forma que cuestiona, pregunta, compara, analiza, demuestra, construye conceptos, y se convierte en investigador para ser partícipe de su formación.
Por otro lado, comparte sus experiencias de aprendizaje, sus ideas y conceptos generados. Actúa en el aula de clases como un mediador entre el docente y sus compañeros, teniendo el deseo de que los demás puedan ser parte del proceso evolutivo y de desarrollo.
Esta representa una dificultad que se relaciona con factores negativos individuales, por ende, la actitud del alumno frente al aprendizaje será caracterizada por la desmotivación, falta de concentración, desorganización, ansiedad ante algún examen o evaluación, problemas de memoria, falta de autoestima y deficientes hábitos de estudio.
Tenemos, por ejemplo, que algunas de las actitudes asumidas por los alumnos en el proceso de aprendizaje de materias como la matemática están orientadas hacia el rechazo, la negación, frustración, aburrimiento, entre otras, que funcionan como barreras que impiden en gran medida que pueda asumir conceptos y entenderlos a cabalidad. Asimismo, se les complica poder realizar ejercicios o prácticas que les ayuden a mejorar por el miedo al fracaso y el autosaboteo.
Se trata de buscar formas de que la actitud del alumno frente al aprendizaje sea satisfactoria, generando motivación por aquello que le gusta descubrir y saber.
Una de las herramientas efectivas para estimular el aprendizaje es incentivar la investigación, cultivarles el interés por descubrir nuevas formas, conceptos e ideas, aplicando estrategias lúdicas.
Las Tecnología de Información y Comunicación son la nueva herramienta para la educación, y como los estudiantes están bastante relacionados con ellas, una manera efectiva de motivarlos pueden ser las teleclases, clases virtuales, que empleen la tecnología.
Existen unas soluciones u opciones que también se están explorando para poder reforzar la actitud del alumno frente al aprendizaje, las cuales buscan reforzar un mejor desarrollo personal de los mismos. Entre ellas podemos encontrar:
El propósito de ella es aprender a controlar la raíz del mal comportamiento y de la mala actitud en los alumnos, el estrés y cualquier otra cosa que afecte el desenvolvimiento en las clases. La ventaja de ella es que los estudios profesionales sostienen que esta es una técnica ideal que ayuda a mejorar la concentración y la memorización de cualquier persona, especialmente en los jóvenes.
En muchos lugares donde se han aplicado la meditación como una alternativa para evitar las detenciones y las malas actitudes, estas han tenido un gran efecto.
Estos son muy buenos métodos que permiten que los estudiantes puedan reflexionar, reconocer y trabajar las causas presentes de su mal comportamiento. Estos se pueden aplicar antes de que exista una mala actitud del alumno frente al aprendizaje.
Cuando pensamos en construir un mejor sistema de soporte profesional, estamos optando por tomar las medidas escolares necesarias para apostar a las herramientas que hagan que los estudiantes encuentren dentro del ambiente escolar un entorno en el cual pueden desenvolverse sin ningún tipo de problemas.
Existen dos tipos de actitudes, bien pueden ser positivas o negativas. Por ejemplo, prestar atención, hacer silencio y mirar lo que se escribe en la pizarra mientras el profesor imparte sus clases, es señal de actitudes positivas de aprendizaje.
Pero si por el contrario, el estudiante universitario está dentro del aula y el profesor explica algún tema en particular, serían actitudes negativas de aprendizaje el hecho de que se revisen las redes sociales con el teléfono móvil o se converse con otro compañero en medio de la clase, haciendo caso omiso a la información que se está dando.
Otro ejemplo puede ser, si en medio de una evaluación oral, el alumno no muestra participación ni interviene en el debate por temor a equivocarse, esta sería una actitud negativa de aprendizaje, mientras que sí aún con temor, pero seguro del tema estudiado, levanta la mano y manifiesta su posición ante sus compañeros, estaría dando una actitud positiva de aprendizaje.
Si como padre o madre de jóvenes estudiantes o como profesional de la docencia, tienes interés en promover actitudes de aprendizaje para la vida, te damos unos tips para que puedas ponerlos en práctica lo más pronto posible, pues así se asegurará un aprendizaje sólido y verdadero.
Muchos niños y jóvenes ven los estudios como una actividad fastidiosa y aburrida, por ello es necesario que se les cultive el interés por aprender, de manera que puedan comprender que los conocimientos que hoy adquieren les serán de mucha ayuda por el resto de su vida. Para atraer ese interés e incentivar la actitud del alumno hacia el aprendizaje, puedes usar posiciones relacionadas a los temas de aprendizaje.
Ejemplo: “es necesario que aprendas la tabla de multiplicar, pues cuando seas gerente de tu propia empresa necesitarás llevar bien el control de las cuentas”.
Es muy productivo llamar la atención con estrategias acordes a los intereses del estudiante, donde ellos puedan identificar la importancia de aprender para poder disfrutar de las cosas que más les gustan o que son beneficiosas para ellos.
Ejemplo: “gracias a las fórmulas químicas se han creado las medicinas que te quitan la gripe cuando te refrías, ¿Te gustaría ser un científico famoso?”
Obtener un título y adquirir conocimientos generales, le dará las herramientas para optar por un buen trabajo, por consiguiente, tendrá sólidos y estables ingresos económicos que asegurarán un futuro cómodo y placentero.
Ejemplo: “Si aprendes sobre ortografía y redacción, podrás ser un escritor de libros famoso, de esas historias de terror que tanto te gustan”
Para conseguir alcanzar los sueños y las metas, hay que luchar por ello, hay que persistir hasta superar las adversidades y no decaer en el intento.
Ejemplo: “Para llegar a la cima de la montaña hay que ser persistente, aún con fuertes rayos de sol, con gotas de lluvia o barro en los zapatos”
Una de las formas para promover actitudes de aprendizaje para la vida, es a través de la curiosidad. Por naturaleza somos individuos curiosos por conocer y descubrir, por investigar y aprender, lo más idóneo es activar esa característica humana y generar ambientes donde se pueda dejar volar la imaginación y la creatividad.
Ejemplo: “¿Qué sucede si mezclamos vinagre con bicarbonato, causará alguna reacción química?
La motivación siempre será un estímulo que nos incita a continuar, a seguir en lo que hemos iniciado pero que nos falta por culminar. Los jóvenes requieren de mucha motivación para ejecutar actitudes de aprendizaje para la vida.
Ejemplo: “Felicidades por la buena nota que sacaste en la última evaluación, sé que puedes salir mucho mejor, sigue estudiando así”.
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