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El pensamiento lógico matemático es una capacidad clave que permite analizar y solucionar problemas utilizando conceptos y principios matemáticos. Este texto destaca la importancia de cultivar esta habilidad en la vida diaria y en el ámbito educativo, y se presentan varias estrategias efectivas para promover su desarrollo. Además, se abordan los desafíos potenciales que pueden obstaculizar el progreso en este ámbito crucial del razonamiento.
El pensamiento lógico matemático es la habilidad de analizar y solucionar problemas utilizando principios y conceptos matemáticos, los cuales permiten realizar abstracciones a través de números, proporciones, relaciones y equivalencias. Gracias a esto, es posible identificar patrones con los cuales se pueden realizar inferencias y generalizaciones, que es parte del trabajo de desarrollar el razonamiento lógico. Asimismo, permite efectuar cálculos, cuantificaciones, proposiciones o hipótesis.
Por su parte, el desarrollo del pensamiento lógico matemático es fundamental en la vida cotidiana, ya que posibilita la interpretación de la realidad. Por eso, al tener un rol preponderante en la formación de todas las personas, tanto la educación básica como la superior buscan desarrollar el pensamiento lógico en los estudiantes para que estos sean más creativos y estén en la capacidad solventar circunstancias en las que se requiera el pensamiento matemático.
A continuación, se detallan las razones por las que es importante desarrollar este tipo de pensamiento:
Desarrolla el pensamiento y la inteligencia
Permite solucionar problemas de situaciones cotidianas
Fomenta la capacidad de razonar
Permite establecer relaciones entre conceptos y llegar así a una comprensión más profunda.
Otorga orden y sentido a acciones y decisiones
Este tipo de pensamiento debe estimularse desde una edad muy temprana para que, de ese modo, haya la oportunidad de desarrollarla sin mayores dificultades a lo largo de los años y en los diversos niveles educativos. Asimismo, hay que considerar se deben fomentar espacios en los que los niños puedan integrar sus aprendizajes en el día a día con el objetivo de, por un lado, comprender la utilidad del razonamiento lógico y, por otro lado, establecer soluciones adecuadas para circunstancias específicas. En lo que sigue, se detallan las maneras a través de las cuales se puede potenciar el pensamiento lógico matemático.
Cuando los niños tienen la oportunidad de manipular y experimentar con diferentes objetos, los relacionan y determinan las características de cada uno de ellos. Esto les permite razonar y establecer diferencias a partir de las cuales agrupar objetos según tamaños, formas, peso, entre otros.
Los conocimientos matemáticos pueden explicar diferentes fenómenos del mundo real. No solo se trata de lograr el reconocimiento de diferencias de tamaños, longitudes o relaciones de simetría, sino también comprender por qué ocurren eventos como la evaporación del agua o el mismo hecho de que esta llegue a la ebullición. La matemática, junto con la física, brinda una explicación numérica.
El aprendizaje sin motivación es casi imposible. Por esta razón, los niños deben contar con espacios propicios para explorar, experimentar y explayar sus razonamientos. Además, deben estar acompañados por docentes que atiendan los ritmos de aprendizaje de cada uno de ellos, las maneras en las que comprenden mejor los contenidos (estilos de aprendizaje) y las necesidades específicas de cada uno de ellos, es decir, si requieren mayor o menos acompañamientos. Sumado a esto, estos espacios deben ser adeucados para la concentración y la observación.
Los sudokus, los juegos de cartas, los retos matemáticos, entre otros, favorecen un aprendizaje lúdico y permiten un acercamiento más amigable a conceptos, operaciones y demás procedimientos en los que la abstracción es imprescindible. Si bien es necesario presentar contenidos como la suma o la resta, se puede llegar a niveles superiores de razonamiento a través de determinadas dinámicas que los promuevan.
Los retos suelen conminar a los estudiantes a buscar respuestas a través de diversos procedimientos. Sin embargo, es necesario plantear distintos niveles de esfuerzo mental que estén acordes con la edad y capacidad de los estudiantes. Es más, cuando se plantean retos que son demasiado complejos, la desmotivación puede surgir, de tal manera se generará distancia o resquemor ante cualquier actividad de esta índole.
Muchos de los problemas matemáticos que se resuelven en clase están basados en la vida cotidiana. Por esta razón, es importante plantear situaciones en las que puedan volcar sus conocimientos y su capacidad para razonar. De esta forma, podrán reconocer también la utilidad de realizar distribuciones, comprender porcentajes o entender proporciones, como cuando se comparte un pastel, se paga una cuenta o se establece un plan de ahorro. Desde muy niños deben trabajar con cantidades para familiarizarse con ellas.
El desarrollo del pensamiento lógico matemático implica la presencia de un guía que pueda pautar el camino más adecuado para llegar a soluciones adecuadas. Sin embargo, se trata solo de una guía, no de resolver los problemas de los niños o estudiantes en general. Son ellos quienes deben establecer sus propios procesos y llegar a respuestas. Sus razonamientos deben conducirle a cumplir con los objetivos de cada caso.
En cuanto al pensamiento lógico, es importante también trabajar sobre la base de hipótesis, ya que estas pueden refutarse, afirmarse o complementarse según sea el caso. Esto prepara a los niños para interpretar la realidad y brindar posibles soluciones para casos específicos. En efecto, con una hipótesis de por medio, se asume que habrá observación, contraste de datos, interpretaciones y elaboración de conclusiones.
Existen varias razones que pueden dificultar el desarrollo del pensamiento lógico matemático. Algunas de ellas son:
Falta de práctica. La práctica es esencial para el desarrollo del pensamiento lógico matemático. Sin ella, los conceptos matemáticos pueden ser difíciles de entender y aplicar.
Falta de interés. La falta de interés en las matemáticas puede dificultar el desarrollo del pensamiento lógico matemático. Si no se está motivado para aprender, puede ser difícil dedicar tiempo y esfuerzo a resolver problemas relacionados.
Falta de comprensión conceptual. Si no se comprenden los conceptos matemáticos fundamentales, puede ser difícil aplicarlos a problemas más complejos.
Falta de habilidades previas. Las habilidades previas, como la lectura y la escritura, son fundamentales para el desarrollo del pensamiento lógico matemático. Sin estas habilidades básicas, como la capacidad para leer y entender un problema matemático, puede ser difícil desarrollar el pensamiento lógico matemático.
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