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La alimentación en la tercera edad
Todos somos conscientes de que, sin un proceso de nutrición correcto, nuestro cuerpo dejaría de funcionar. Todos sabemos que necesitamos vitaminas, proteínas, grasas, hidratos de carbono… Asimismo, somos conscientes de que un bebé tiene unas necesidades nutricionales distintas a las de un adulto, ¿verdad? ¡Lo mismo ocurre con la tercera edad!
Las personas de avanzada edad poseen unas recomendaciones nutricionales distintas a las de otras etapas de la vida. Precisamente, es la nutrición geriátrica la que se ocupa de estudiar esas necesidades nutricionales, así como la incidencia que pueden tener algunas enfermedades crónicas en la dieta diaria. ¿Quieres saber más sobre la alimentación en la tercera edad? ¿Quieres conocer el papel o las funciones que desempeña un nutricionista geriátrico?
La aparición de determinadas enfermedades crónicas, el proceso de envejecimiento o los cambios metabólicos de la tercera edad evidencian la necesidad de que exista una rama de la nutrición dedicada únicamente a esta etapa de la vida. ¡Te hablamos de ella!
¿Qué alimentos debe incluir la alimentación en la tercera edad?
Cuando pasamos la barrera de los 60 años, la capacidad de absorción a nivel intestinal disminuye, aumenta el consumo de medicamentos, se dificulta la masticación, se reduce la actividad física, perdemos el gusto… Por estas y otras razones, es esencial conocer la nutrición correcta de un anciano.
Aquí algunas recomendaciones para elaborar una dieta sana y equilibrada para la alimentación en la tercera edad:
- Incluir alimentos variados y saludables, bajos en colesterol y grasas, pocas calorías pero muchos nutrientes. Las mejores opciones son frutas y verduras, para que la dieta sea rica en vitamina C y E.
- También debemos optar por alimentos ricos en selenio (arroz o avena) que favorece el sistema inmunitario, protege el corazón y evita la aparición de algunos tipos de cáncer como el de próstata, pulmón o colon.
- Evitar las galletas dulces, patatas fritas, refrescos, alcohol, grasas saturadas procedentes de los animales y grasas trans presentes en alimentos procesados, margarinas y mantequillas.
- Beber 2 litros de líquidos diarios. Preferentemente, agua, aunque pueden combinarse con zumos, sopas, leche, entre otros.
- Debemos consumir cereales, así como patatas. Los cereales es preferible que sean integrales, ya que el aporte de fibra previene problemas de estreñimiento.
- En cuanto al consumo de verduras y hortalizas, se recomiendan dos raciones diarias. Cocidos o en forma de puré para facilitar la masticación.
- En el caso de las frutas, el consumo debe ser de tres o más raciones y debido a la dureza de algunas de ellas, se recomienda consumirlas en forma de macedonias, compotas, zumos o batidos naturales.
- Los lácteos no deben quedar fuera de la dieta de las personas mayores, ya que son la principal fuente de calcio en el organismo. Se recomienda consumir al menos tres raciones diarias (leche, yogur, queso, etc.) desnatados o semidesnatados.
- Los alimentos proteicos como pollo, carne, pescado, legumbres o huevos deben consumirse, al menos, dos raciones.
Tips para conseguir una alimentación saludable en la tercera edad
- Ejercicio: Mantenerse activo es esencial para las personas mayores. Incorpora actividades físicas adecuadas a tu nivel de condición física, como caminar, nadar, yoga suave o ejercicios de fortalecimiento muscular. Consulta con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier nueva rutina de ejercicios.
- Tomar mucha agua: Beber suficiente agua es crucial para mantener una buena salud, especialmente en la tercera edad. Además, ten en cuenta que ciertos medicamentos pueden aumentar la importancia de mantenerse hidratado.
- Alimentos bajos en colesterol y grasas: Opta por opciones bajas en colesterol y grasas saturadas. Limita el consumo de alimentos fritos de restaurantes de comida rápida, ya que tienden a ser ricos en grasas poco saludables.
- Evitar calorías vacías: Mantén el consumo de alimentos fritos, dulces, productos horneados, alcohol y bebidas azucaradas al mínimo. Estos alimentos a menudo carecen de nutrientes y pueden aumentar el riesgo de problemas de salud.
- Comer alimentos con muchos nutrientes y bajos en calorías: Asegúrate de incluir una variedad de frutas, verduras, granos integrales, opciones de queso bajo en calorías, pescados, mariscos y huevos en tu dieta. Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales sin exceder en calorías.
- Controlar las porciones: A medida que envejecemos, nuestras necesidades calóricas pueden disminuir. Controlar las porciones ayuda a evitar el exceso de calorías y a mantener un peso saludable.
- Priorizar las fibras: Los alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales, las legumbres y las frutas, son beneficiosos para la digestión y mantienen los niveles de azúcar en sangre estables.
- Incluir fuentes de calcio y vitamina D: El calcio y la vitamina D son esenciales para la salud ósea. Por tanto, en la alimentación en la tercera edad conviene incorporar alimentos como productos lácteos bajos en grasa, pescados grasos y alimentos fortificados.
- Reducción de sodio: La tercera edad viene acompañada de complicaciones típicas de salud como un aumento de la presión arterial crónico, por lo que cabe reducir la cantidad de sal en la dieta para mantener la presión arterial bajo control. En lugar de sal, se pueden utilizar hierbas y especias para sazonar la comida.
¿Qué es un nutricionista geriátrico y cuáles son sus funciones?
El nutricionista geriátrico es el profesional que se ocupa de llevar a cabo los distintos procesos de la nutrición geriátrica. En otras palabras, será la persona que se encargará de estudiar cada caso e historial clínico de una persona de la tercera edad, con la finalidad de crear una dieta diaria, con actividad física, acorde a las necesidades nutricionales de cada persona. Como imaginarás, no puede comer lo mismo una persona mayor con diabetes, que una con problemas de corazón u otra que está perfectamente. ¡Las recomendaciones nutricionales serán distintas para unos y otros!
Así pues, las funciones de un nutricionista geriátrico son:
- Estudiar las necesidades nutricionales de cada individuo.
- Planificar una dieta diaria acorde a las necesidades anteriores.
- Formarse en las distintas enfermedades crónicas de la tercera edad.
- Identificar los posibles problemas nutricionales en cada caso.
- Realizar dietas especiales.
- Tener en cuenta la medicación que tomen.
¿Cuáles son las salidas profesionales de la nutrición geriátrica?
Las salidas profesionales de la nutrición geriátrica son muy amplias, ya que la alimentación saludable cobra todavía más importancia en la tercera edad. Esto, además, se suma a la tendencia positiva de la preocupación por la alimentación que estamos viviendo en nuestra sociedad. ¡Ya somos más conscientes de que una alimentación saludable en la tercera edad puede evitar la aparición de algunas enfermedades crónicas!
Los nutricionistas geriátricos pueden trabajar en:
- Residencias de ancianos.
- Centros geriátricos de día.
- Hospitales.
- Centros médicos.
- Consultas nutricionales especializadas.
- Cuidadores de personas mayores.
- Asistentes a domicilio para personas mayores.
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