Master en Ingeniería, Mercados y Contratos EPCs de las Industrias del Petróleo, Gas Natural y Petroquímica + 60 Créditos ECTS
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El vasto océano del comercio internacional se sustenta en la eficiencia y confiabilidad del transporte marítimo. Entre las muchas piezas que componen este intrincado rompecabezas, la póliza de fletamento destaca como un elemento clave que garantiza la fluidez y seguridad en la gestión náutica.
En este blog, descubriremos qué es el concepto de póliza de fletamento, sus tipos y las características cruciales que definen este tipo de contrato.
Una póliza de fletamento es un documento que recoge las condiciones y los términos de un contrato de fletamento. En este contexto, un contrato de fletamento es un acuerdo entre el propietario de un buque y una persona o entidad que desea utilizarlo para el transporte de mercancías o de pasajeros por mar. El propietario del buque cede el uso total o parcial de su nave a cambio de una remuneración, llamada flete, que se paga por unidad de tiempo, por viaje o por carga transportada.
En un sentido más amplio, la póliza de fletamento puede entenderse como el documento que formaliza las reglas del juego en el amplio océano del comercio global.
Existen diferentes tipos de fletamento según el grado de cesión del buque y las obligaciones de las partes. Los principales son:
El propietario del buque cede únicamente el casco, es decir, la estructura y el equipamiento básico de la nave, sin tripulación ni combustible. El fletador se encarga de la gestión náutica y comercial del buque, así como de contratar y pagar a la tripulación, el combustible, el mantenimiento y los seguros. Este tipo de fletamento se suele utilizar para periodos largos de tiempo y para buques especializados, como petroleros o graneleros.
El dueño del buque transfiere el uso de la embarcación con su tripulación y su combustible, pero el fletador decide el itinerario y el destino de los viajes, así como la carga y descarga de las mercancías. El fletador paga un flete por unidad de tiempo, generalmente por día o por mes, y se hace cargo de los gastos portuarios y de las averías derivadas del uso del buque. Este tipo de fletamento se suele utilizar para periodos medios de tiempo y para buques de uso general, como portacontenedores o ferries.
El propietario del barco entrega el uso del navío para un viaje determinado, desde un puerto de origen a uno o varios puertos de destino, con una carga específica. El propietario se encarga de la gestión náutica del buque, de la tripulación, del combustible y de los seguros, y recibe un flete por la carga transportada, generalmente por tonelada o por metro cúbico. El fletador se hace cargo de los gastos de carga y descarga, así como de las demoras o esperas en los puertos. Este tipo de fletamento se suele utilizar para periodos cortos de tiempo y para buques de carga fraccionada, como buques multipropósito o ro-ro.
Un contrato de fletamento se caracteriza por ser consensual, bilateral, oneroso y conmutativo. Se perfecciona mediante el mero consentimiento de las partes, prescindiendo de formalidades específicas, aunque se sugiere documentarlo por escrito en una póliza de fletamento. Así, este acuerdo genera derechos y obligaciones para ambas partes, estableciendo la necesidad de cumplir de buena fe y bajo el principio de colaboración. Implica una contraprestación económica, conocida como flete, que se abona al propietario del buque por el uso de su nave. En este intercambio, se busca un equilibrio en las prestaciones, evitando beneficios desproporcionados para cualquiera de las partes involucradas.
Además, un contrato de fletamento debe contener los siguientes elementos esenciales:
La descripción del buque: sus características técnicas, su estado de navegabilidad, su capacidad de carga, su bandera, su registro, etc.
El tipo de fletamento: por casco desnudo, por tiempo o por viaje, especificando el grado de cesión del buque y las obligaciones de las partes.
El objeto del fletamento: el transporte de mercancías o de pasajeros por mar, indicando la naturaleza, la cantidad, el peso, el volumen, el valor y el embalaje de la carga, así como el número y la identidad de los pasajeros, si los hubiera.
El itinerario del fletamento: el puerto o los puertos de origen y de destino, las escalas, las rutas, las zonas de navegación, etc.
Las cláusulas adicionales: las condiciones de carga y descarga, las responsabilidades por daños o pérdidas, los seguros, las indemnizaciones, las penalizaciones, las demoras, las averías, las excepciones, las resoluciones, los arbitrajes, etc.
La póliza de fletamento, como piedra angular en el sector del transporte marítimo, establece las reglas y condiciones para el alquiler de embarcaciones, delineando responsabilidades y derechos cruciales. En este complejo entramado, profesiones especializadas desempeñan roles fundamentales.
El ingeniero naval, experto en diseño, construcción y mantenimiento de buques, contribuye directamente a la seguridad y eficiencia operativa de las embarcaciones involucradas en los contratos de fletamento. Su conocimiento en la gestión náutica asegura la navegabilidad y el cumplimiento de los estándares internacionales.
Además, el ingeniero de sistemas navales, con su enfoque en la integración de tecnologías en la infraestructura marítima, desempeña un papel clave al optimizar sistemas de navegación, comunicación y control, mejorando la eficiencia operativa y garantizando el cumplimiento de los términos de la póliza. En conjunto, estas profesiones forman un equipo interdisciplinario que respalda el éxito de los contratos de fletamento, asegurando un transporte marítimo seguro y eficiente en el escenario global.
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