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Emprender rara vez es un proceso lineal, puesto que, al montar una primera sociedad, el negocio suele evolucionar, aparecen nuevos mercados y, de pronto, es posible plantearse la idea de abrir otra empresa que ofrece lo mismo o un producto o servicio muy similar, de manera que, ante la interrogante de si se pueden tener 2 empresas con la misma actividad, esto es posible cuando la entidad está bien constituida.
Asimismo, esta debe estar dada de alta en la actividad correcta, así como al llevar la contabilidad separada y respetar las normas de competencia y fiscalidad.
Con respecto a si se pueden tener 2 empresas con la misma actividad, el ordenamiento español no prohíbe que una persona física participe en varias sociedades con objeto social igual o similar, ni que un grupo empresarial cree filiales paralelas que operen la misma línea de negocio.
En este sentido, lo imprescindible es que cada empresa cumpla individualmente sus obligaciones mercantiles, fiscales, laborales y sectoriales.
Así pues, el Código de Comercio y la Ley de Sociedades de Capital permiten objetos sociales amplios, de modo que, el Registro Mercantil inscribe la redacción presentada por los socios, mientras que, esta sea lícita.
Que 2 empresas compartan actividad, tal como, por ejemplo, consultoría informática, no infringe la ley por sí misma.
Los problemas concernientes a si se pueden tener 2 empresas con la misma actividad suelen comenzar cuando se mezclan patrimonios, de modo que, se usa una empresa para facturar gastos de otra; se oculta patrimonio frente a acreedores, o se incurre en prácticas de competencia desleal, creando confusión entre clientes.
También es preciso vigilar las operaciones vinculadas (partes relacionadas) supervisadas por la Agencia Tributaria, además de precios entre las empresas que deben reflejar valor de mercado.
Cuando se es administrador en 2 sociedades con actividad coincidente, es preciso tener en cuenta los deberes de lealtad, así como evitar conflicto de interés.
Hay que documentar cualquier transacción cruzada y, si procede, someterla a aprobación del órgano social.
Algunas de las principales razones para tener varias empresas con la misma actividad son las siguientes:
Se pueden tener 2 empresas con la misma actividad, debido a que, separar carteras reduce riesgo, tal como, por ejemplo, una sociedad vende a Administración Pública con contratación con requisitos de solvencia y pliegos, mientras que, otra atiende pymes internacionales.
Así pues, cuando un mercado entra en crisis o se retrasa el cobro, no arrastra a toda la estructura, pero, en un e‑commerce, es posible aislar un marketplace global de una marca nicho local.
Se puede trabajar en dos empresas del mismo sector, puesto que, una matriz puede lanzar marcas con posicionamiento distinto, tal como, low‑cost versus premium sin mezclar contabilidad.
Cada Sociedad Limitada gestiona su marketing, precios y contratos, lo que facilita vender una línea de negocio sin desprenderse del resto, o atraer socios inversores solamente a la marca premium.
Un autónomo puede tener dos empresas, en vista de que dividir unidades limita contagio, de manera que, cuando la Empresa A afronta una reclamación civil, la Empresa B no debería responder, salvo que haya una confusión patrimonial o que un juez levante el velo societario.
Esto puede ser muy útil en ámbitos como la construcción, alimentación, servicios sanitarios o actividades con alto riesgo contractual.
Se crean sociedades separadas para segmentar costes, aplicar regímenes especiales de IVA, facilitar deducciones de I+D en una entidad y explotación comercial en otra, o preparar la entrada de inversores.
Así pues, la Agencia Estatal de Administración Tributaria vigila precios entre empresas vinculadas con el modelo 232 de operaciones vinculadas, reglas de valor normal de mercado.
A continuación, mostramos algunos de los requisitos y consideraciones legales para tener varias empresas de la misma actividad son las siguientes:
Hay que tener el objeto social inscrito en el Registro Mercantil para cada sociedad, mientras que, además, es preciso que los epígrafes IAE se encuentren correctos ante la Agencia Tributaria.
De igual manera, es conveniente revisar la CNAE a efectos estadísticos y laborales, así como llevar a cabo una comunicación de inicio de actividad ante la comunidad autónoma y el ayuntamiento si el sector lo exige, con licencias y declaraciones responsables.
Si se actúa como autónomo, además de ser socio, se tiene que mantener dado de alta en RETA (Seguridad Social) por la actividad personal.
Cada empresa debe llevar su contabilidad propia conforme al Plan General de Contabilidad o PGC Pyme, de manera que, no hay que mezclar cuentas bancarias y, si hay facturación interna como servicios, alquileres o personal compartido, se tiene que emitir la factura, registrar asiento y conservar el contrato.
A efectos fiscales, podrían calificarse de entidades vinculadas, documentando precios de transferencia.
La Ley de Competencia Desleal (Ley 3/1991) sanciona actos que creen confusión, imiten prestaciones o exploten reputación ajena.
Si 2 marcas operan en el mismo nicho, es necesario cuidar el nombre, web, imagen y disclaimers del grupo. Asimismo, se deben revisar contratos de exclusividad con distribuidores, en vista de que, operar con otra sociedad paralela puede vulnerarlos.
Cada sociedad necesita sus licencias o registros sanitarios, transporte, industria, financiero, turismo, entre otros, de modo que, no basta que la licencia esté a nombre de la otra empresa.
En sectores regulados, la doble operativa sin licencia puede implicar multas o cierre.
Algunos de los principales riesgos o desventajas de tener varias empresas con la misma actividad son los siguientes:
2 contabilidades, 2 lotes de impuestos, 2 depósitos de cuentas, así como duplicar la prevención de riesgos laborales y protección de datos. A pequeña escala, el tiempo de gestión puede neutralizar las ventajas.
Suman aspectos como notaría, registro, asesorías, licencias, software, seguros, auditorías, de modo que, hay que calcular el umbral de facturación en que la segunda sociedad deja de ser un lujo y pasa a ser necesidad.
Ser administrador en ambas empresas exigen lealtad, con contratos cruzados sin transparencia, los cuales pueden ser impugnados por socios o un juez en caso de insolvencia.
Si se comparten empleados, hay que documentar cesiones o subcontrataciones.
La AEAT cruza facturas SII con libros IVA, al igual que, nóminas, retenciones y modelo 232 de operaciones vinculadas. Cuando observan trasvases artificiales de gastos o ingresos, ajustará bases y puede sancionar.
De tal manera, en lo que concierne a si se pueden tener 2 empresas con la misma actividad y facturarse, dado el caso que haya valor real, precios de mercado y soporte documental.
Es muy común comenzar como autónomo, luego crear una Sociedad Limitada, pero seguir facturando personalmente.
Se pueden tener 2 empresas con la misma actividad o, incluso, más, si se actúa con transparencia y orden, de forma que, hay que registrar cada actividad, separar las cuentas bancarias y contables, así como documentar operaciones internas y respetar contratos.
Asimismo, será necesario usar asesoría contable y fiscal desde el principio, lo que cuesta menos que una inspección, mientras que, a su vez, será preciso tener una disciplina administrativa, de forma que,
la estructura multiempresa se convierta en una herramienta estratégica y no en fuente de sanciones.
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