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El Real Decreto 984/2021 de 16 de noviembre es la norma estatal que fija las bases de la evaluación, la promoción y la titulación en Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional en España.
Con esta disposición, el Ministerio de Educación y Formación Profesional culminó la transición de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) desde 2020, derogando los artículos evaluadores de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y dotando a los centros de un marco único, continuo y competencial.
Si bien hasta 2021 cada comunidad autónoma había desarrollado criterios propios basados en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, este nuevo decreto restablece la coherencia territorial, reduce la repetición de curso (una de las más altas de la OCDE), y sitúa el foco en competencias clave más que en pruebas estandarizadas.
Además, incorpora la perspectiva de equidad de la Agenda 2030 y la Convención sobre los Derechos del Niño, al reconocer que la evaluación debe acompañar al alumnado y no actuar como barrera.
La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa vinculaba la titulación a exámenes externos y un número reducido de materias suspensas, pero este modelo aumentaba la brecha socioeconómica y no mejoraba resultados.
Asimismo, el texto consolidado del Real Decreto 984 de 2021 responde a esos informes, sustituyendo la repetición temprana por medidas de refuerzo y flexibilizando la obtención del título cuando el equipo docente considere alcanzadas las competencias de etapa.
Los objetivos del Real Decreto 984/2021 son los siguientes:
El decreto establece descriptores comunes de logro para todo el Estado, de modo que, un informe de evaluación de Galicia sea comparable con uno de Andalucía.
El Real Decreto 984/2021 exige al profesorado valorar el progreso diario a través de proyectos, cuadernos y rúbricas, relegando los exámenes escritos a un instrumento más.
La decisión de promocionar o titular se adopta colegiadamente y debe documentarse, evitando arbitrariedades y discriminaciones derivadas de un único examen o de la falta de apoyos.
La evaluación en Educación Primaria tiene en cuenta los siguientes aspectos:
La evaluación es global e integradora; se revisa al menos cada trimestre. Los boletines reflejan el grado de adquisición de las competencias y orientan a la familia sobre refuerzos.
Una de las novedades del Real Decreto 984 de 2021 es que desaparecen las reválidas de 6.º de Primaria, las cuales nunca llegaron a implantarse plenamente, y se sustituyen por un informe individualizado que acompaña al alumno a la Evaluación en Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
El alumnado avanza de curso, salvo en casos excepcionales; si las dificultades persisten, el equipo docente diseña un plan personalizado antes de plantear la repetición, que sólo podrá ocurrir una vez en toda la etapa.
Con relación a la Evaluación en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
El Real Decreto 984/2021 establece que el profesorado de todas las materias comparte evidencias en una única acta digital, evitando que el alumno repita solamente por suspender áreas aisladas.
Se promociona con 2 materias no superadas, sin contar Lengua y Matemáticas juntas, siempre que el equipo docente considere que las competencias pueden recuperarse en el curso siguiente.
De acuerdo con el Real Decreto 984/2021, el título de Graduado se concede cuando, pese a una o 2 materias pendientes, el claustro certifica que el alumno ha alcanzado los objetivos generales de la etapa y tiene madurez académica para proseguir estudios o incorporarse al mundo laboral.
La evaluación en Bachillerato tiene en cuenta los siguientes aspectos:
En el Real Decreto 984/2021 se mantiene la evaluación continua, pero cada materia conserva su prueba final específica, de modo que, la calificación global resulta de la media ponderada de ambos cursos.
Excepcionalmente, y siempre que el alumno haya asistido, realizado pruebas y tenga una media igual o superior a 5, podrá titular con una materia suspensa si el claustro lo aprueba por mayoría cualificada.
Las actas de evaluación incluyen justificante pedagógico de cada decisión, de forma que, el director avala la legalidad y la familia puede interponer reclamación ante la inspección educativa.
Algunas de las principales novedades del Real Decreto 984/2021 son las siguientes:
El decreto deroga las evaluaciones finales externas de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa y confía en la valoración interna del centro, reforzada por planes de mejora y auditorías de inspección.
Según el Real Decreto 984/2021, los informes describen lo que el alumno sabe hacer, tal como resolver problemas, argumentar, colaborar, en lugar de contabilizar contenidos memorizados.
La decisión ya no es matemática, sino que, exige análisis colegiado del progreso, refuerzos aplicados y medidas pendientes. Esto le otorga al docente responsabilidad y margen de profesionalidad.
Sindicatos y asociaciones de familias valoran la reducción de la repetición, de modo que, parte del profesorado teme que bajar la exigencia desincentive el estudio.
El Ministerio replica que el esfuerzo se premia con proyectos competenciales y que las pruebas externas PISA seguirán como termómetro internacional.
La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa se fundamenta en exámenes finales, repetición con 3 suspensos, titulación automática con reválida, mientras que, el Real Decreto 984/2021, se basa en evaluación continua, promoción con hasta 2 suspensos, titulación según competencias acreditadas.
Las implicaciones prácticas del Real Decreto 984/2021 son las siguientes:
Los horarios reservan más tiempo a proyectos interdisciplinarios, las rúbricas sustituyen columnas de bien/mal, y las sesiones de evaluación duran más porque se revisan indicadores competenciales uno a uno.
Los boletines incluyen comentarios cualitativos y un plan de mejora; es posible que el alumno pase de curso con alguna materia pendiente, pero el centro debe ofrecer refuerzo. Las reclamaciones se siguen presentando ante la jefatura de estudios.
Las comunidades han lanzado cursos sobre diseño de rúbricas, aprendizaje basado en retos y uso de plataformas de seguimiento, pero la Orden EFP/279/2022 concreta plantillas para actas y modelos de informes.
Al poner el foco en la evaluación formativa y en la adquisición de competencias, el Real Decreto 984/2021 alinea la escuela española con las mejores prácticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De tal modo, promover con materias pendientes deja de ser sinónimo de regalar el aprobado y pasa a ser una oportunidad para personalizar el aprendizaje, de forma que, los próximos retos serán dotar de recursos a los docentes y consolidar la cultura de la colaboración pedagógica, garantizando que la flexibilidad no erosione la calidad.
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