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Cuando se planifican las horas en inglés para niños, es posible convertir el idioma en una rutina lúdica y predecible que reduce la ansiedad, potencia la curiosidad y crea oportunidades reales de comunicación. Así pues, organizar momentos específicos para usar este idioma en casa o en el aula es una de las vías más sencillas para exponerlo de forma positiva.
Con respecto a cuáles son los beneficios de las horas en inglés para niños, podemos mencionar los siguientes:
Las rutinas breves y frecuentes permiten que el aprendizaje se parezca al modo en que se adquiere la lengua materna, es decir, escuchando, repitiendo y jugando.
Antes de introducir una actividad, explica en una línea la palabra o expresión clave, de esa forma podrás evitar malentendidos y ayudarás a que el niño anticipe lo que ocurrirá.
De igual modo, los juegos con instrucciones simples, tales como “stand up” o “touch the red ball”, fomentan la participación sin necesidad de gramática explícita.
La exposición auditiva regular afina el oído fonético. Canciones con rimas, trabalenguas sencillos y consignas repetidas, favorecen la articulación de sonidos que no existen en español, como /θ/ en “think” o la /ɪ/ corta de “sit”.
Al ofrecer modelos claros y pausados, acompañados de gestos, el niño relaciona sonido, significado y acción, así como gana confianza para producir frases cortas.
Las horas en inglés para niños ayudan a que estos pequeños puedan comprender y expresar mensajes sencillos en contextos cotidianos y situaciones reales de uso.
De esa forma lo recoge el Real Decreto 157/2022 de Educación Primaria y, por lo tanto, tus sesiones en casa pueden complementar este enfoque al saludar, pedir y dar información elemental, además de seguir instrucciones o describir rutinas.
Cuando los niños participan en retos mediante los que pueden conseguir cantar una estrofa, reconocer una instrucción o recordar el nombre de un objeto, experimentan un progreso visible.
Esa sensación de dominio alimenta la motivación intrínseca, de forma tal que, se puede reforzar el esfuerzo con elogios específicos como “great listening!” y “nice try!”, así como con pequeñas recompensas simbólicas que celebren el hábito más que el resultado.
Algunas ideas de actividades para las horas en inglés en casa son las siguientes:
Elige juegos de las horas de inglés para los niños cooperativos o de reglas simples como memory de vocabulario o bingo de imágenes.
Algunas alternativas son “Simon says” y las loterías temáticas de animales, alimentos y prendas, siendo preciso establecer una frase modelo por turno como “My turn”, “Your turn”, “I’ve got two”.
Hay que asegurarse de que cada niño diga al menos una frase por ronda para transformar el juego en práctica oral.
Asimismo, se pueden crear cartas con acciones como “jump”, “clap”, “spin”, al igual que con colores. Al levantar una carta, el niño combina ambos: “Jump three times” o “Touch two green things”, pudiendo practicar de forma integrada verbos, números y adjetivos.
La música incrementa la memoria verbal y la conciencia rítmica. Algunas canciones como “Head, Shoulders, Knees and Toes”, “If You’re Happy and You Know It” o “The Wheels on the Bus” integran vocabulario de partes del cuerpo, emociones y transporte.
Puedes añadir gestos claros y animar a que cada niño lidere una parte, al igual que, rotar papeles, multiplica la exposición oral.
Selecciona cuentos de 8 a 12 frases por página, con ilustraciones que anticipen el significado. Lee primero en español para asegurar comprensión global y, después, en inglés, marcando entonación y pausas.
Antes de empezar, presenta 3 palabras clave y su gesto asociado. Al final, formula 2 preguntas literales como “Where is the cat?”, y, una inferencia sencilla, tal como “Why is the cat hiding?”.
Las aplicaciones pueden sumar si garantizas seguridad, privacidad y acompañamiento adulto.
Revisa siempre la edad recomendada, la política de datos y desactiva compras in‑app.
De igual forma, se puede emplear Lingokids con juegos y vídeos guiados; British Council Kids con vocabulario y phonics; Duolingo ABC con lectoescritura inicial y Khan Academy Kids con lectura y contenidos transversales.
Úsalas en bloques cortos de 10 a 15 minutos y siempre como complemento a actividades conversacionales.
En el entorno escolar, las horas en inglés para niños funcionan mejor cuando conectan con proyectos, rincones de aula y rutinas transversales, siendo preciso promover un enfoque competencial para escuchar, hablar, conversar y mediar.
Así pues, pregunta al tutor por las unidades didácticas y refuerza en casa el vocabulario del trimestre, tal como familia, alimentos y aula, mientras que, en extraescolares, prioriza grupos reducidos centrados en comunicación y juego dramático como role‑play de compras, de restaurante o de viajes, más que en fichas repetitivas.
Algunos consejos para padres y educadores son los siguientes:
La evidencia pedagógica muestra que la regularidad gana al volumen, de forma que, 3 o 4 sesiones de 15 minutos a la semana superan un único bloque largo con actividades de las horas en inglés para niños.
Mantén un ritual de inicio con canción de bienvenida y saludo, así como otro de cierre de despedida y mini‑reto para la próxima vez. Registra en una cartulina los logros de cada sesión para visualizar progreso.
Ajusta tareas y lenguaje a la etapa, de modo que, con los más pequeños, puedes priorizar el juego sensorial, canciones con gestos y vocabulario concreto.
De igual modo, en primeros cursos de Primaria, incorpora instrucciones multinivel (“Point to… / Describe… / Ask a question about…”), así como pequeñas producciones orales guiadas con apoyo visual.
Además, cuida el entorno digital. Configura perfiles infantiles y limita el contacto con desconocidos en apps y plataformas, puesto que, es precisa la mediación parental activa y revisar ajustes de privacidad antes de cada uso.
Tu ejemplo es el primer estímulo. Por lo tanto, si muestras curiosidad por el idioma, juegas con las palabras y celebras los pequeños avances, transmites que el inglés es una herramienta útil y disfrutable.
De tal forma, integra el idioma en situaciones diarias para etiquetar objetos de casa, narrar acciones “Now we’re cooking”, seguir una receta en vídeo o planificar juntos una lista de la compra con 3 palabras nuevas.
La participación no significa traducirlo todo ni corregir cada error, sino que, consiste en crear un clima emocional seguro para probar, equivocarse y volver a intentar. Una corrección amable, tal como repetir el modelo correcto con naturalidad, enseña más que una interrupción brusca.
Asimismo, cuando el niño te enseña una canción o una frase, invierte los papeles, dejando que este te dé clase durante un minuto.
Las experiencias breves, regulares y centradas en la comunicación convierten las horas en inglés para niños en un hábito que suma tanto en casa como en el colegio.
De tal forma, si buscas formarte para diseñar mejores sesiones, el Curso Online de Didáctica de Inglés en Educación Infantil puede darte recursos prácticos para planificar, evaluar y motivar al alumnado desde edades tempranas.
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