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Las redes sociales se han convertido en una parte fundamental de nuestra rutina. Desde compartir nuestras experiencias hasta conectarnos con amigos y familiares de todo el mundo, las redes sociales nos permiten estar siempre conectados y comprender mejor para qué sirven las redes sociales.
Sin embargo, no todas las redes sociales son iguales. Existen diferentes tipos de redes sociales, cada una para unos usos específicos. Si quieres saber qué tipos existen y cómo se clasifican las redes sociales, echa un vistazo a este post.

Seguramente, al pensar en redes sociales se te pasen por la cabeza Facebook, Instagram, TikTok o LinkedIn. Lo que no sabes es que existe una infinidad de plataformas más para diferentes usos. Incluso podrías sorprenderte al preguntarte cuántas redes sociales existen o al identificar ejemplos de redes sociales mucho menos conocidas. Si quieres profundizar sobre cuáles son los tipos y cómo se clasifican las redes sociales, te recomendamos que eches un vistazo a la web de Euroinnova, en la que podrás encontrar cursos y másteres para especializarte en el mundo de las redes sociales y el marketing digital. ¿Quieres saber más?
Las redes sociales son plataformas digitales formadas por comunidades de individuos con intereses, actividades o relaciones en común. La clave está en que las redes sociales permiten el contacto entre personas y funcionan como un medio de comunicación e intercambio de información. Además, entender el propósito de las redes sociales es esencial para aprovecharlas correctamente.
Las redes sociales son herramientas digitales que nos permiten compartir contenido y comunicarnos con otras personas o empresas.
Existen diferentes tipos de redes sociales, unas enfocadas a las relaciones profesionales, como puede ser LinkedIn, mientras que otras están orientadas al entretenimiento y al ocio, como TikTok o Instagram.
En cuanto a la clasificación de redes sociales, podemos distinguir:
Como hemos mencionado antes, existe una gran variedad de redes sociales. Aunque todas comparten un objetivo —establecer relaciones y facilitar la transferencia de información—, cada una se enfoca en un público distinto. Por ello, se pueden dividir en más de un tipo y analizarse según la tipología de las redes sociales:
Dirigidas a que las personas con intereses o características en común puedan conectar y establecer relaciones, aunque se encuentren en ubicaciones diferentes. Estas nos permiten construir comunidades en torno a nuestra marca y darnos a conocer a más personas. Por ejemplo, Facebook o Instagram.
No tan enfocadas en construir relaciones, más bien en compartir y difundir contenido con otros usuarios. Este tipo de redes es esencial en cualquier estrategia de contenido para posicionarnos como expertos en nuestro sector y generar tráfico a nuestra web. Por ejemplo, YouTube y TikTok.
Enfocadas a las relaciones en el ámbito profesional. Nos permiten construir una reputación profesional y encontrar talentos para nuestra empresa. Por ejemplo, podemos mencionar LinkedIn y Behance.
Especializadas en una temática en particular, por lo que su audiencia está formada por personas interesadas en ese tema. Estas redes nos permiten llegar a un público concreto que ya está interesado y dispuesto a recibir contenido relacionado. Por ejemplo, Goodreads para los apasionados de la lectura.
Son espacios en los que los usuarios pueden intercambiar opiniones sobre temas de su interés mediante publicaciones o mensajes escritos. Estas plataformas son muy útiles para interactuar con nuestra audiencia, recolectar información y conocer sus intereses y comportamientos.
Nos permiten acortar distancias a nivel personal con nuestro público, dejando a un lado sistemas de comunicación como las llamadas telefónicas. También nos dan la posibilidad de enviar imágenes, vídeos o emoticonos con el fin de hacer más dinámica la comunicación. Podemos ver el ejemplo de WhatsApp o Facebook Messenger.
En la actualidad, se dice que si un negocio no se encuentra en las redes sociales está perdiendo grandes oportunidades de crecimiento. Surge, entonces, la pregunta: ¿cómo proceder para elegir el mejor medio para presentar y publicitar productos y servicios? Este es un breve resumen que podrá adaptarse a las necesidades de cada caso:
¿Qué se busca? Es decir, definir los objetivos de la cuenta: posicionamiento, captación o conversión.
¿Cuál es la audiencia? Se debe identificar al público según edad, intereses y, desde luego, ubicación.
¿Qué formato usar? El contenido varía en función del producto o servicio, por lo que es importar evaluar el uso de imágenes, texto, audio, vídeos cortos, trends, entre otros.
¿Cuál es el tipo de cliente? Si el cliente es una persona, Instragram, TikTok y YouTube son más efectivos. Por otra parte, si se busca llegar a empresas, LinkedIn es una buena opción.
¿Cuáles son los recursos? La realización de vídeos, las campañas paid, entre otros, requiere presupuesto.
¿Qué hace la competencia? El siguiente paso, una vez definidas las acciones anteriores, es conocer qué y cómo produce la competencia, de tal modo que se pueda generar engagement en ese sector.
¿Qué métricas aplicar? Se eligen las métricas según los intereses de la marca, producto o empresa, a saber: alcance, interacción, leads, entre otros.
Las redes sociales tienen una serie de ventajas o beneficios, veamos algunos:
Son inmediatas: funcionan en tiempo real. La información, los vídeos, las imágenes y las opiniones que se comparten en redes suelen hacerse públicas y ser conocidas por cualquier usuario. Es más, en algunas plataformas como Twitter (actual X), los acontecimientos sociales, culturales, políticos o económicos son conocidos por todos los usuarios de manera instantánea.
Son masivas: derriban barreras culturales y llegan a un gran porcentaje de la población.
Acortan distancias: permiten comunicarte con amigos, familiares y cualquier usuario de la red sin importar su ubicación.
Aumentan la visibilidad de las marcas: han supuesto un cambio en la publicidad y la creación de perfiles corporativos. Permiten conectar a compradores y vendedores de cualquier parte del mundo, así como facilitar la atención al cliente.
Permiten compartir información: permiten compartir archivos de forma instantánea y sencilla: fotografías, vídeos, música o documentos.
Salidas profesionales: las redes permiten dar a conocer el perfil profesional de los usuarios. Por ejemplo, LinkedIn se creó con el objetivo de formar comunidades de profesionales. Además, las empresas crean perfiles desde los que ofrecen oportunidades laborales a las que los interesados pueden aplicar.
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