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El ser humano a lo largo de su existencia experimenta 4 etapas de la vida desde diferentes puntos de vista, en donde su desarrollo va de forma física, emocional y espiritual.
Es probable que percibamos con mayor claridad las etapas biológicas por las que suele recorrer, sin embargo, su evolución psicológica, como emociones, empatía, deseos, entre otros, lo pone en total diferencia de otros seres vivos.
Durante estas 4 etapas de la vida del hombre, es su espiritualidad lo que le hace único y especial en la tierra. El deseo de querer alcanzar mayores estados de conciencia y libertad para trascender, despierta en él la creatividad, el libre albedrio, la proactividad para lograr siempre lo mejor y las ganas de superación.
Entonces, el ser humano como individuo tiene la necesidad de desarrollarse biológicamente, psicológicamente y espiritualmente, incluso va mas allá de ser niños o transitar la adolescencia, juventud y madurez. Por ello, a lo largo de este post, veremos distintas visiones de las 4 etapas de la vida del ser humano, teniendo en cuenta que son las circunstancias y el destino quienes enmarcarán su evolución y desarrollo.
Todos los seres vivos, incluyendo al ser humano, tienen un tiempo o período en el que evolucionan progresivamente, el cual pasa por 4 etapas de la vida: nacer, crecer, reproducirse y morir. Este proceso puede darse para algunos de forma rápida y para otros un poco más lenta, así algunas personas mueren a los 30 años mientras otras a los 60 años, por ejemplo.
A continuación, conozcamos cuáles son esas 4 etapas de la vida y sus características:
Es el proceso en que se da vida a un ser, que despierta al mundo y sale del vientre de la madre. El nacimiento de un nuevo ser es siempre motivo de alegría y celebración, pues llega un integrante a la familia.
A medida que los días van pasando los seres vivos van aumentando de tamaño, van creciendo físicamente y madurando su parte emocional también. Se van preparando para pasar a otra etapa que sería la reproducción. El crecimiento nunca se detendrá en el hombre, los días y los años irán pasando por su cuerpo hasta llegar al envejecimiento.
A través del contacto entre un hombre y una mujer con cierto nivel de maduración física, se da lugar a la reproducción y al origen de nuevos individuos. Cabe destacar que no todos los seres humanos deciden reproducirse, de manera que esta etapa biológica puede ser pasada por alto por el ser humano.
Transcurrido el tiempo necesario, los seres vivos envejecen, lo cual significa que sus funciones vitales se irán deteriorando con el tiempo, hasta dejar de funcionar correctamente y morir. También se puede llegar a esta etapa a causa de factores externos.
El ser humano según su edad, pasa por 4 etapas de la vida, las cuales están definidas por edades y se dividen de la siguiente manera:
Los niños entre 0 y 12 años, se encuentra en la primera etapa del ciclo de la vida, es la más elemental de todas las etapas pues es allí donde se enfrenta al mundo y debe ir adaptándose a él con ayuda de sus padres o representantes.
A partir de los 12 hasta los 25 años el ser humano se encuentra en una de las 4 etapas de la vida donde es más vulnerable: la adolescencia, pues su deseo de conocer el mundo desde una visión más arriesgada, le hace cometer muchos errores si no cuenta con la orientación adecuada.
De los 25 hasta los 60 años, el hombre adulto ya ha adquirido madurez por las experiencias vividas en las etapas pasadas, tiene una forma diferente de ver la vida y de enfrentar las adversidades. Es en la adultez donde el individuo establece sus cimientos para la última fase.
Es la ultima de las fases del ciclo vital del hombre o mujer. Al llegar a ella, se encuentra con un cuerpo desgastado por los años, la piel se arruga, los huesos se debilitan, la visión pierde nitidez, y es un proceso imposible de evitar, ni siquiera con las tecnologías estéticas que solo pueden minimizar su evolución.
Es naturaleza del ser humano, nacer y morir, bien puede llegar hasta la muerte estando en cualquiera de las etapas de la vida. No necesariamente puede morir al llegar a la ancianidad.
En el hinduismo, se cree que la vida humana comprende cuatro etapas. Estos se llaman "ashrama" y cada persona idealmente debería pasar por cada una de estas 4 etapas de la vida ashramas:
"Brahmacharya" o pasantía estudiantil, dura hasta los 25 años y el alumno tiene dos deberes:
1) Aprender las habilidades de su vida.
2) Practicar la devoción constante a sus maestros.
"Grihastha" o etapa familiar, dura hasta los 50 años, comienza en el matrimonio cuando uno tiene que asumir la responsabilidad de ganarse la vida y mantener su familia.
"Vanaprastha" o la etapa ermitaña, es un retiro gradual donde la etapa de la persona como cabeza de familia termina, se convirtió en abuelo, sus hijos crecieron y crearon una vida propia. Debe renunciar a los placeres físicos, materiales y sexuales, retirarse de su vida social y profesional, abandonar su hogar para ir a una cabaña en el bosque y hacer oración.
"Sannyasa" o la etapa ascética errante, pocos alcanzan esta etapa. Una persona unida a Dios, es un sannyasi, no tiene hogar, ningún otro apego; él ha renunciado a todos los deseos, miedos, esperanzas, deberes y responsabilidades. Es decir, sus lazos mundanos se rompen y su única preocupación se convierte en el logro de moksha o la liberación del círculo de nacimiento y muerte.
Las cuatro etapas de la vida son el ciclo vital de todo ser humano. Durante estas fases nuestros intereses van cambiando, a tal punto de despegarnos de lo material para trascender espiritualmente.
Las cuatro etapas de la vida, no tienen que ver entonces con los logros o con la edad, sino más bien con el desarrollo de nuestra madurez mental y espiritual. Ahora bien, para Carl Jung, las etapas de la vida son:
Es la etapa en la que el ser humano es más egoísta, en donde lo más importante es la apariencia física. Esta fase es la representación de admiración hacia uno mismo, el atrevimiento y sobre todo el culto al cuerpo, es por ello que se considera la menos madura de todas.
En otras palabras, en esta etapa estamos obsesionados con nuestro aspecto físico y nuestra apariencia, tanto así que podemos pasar horas viéndonos a un espejo. También se valora la belleza y fuerza ajena como si fueran la clave del éxito. Muchas personas no salen de esta fase o pueden volver reiterativamente a ella, ya que no alcanzan los niveles de madurez necesarios para avanzar.
A medida que vamos madurando, vamos dejando poco a poco la obsesión por nuestra apariencia para centrarnos en otros intereses. En esta etapa comenzamos a adquirir responsabilidades y se desarrolla un deseo por conquistar el mundo, es decir, es cuando nos planteamos metas y hacemos todo lo posible para obtener lo mejor.
Se denomina Apolo, porque en esta fase queremos luchar como guerreros, nos alzamos en la búsqueda de nuevos logros para sentirnos bien. Sin embargo, seguimos siendo egoístas, porque queremos tener lo que tiene el otro, nos comparamos, buscamos derrotar a los que nos rodean para sentirnos mejor, buscamos lo mejor para nosotros mismos sin pensar en los demás, lo cual nos hace guerreros materialistas.
A medida de que la etapa de guerrero se va desvaneciendo, dejamos atrás el egoísmo y empezamos a pensar en los demás. Esta etapa se caracteriza por la sensación de carencia que experimentamos, al darnos cuenta que todo lo que hemos logrado no nos hace sentir completamente feliz y plenos.
Aquí nuestro enfoque cambia de rumbo, ya no buscamos lo mejor para nosotros, sino que nuestro objetivo es empezar a dar, y servir a los que están a nuestro alrededor. Nos damos cuenta que el dinero y todas las cosas materiales seguirán apareciendo en nuestra vida, pero no le damos el mismo valor que antes, porque empezamos a desapegarnos de todas ellas, debido a que entendemos que la vida no solo se trata de cosas materiales.
De acuerdo a las cuatro etapas de la vida según Carl, en esta fase dejamos el egoísmo, la egolatría y el egocentrismo un lado, porque dejamos de pensar en nosotros mismo y en maneras de recibir, por lo que nos enfocamos en dar y ayudar a los más necesitados. Entonces el arquetipo del sacerdote se hace presente, ya que dejamos de estar apegados a lo material para centrarnos más en lo emocional.
En la cuarta y última fase de las cuatro etapas de la vida, nos damos cuenta que somos más de lo que pensábamos, es decir, que somos más que un cuerpo, más que nuestras posesiones, más que nuestras amistades y así sucesivamente hasta llegar a la conclusión de que somos seres divinos.
Esta es la última etapa del animus, donde buscamos dar un paso más allá, debido a que seguimos teniendo la sensación de carencia, de que nos falta algo. Nos damos cuenta que ayudar a otros, atender, dar, ofrecer e incluso amar no es suficiente, y por lo tanto deseamos algo más.
La búsqueda de aquello que nos hace falta nos lleva al plano espiritual, y es donde entendemos que ninguna de estas etapas representan quién o qué somos, es decir, nos damos cuenta que somos seres espirituales que vivimos una experiencia humana, y no al contrario. Esta etapa se caracteriza porque podemos salir de nuestra mente, estar fuera de nuestro cuerpo para poder comprender que somos realmente.
Es evidente que cada una de las 4 etapas de la vida, debe tener características muy particulares para poder diferenciarlas. Desde el punto de vista biológico, estos cambios son muy notorios físicamente y aunque exista un prototipo de la evolución, existen factores que influyen en el desarrollo del hombre.
La genética, las actividades deportivas, las condiciones climáticas y otros factores más, son determinantes en la evolución y crecimiento del ser humano. Así como una mariposa inicia su ciclo siendo una oruga, el ser humano lo inicia como una simple semilla dentro del vientre.
La teoría de las cuatro etapas de la vida, significan nuestra búsqueda interna, es decir, es el camino que seguimos para alcanzar nuestra autorrealización como seres humanos y seres espirituales. Todo esto sucede a medida que nos volvemos más humildes, y nos vamos despegando de todo lo material que se presenta en nuestra vida.
Estas cuatro etapas nos demuestran lo compleja que es la existencia humana y nos enseñan los distintos estadios por los que debemos pasar en el transcurso de nuestra vida para darnos cuenta que es lo que realmente queremos y quiénes somos, además de qué papel cumplimos en el entorno que nos rodea.
Lo importante de las cuatro etapas de la vida, es conocernos a nosotros mismos y despertar espiritualmente para alcanzar nuestra plenitud, y así ayudar a otros a alcanzar su felicidad.
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