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Los problemas y adversidades son una constante en la vida de cualquier persona, pero es la forma en cómo los confrontamos lo que define el nivel de éxito que podemos llegar a alcanzar. Sin embargo, es necesario comprender qué es la resolución de problemas y cómo el aprendizaje y desarrollo de esta capacidad representa una clara ventaja en la vida de cualquier individuo; ¡sigue con nosotros pues te hablaremos de ello!
No solo basta con entender qué es la resolución de problemas, sino que también es necesario saber cómo se resuelven uno o varios de ellos, y a pesar de existir muchas maneras de dar con la solución de un conflicto, todos concuerdan que la mejor forma es a través de una serie de pasos o etapas.
Nos referimos a los siguientes:
Esta es la fase donde la situación problemática se presenta, y es entonces cuando el individuo puede reconocer o identificarlo. Una persona debe ser capaz de identificar los inconvenientes que se le presentan, ya que de esta manera es como se puede empezar a buscar y trabajar en una solución.
Una vez identificado, se hace una planificación de cómo desarrollar un conjunto de acciones que deriven en la solución del conflicto, siendo necesario en algunos casos la utilización de modelos y patrones ya establecidos. El mejor ejemplo de este tipo de actividades, son los problemas matemáticos.
En algunos casos, la solución final de un problema puede depender de múltiples factores, acciones o decisiones que se toman de forma rápida o repentina. Esto se dice porque algunas situaciones problemáticas pueden presentarse de forma esporádica como un incendio, siendo la inmediata acción de la persona la solución de este tipo de inconveniente.
Esta es la fase o etapa donde la persona que ha tomado medidas se da cuenta de si las decisiones que ha tomado contribuyen a solventar el problema, por lo que si todavía no da con la solución, deberá cambiar el enfoque o las estrategias aplicadas.
Si bien es cierto que nadie nace con todos los conocimientos adquiridos, el aprendizaje de las capacidades para resolver los problemas empieza desde que somos niños, y son reforzadas en las primeras etapas educativas como el preescolar y la primaria.
Y en una continuación de ideas, el desarrollo de ellas puede traer múltiples beneficios tanto personales como laborales a una persona, siendo una de las habilidades más exigidas en carreras como la ingeniería o la informática. En ambas, el pensamiento matemático o la capacidad de resolver problemas matemáticos es requisito obligatorio.
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Junto con las partes interesadas, los siguientes sujetos cumplen roles esenciales para facilitar la comunicación, el entendimiento y la búsqueda de soluciones consensuadas entre las partes involucradas.
El abogado actúa como un asesor jurídico que proporciona orientación sobre las leyes y regulaciones aplicables, así como representa los intereses de su cliente en las negociaciones o procedimientos formales como el arbitraje.
El experto aporta conocimientos técnicos o especializados en el área de conflicto, de tal manera que aporta información valiosa que puede iluminar aspectos más intrincados de la disputa y facilitar así la búsqueda de soluciones informadas.
El mediador actúa como un facilitador neutral en el proceso; es decir, es el agente que promueve el diálogo constructivo entre las partes. En este sentido, ayuda a identificar intereses comunes y a trabajar hacia soluciones mutuamente satisfactorias.
El negociador representa los intereses de una parte. Para esto, despliega habilidades de comunicación y estrategias de negociación para alcanzar un acuerdo favorable que satisfaga las necesidades y expectativas de su representado.
Esta figura, ya sea un árbitro en un proceso de arbitraje o las partes mismas en una negociación, tiene la autoridad para tomar decisiones finales que resuelvan el conflicto. Permite, con todo, realizar la decisión final, siempre considerada vinculante.
A continuación, se describen detalladamente algunas de las principales formas alternativas de resolución de conflictos.
La negociación es un proceso directo y bilateral donde las partes involucradas en un conflicto interactúan, sin terceras personas de por medio, para alcanzar un acuerdo que satisfaga sus intereses. Esta forma se basa en la comunicación efectiva, informal, la comprensión mutua y la voluntad de compromiso. En cuanto a la resolución, es vinculante y puede darse a través de un contrato o un acuerdo verbal.
La conciliación involucra a un tercero neutral que facilita el diálogo entre las partes para ayudar identificar puntos de acuerdo y proponer soluciones; como puede verse, el objetivo principal es que ambas partes puedan ganar, ya que se trata de alcanzar la reconciliación. En este caso, el tercero puede ser un juez, cuya función principal es presidir la conciliación hasta que se realice una resolución vinculante, es decir, judicial. Se trata de una técnica centrada en el pasado.
En la mediación, un tercero neutral facilita la comunicación y el entendimiento entre las partes para ayudar a explorar soluciones mutuamente satisfactorias. Centrada en el futuro, esta técnica puede encontrar lugar en la comunicación formal o informal, tras la cual se puede o aceptar el resultado de la mediación. Precisamente, el mediador –elegido por las partes– se encarga de guiar el proceso. Ahora bien, como ocurre con la negociación y la conciliación, la participación de las partes es voluntaria.
El arbitraje es un proceso formal en el que un árbitro o un panel de árbitros escucha a las partes y toma una decisión vinculante basada en las evidencias y argumentos presentados. Es una forma rápida y menos costosa en comparación con el litigio judicial. En cuanto a la participación de las partes, esta puede ocurrir de manera voluntaria o requerida. Centrado en el pasado, el arbitraje establece cuál de las partes gana o pierde, lo que quiere decir que ambas partes no resultan beneficiadas.
La conciliación intra-proceso se lleva a cabo dentro de un proceso judicial existente con el objetivo de resolver el conflicto antes de que el caso avance más en el sistema judicial; es decir, se busca la resolución del caso en primera instancia. Las partes pueden rechazar la fórmula conciliatoria, aunque, si lo hace, pueden recibir multa económica siempre y cuando la fórmula indique expresamente derechos iguales. Facilita soluciones rápidas y reduce la carga sobre el sistema judicial.
A diferencia de la extra-proceso, la conciliación extra-proceso se realiza fuera del marco judicial, antes de que se inicie cualquier procedimiento legal. Proporciona un espacio para la resolución temprana de conflictos para evitar la judicialización. En este caso, los ámbitos de alcance pueden ser las responsabilidades sobre asignación de alimentos, visitas, violencia intrafamiliar, establecimiento de montos de indemnización. La conciliación, con todo, debe ocurrir según los parámetros establecidos por ley para los hechos tratados.
La transacción es un acuerdo legal entre las partes para resolver el conflicto, evitando así el litigio. Este acuerdo, una vez formalizado, tiene fuerza legal y resuelve el conflicto de manera definitiva. Se puede realizar de manera extrajudicial cuando se procura evitar un litigio o de forma judicial, sobre todo cuando las partes acuerdan acabar con el juicio en proceso.
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