Curso de Análisis y Gestión de Conflictos en la Empresa (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS)
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125h
5 ECTS
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¿Te ha pasado como jefe que tus encargados tienen muchas discrepancias entre ellos?, ¿te gustaría encontrar soluciones diplomáticas que generen equilibrio en el entorno laboral? En este post te tenemos algunas sugerencias para que sepas ser mediador y aprendas a emplear juegos para la negociación. ¡Aprende con nosotros a encontrar ese equilibrio en tu oficina!
Tener un buen clima laboral forma parte del logro de las metas, propuestas individuales y colectivas. No obstante, cuando se presentan conflictos laborales, se hace necesario lograr manejar la situación y resolver conflictos de manera adecuada. Las dinámicas de resolución de conflictos son grandes aliadas a la hora de mantener un agradable entorno laboral.
Lo primero decirte que los conflictos son inherentes al ser humano, van con nosotros desde el momento que somos animales sociales, tenemos familia, trabajamos codo con codo con otros. Así que, como cada uno tenemos una visión subjetiva y distinta de casi todo, lo normal es que esos pequeños roces diarios degeneren en conflictos tarde o temprano. Y esto solo quiere decir que somos humanos.
Pero esto no quiere decir que haya que dejar que esos pequeños conflictos degeneren en situaciones insostenibles que a veces llegan a insultos y violencia, por ello las dinámicas de resolución de conflictos, usadas de manera adecuada son una gran técnica para alcanzar un clima de cordialidad y productividad en la empresa.
Un conflicto es una situación que implica un problema, una dificultad y puede suscitar posteriores enfrentamientos, generalmente, entre dos partes o pueden ser más también, cuyos intereses, valores y pensamientos observan posiciones absolutamente contrapuestas.
Estas dinámicas son guiadas por un facilitador experto en dinámicas del conflicto para encaminar correctamente la finalidad de cada una, resolver conflictos.
Esta es una de las ocupaciones más conocidas y usadas para la resolución de conflictos armados, gracias a su efectividad y su nivel de efecto en los individuos.
Su método es bastante sencillo; se apoya en que cada individuo del conjunto va a tener un papel específico, en la mayoría de los casos, uno bastante distinto al que poseen a diario o que se aleje de su personalidad y el cual tienen que usar para solución de un problema ficticio que se mostrará, el cual puede reflejar el caso real.
Al finalizar, se debería realizar una reunión donde cada quien comparte la experiencia lograda, las emociones vividas y cómo aplicarán dichos a su vida.
Esta dinámica del conflicto se aplica para una vez que hay una falta de motivación en grupo para conseguir una meta o una vez que el manejo decae. Se trabajan tanto las motivaciones individuales como el grupo de fuerzas que se obtienen del conjunto.
Se empieza con el facilitador pidiendo unos pocos voluntarios los cuales formarán un círculo diminuto en otro círculo compuesto por los demás de los individuos, de forma que todos logren verse cara a cara.
El facilitador proporciona un problema que los voluntarios tienen que solucionar a través de las opiniones del resto del público. El objetivo es conocer las opiniones, pretensiones y fortalezas de cada persona para producir empatía y compromiso.
En la mayoría de los casos se parten en un conjunto de 3 y más alto 5 personas y cuyo gobernante va a tener un papel distintivo en el mundo que ayuda a mantenerlo en orden.
¿Cómo trabajaran en grupo con los demás planetas? Y aquella es la finalidad, conseguir un convenio diplomático y diseñar una estrategia que los beneficie a todos y desde luego, al cosmos. Esto puede contribuir a que los individuos observen mejor sus habilidades comunicativas, de liderazgo y cooperación entre sí, con dinámica del conflicto se pueden solucionar.
La dinámica del conflicto facilitan la investigación de resolución y negociación de conflictos internos de empresas familiares, la unión y comunicación grupal, el desarrollo del sentido crítico y realizan más efectivo el trabajo en conjunto.
Esta es una de las dinámicas de resolución de conflictos que puede llevarse a cabo en cualquier momento. Incluso si no existe ningún conflicto presente, pues de esta manera prevenimos algún posible problema laboral entre trabajadores.
Se les presenta una hoja de papel blanco y un lápiz. El facilitador irá contando una situación conflictiva ficticia. A su vez, les pide a los participantes que vayan dibujando el personaje principal con sus emociones. Al finalizar, mostrarán al grupo su obra de arte y comentarán sus experiencias y opiniones sobre el personaje y como afecta al resto del equipo.
Es una de las dinámicas de resolución de conflictos muy utilizada, porque logra resolver conflictos de manera grupal y colaborativa. Esta dinámica facilita la confianza y cooperación entre los compañeros de trabajo. Para elaborarla, se requieren aproximadamente 20 minutos y 15 personas como máximo. Entre los materiales que necesitamos está una cuerda larga y un espacio amplio con dos postes distantes para poder recrear la telaraña.
El facilitador de esta dinámica de resolución de conflicto, le explicará al resto del grupo en qué consiste la actividad y solicita que atraviesen de un lado a otro de la telaraña sin tocarla, ni moverla, solo con apoyo de los compañeros. Se pueden hacer pequeños subgrupos y colocar tiempos, incluso se podría incorporar alguna historia para generar un mismo objetivo.
Con esta dinámica grupal se pretende lograr la cooperación y la ayuda entre los compañeros de trabajo al resolver una situación conflictiva.
Para la misma se requiere una silla por cada participante y un dispositivo que reproduzca música. Van a jugar el famoso juego de las sillas musicales, pero con una variante. Las sillas se colocan en círculo mirando hacia el centro del mismo. Suena la música y, al parar, todos se sientan en una silla. Luego se retira una silla, vuelve a sonar la música pero esta vez, al parar, todos los participantes deben estar sentados, ninguno debe quedar de pie.
Y a medida que vayan faltando sillas será más complicado encontrar la solución del juego. Esta dinámica de resolución de conflictos culmina cuando se hace imposible que todos se sienten en la silla.
Esta dinámica de resolución de conflictos es muy sencilla. Se reúne a los participantes en una sala y se les expone alguna situación conflictiva o problemática ficticia que pudiera tener lugar en la oficina. Se les da dos minutos a los trabajadores para que reflexionen cuál es la mejor solución y anoten sus argumentos. Después, por turnos, van expresando su opinión individualmente. Una vez todos se hayan pronunciado, se procederá a llevar un debate de unos 10 minutos para encontrar una solución en común que contente a todos.
Se trata de un ejercicio muy revelador a la par que simple, ya que puede sacar a la luz tensiones preexistentes entre miembros de un equipo de trabajo y puede identificarse la personalidad y espíritu cooperador de cada uno.
Para esta dinámica de resolución de conflictos se necesitará solo un elemento que señalice y divida una sala en sí y no. Podemos simplemente utilizar cartulinas o cinta adhesiva de diferentes colores. La sala deberá dividirse en dos franjas: sí y no. Alternativamente, también puede introducirse una tercera franja intermedia que significa “ni sí ni no” o “depende”.
Una vez tengamos a los trabajadores reunidos en la sala, se les colocará en mitad del espacio. Se les plantearán cuestiones morales relacionadas con el trabajo y otros ámbitos sociales relevantes, ante lo que ellos deberán desplazarse para posicionarse en alguna de las franjas. Cuando todos hayan decidido su posicionamiento, se les preguntará por su opinión de forma más pormenorizada.
Una dinámica de resolución de conflictos que sirve para crear lazos, fomentar la colaboración entre compañeros y, por qué no, reírse un rato. En una sala se desplegará una sábana sobre la que se deberán colocar los trabajadores. La premisa es sencilla de formular, pero no tan fácil de ejecutar: darle la vuelta a la sábana sin tocar el suelo.
Cuando se dé por terminado el ejercicio, se les pedirá a los participantes qué estrategia han utilizado para conseguirlo. Si somos observadores, en esta dinámica de resolución de conflictos también puede notarse quién tiene más iniciativa y quién es más influenciable.
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Cristina Polo Calvo
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