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El camino de las oposiciones de educación conlleva una serie de desafíos a los que hay que enfrentarse y superar. Uno de ellos es el síndrome del impostor, muy presente en largos periodos de estudio y presión. Se caracteriza por el perfeccionismo excesivo, el estrés persistente y la autocrítica intensa, y en algunos casos puede llegar a tener un impacto en el bienestar y eficacia del opositor. Veamos en qué consiste este síndrome y qué soluciones tiene.
Se trata de un conjunto de síntomas emocionales y psicológicos que aparecen en personas que están inmersas en la preparación de unas oposiciones. Además, este síndrome del opositor puede afectar al círculo personal y social de la persona, llegando a aislar del ocio y tiempo libre.
Los síntomas más comunes que aparecen en el síndrome del opositor son el agotamiento, irritabilidad, insomnio, miedo al fracaso, inseguridad, ansiedad y desmotivación y concentración para examinarse. Por tanto, todos estos síntomas pueden hacer difícil el estudio constante y reducir el buen rendimiento durante la preparación. Su manifestación puede ser de varias formas y llegar a paralizar al estudiante en casos extremos.
Entre las dificultades emocionales y psicológicas que pueden llegar a afectar el rendimiento de un opositor, encontramos tres fenómenos que son consecuencia de ellas. Son manifestaciones diferentes que experimenta el síndrome del opositor:
Síndrome del opositor quemado: si sientes agotamiento físico y emocional por una preparación de las oposiciones mal gestionada, padeces el síndrome del opositor quemado. La fatiga, la desmotivación y la pérdida del interés son características de este síndrome del opositor que provocar una disminución de la calidad del estudio y el rendimiento.
Síndrome del eterno impostor: Muchas veces habrás sentido dudas acerca de si vales para la profesión por la cual llevas opositando tanto tiempo. Con el síndrome del eterno impostor, crees que tus habilidades y logros no valen nada, a pesar de tener una buena preparación. La sensación de ser descubierto te persigue y te genera ansiedad y desconfianza de tus capacidades.
Síndrome del opositor desafiante: te atrapa una actitud de rebeldía ante las exigencias del proceso de oposición. Si cuestionas o desafías las reglas y no sigues las pautas fijadas, tu preparación tenderá a ser desorganizada y entrarás en conflicto con tus preparadores.
Sabemos que las oposiciones no son un camino fácil de superar y que el tiempo opositando puede ser más largo de lo que pensábamos. Dependiendo del grado de dificultad de la oposición y las convocatorias que salgan en el tiempo, una persona puede estar como mínimo entre 6 y 24 meses dedicada a las oposiciones. A la hora de presentarse a unas oposiciones, hay que ser consciente de que no todo va a salir bien y habrá varias “piedras” durante el camino.
Puede haber momentos de incertidumbre, de desmotivación, de ansiedad, de tener miedo por fracasar el día del examen después de meses estudiando o de crisis sobre si esto es a lo que te quieres dedicar toda la vida. O incluso, de haberte presentado varias veces y frustrarte por no conseguir la plaza tan ansiada. Todas estas circunstancias que puedes llegar a vivir durante las oposiciones son fruto del síndrome del opositor.
¡No te preocupes que hay luz después del túnel! Si te has identificado con algunos de los síntomas del opositor y crees que padeces este fenómeno, déjanos decirte que puedes superarlo y volver a tu ritmo con las oposiciones. Te dejamos una serie de recomendaciones y consejos que te ayudarán a combatir el síndrome del opositor:
Pon metas realistas: la clave es establecer objetivos realistas y medibles para seguir manteniendo la motivación y volver a tener confianza en la preparación.
Practica ejercicio físico: es la vía de escape que necesitas. Te ayudará a liberarte de la tensión, mejorar el estado de ánimo perdido y verás cómo descansas mejor.
Evita compararte con los demás opositores: tú tienes tu ritmo y no es el mismo que otra persona y viceversa. Cada uno tiene sus aptitudes y características.
Fija una rutina de estudio: a la hora de opositar, es fundamental tener un calendario de estudio donde apuntes los descansos necesarios para que haya un equilibrio y flexibilidad en la preparación.
Rodéate de un gran apoyo: es importante que durante las oposiciones tengas círculos de apoyo como familia, amigos o profesional de la salud para superar el síndrome del opositor y llegar al examen seguro/a de ti mismo.
En definitiva, el síndrome del opositor puede afectarle a cualquier que esté inmerso en la preparación de una oposición. Pero, como hemos podido comprobar, existe solución ante este fenómeno y podemos superarlo con estos consejos. Recuerda, cada persona tiene su ritmo y no es igual que el tuyo.
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