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A través de la música, la pintura, la danza y otras disciplinas, la educación artística potencia en el alumnado su creatividad, expresan emociones y mejoran habilidades cognitivas clave. Es más que un complemento en la formación académica; es una herramienta esencial para el desarrollo integral de las personas. A lo largo de este post, exploraremos los beneficios de la educación artística y su impacto en el aprendizaje y la sociedad. ¡Allá vamos!
La educación artística engloba las metodologías de enseñanza (música, fotografía, danza, teatro, pintura, etc.) que forman parte del aprendizaje emocional, creativo y cultural del alumnado. Descubre posibilidades variadas de la expresión y recepción cultural, promueve el desarrollo de la inteligencia y el pensamiento visual y creativo. Además, la educación artística favorece la expresión, la producción artística y la experimentación de manera progresiva durante sus etapas educativas.
La educación artística juega un papel clave en el desarrollo del pensamiento lateral, permitiendo a los estudiantes abordar problemas desde nuevas perspectivas y encontrar soluciones innovadoras. A través del arte, los alumnos aprenden a salir de su zona de confort, explorando ideas fuera de lo convencional y desafiando sus propios límites. Este proceso impulsa el fortalecimiento de los procesos cognitivos, ya que estimula la observación, el análisis y la capacidad de asociación. Además, el proceso creativo en el arte fomenta la experimentación y la improvisación, habilidades esenciales para el desarrollo intelectual y personal de los estudiantes.
Existen dos especialidades donde la educación artística forma parte del proceso creativo del alumnado:
El arte es capaz de representar las inquietudes, las emociones o las experiencias del interior de cada persona. Este modo de expresarse se profundiza y potencia a través de la educación artística. Se trata de una asignatura que se imparte en los niveles educativos de educación infantil, primaria y secundaria, e incluso en instituciones de enseñanza superior. Veamos cómo funciona en cada nivel educativo:
Dentro de las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria, el Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, se incluye la educación artística en el programa educativo como Educación Plástica y Visual o Música y Danza. Dejando a un lado la educación artística primaria, el momento clave para introducir sus primeros conocimientos es la educación infantil. En esta etapa educativa, el alumnado produce sus propias obras mediante diferentes formas de expresión como el dibujo, el cuerpo, el sonido o la imagen.
En esta etapa educativa, la educación artística se divide en Música y Artes Escénicas, Visual y Audiovisual, y Educación Plástica. El objetivo que se persigue con ella es profundizar en los aprendizajes de las etapas anteriores para que el alumnado valore y aprecie críticamente las expresiones artísticas diferentes que existen junto con el estudio del patrimonio histórico-cultural.
En este caso, las enseñanzas en relación con la educación artística podemos verla en diferentes formas de estudio: grados medios y superiores de Artes Plásticas y Diseño; enseñanzas profesionales de Música y Danza; estudios superiores de Diseño; y Arte Dramático o enseñanzas de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, entre otros nombres destacados.
La educación artística es fundamental para que los estudiantes canalicen sus emociones a través de la expresión creativa, fomentando su individualidad y permitiéndoles desarrollar su potencial. Para ello, es esencial proporcionarles las herramientas y el conocimiento necesario, estimulando sus habilidades y ayudándolos a explorar distintas formas de arte. A través de esta educación, se promueve el autoaprendizaje, se mejora la asistencia escolar y se fortalecen las aptitudes creativas, ofreciendo un espacio donde cada alumno pueda descubrir y potenciar su talento sin restricciones.
Además, es crucial que la enseñanza artística se lleve a cabo en un ambiente donde la creatividad no sea limitada, sino incentivada. Los niños y niñas deben experimentar con libertad, sin temor a ser juzgados, para que el arte sea una experiencia enriquecedora y motivadora. Al igual que en otras asignaturas, el aprendizaje debe ser divertido y estimulante, permitiendo que los estudiantes disfruten mientras desarrollan su capacidad creativa y expresiva.
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