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El absentismo escolar es un fenómeno común a los sistemas educativos. Aunque ocurra en mayor o menor medida según el país, representa un reto para las autoridades educativas, las cuales velan por asegurar que los niños y jóvenes cumplan con los ciclos formativos que les corresponden dentro de la educación obligatoria, como la primaria y la secundaria. Se presenta, asimismo, como indicador de problemas que podrían tener origen social, familiar o personal. En este texto, se profundiza en este concepto.
El absentismo escolar consiste en la falta de asistencia a las aulas de los centros educativos que forman parte de la escolarización obligatoria. Se trata de un fenómeno cuyo origen se encuentra en la voluntad o intención del estudiante de no asistir, de forma reiterada, a las clases programadas para su ciclo o nivel formativo. Cuando faltan a clases, experimentan, por lo tanto, graves consecuencias en el aprovechamiento, rendimiento y nivel académicos, lo que acarrea inevitablemente a la pérdida de contenidos y al incumplimiento de los objetivos de aprendizaje trazados por el sistema educativo.
Los centros escolares despliegan estrategias y herramientas para la prevención del absentismo escolar con el objetivo de impactar positivamente en el alumnado absentista. Se evalúan factores de riesgo tanto individuales (personalidad o desinterés) como sociales (contexto social o familiar), un proceso complejo que requiere la participación de especialistas y la colaboración del círculo inmediato de los estudiantes, ya sean los padres, tutores o adultos a cargo. Al afrontar los casos de absentismo escolar, se busca mejorar el rendimiento escolar y evitar el riesgo de exclusión social.
El absentismo, si no se enfrenta oportunamente, puede derivar en fracaso escolar. Pero ¿en qué consiste este último? Los sistemas educativos contemplan niveles o ciclos formativos según periodos, ya sea educación primaria o secundaria. Durante estos, se espera que los estudiantes accedan a asignaturas cuyos contenidos les permitan desarrollar el pensamiento lógico-matemático, las habilidades lingüísticas, la escritura y la lectura, así como aspectos básicos de la socialización y la educación emocional. El fracaso escolar, en este sentido, consiste en no culminar el nivel o ciclo, repetir periodos formativos, poseer carencias educativas, entre otros. Hay casos en los que los problemas de este tipo arrecian, por lo que podrían derivar en el abandono escolar. En este sentido, el absentismo escolar coadyuva los problemas que subyacen al fracaso escolar.
Los tipos de absentismo escolar se determinan en función de la reiteración de las ausencias, es decir, según la cantidad de veces que el estudiante deja de asistir a clases. Se reconocen tres tipos que se detallan a continuación:
Este tipo de absentismo consiste en faltas o ausencias reiteras, prolongadas y sistemáticas que ocurren en amplios intervalos de tiempo. Estas faltas a clase provocan una severa desconexión del avance del currículo, que deriva en dificultades cuyas consecuencias podrían derivar en fracaso y abandono escolar.
En este caso, las ausencias ocurren de manera intermitente o esporádica sin llegar a ser un continuo o, en todo caso, sin seguir un patrón reconocible. La causa suele atribuirse a complicaciones en el seno familiar o dificultades de índole personal. El seguimiento de los casos de absentismo en esta tipología presenta menos dificultades que el crónico, aunque no deja de implicar un reto.
Se califica como selectivo tanto en cuanto los estudiantes seleccionan los momentos en los que deciden faltar a clase. En pocas palabras, ellos identifican asignaturas o actividades que sienten aburridas o de poco interés. Asimismo, puede responder a problemas puntuales en el entorno familiar o, incluso, los conflictos con grupos de jóvenes en la escuela como parte del acoso escolar.
Las causas del absentismo pueden encontrar lugar en problemas de índole personal, familiar, social, psicológico o de salud individual. Veamos esto en detalle:
Acoso escolar o bullying
Ansiedad o depresión
Falta de compromiso
Falta de interés
Conflictos familiares
Dificultades académicas irresueltas
Ausencia de recursos económicos
Problemas de salud física
Instalaciones escolares no adaptadas
Relaciones conflictivas con docente
El abordaje del absentismo escolar parte no solo de la evaluación de las condiciones académicas y metodológicas con respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje, sino también de la consideración de aspectos, como se mencionó, personales, familiares o sociales. Por esta razón, las autoridades educativas y los profesionales, como los psicopedagogos, proponen una acción integran como parte del proceso de prevención, detección e intervención oportuna.
El primer paso en la lucha contra este fenómeno es la prevención. Esta se centra en la creación de ambientes positivos de aprendizaje en los que los docentes ejercen como mediadores en el proceso de adquisición de conocimientos y habilidades, lo que implica que se erigen como guías y referentes. Utilizan, en ese sentido, metodologías actualizadas, proponen la adaptación curricular y, según el caso, solicitan la intervención de autoridades en casos en los que las causas del absentismo pudieran incluso implicar riesgos para la salud y bienestar general del estudiante.
La detección inicia con el control del absentismo, el cual permite determina la frecuencia de las ausencias y, por tanto, la severidad de los casos. Los docentes detentan en este caso la función de registro riguroso de asistencias y faltas, así como la observación continua de la actitud de los estudiantes, quienes podrían sugerir, a través de sus actitudes, desmotivación, desinterés o problemas, ya sean familiares o sociales. Los psicopedagogos también participan de este proceso de seguimiento y evaluación, donde la comunicación con los docentes es fundamental.
En lo que concierne a la intervención, los centros educativos –de la mano de los docentes, especialistas en psicopedagogía, los familiares y, según sea el caso, las autoridades del sistema educativo– centran su esfuerzo en la reincorporación de los estudiantes para evitar la exclusión social y las situaciones de marginación. Estas acciones son fundamentales para la prevención de problemas futuros como el paro, derivado de factores como la deficiencia de conocimientos básicos, habilidades o, in extremis, no haber concluido los estudios básicos.
González González, M. T. (2006). Absentismo y abandono escolar: una situación singular de la exclusión educativa. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4, 1, 1-15. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55140102
Lleó Cabrera, H. (2018). El absentismo escolar como predictor del abandono escolar temprano. IPSE-ds, 11, 29-41. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6977378
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