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El Día Mundial de la Televisión es una fecha para reflexionar sobre la influencia de este medio de comunicación (en cualquiera de sus pantallas) como la principal fuente de consumo de vídeo y voz, así como a imaginar de qué forma es posible mantenerla al servicio del bien público en la era de las pantallas múltiples. Así pues, desde los primeros destellos en blanco y negro hasta las plataformas ultra-HD que dominan los hogares conectados, durante casi un siglo, la televisión ha sido la ventana preferida para informarnos, emocionarnos y debatir.
El reconocimiento oficial del Día Mundial de la Televisión llegó el 17 de diciembre de 1996, cuando la Asamblea General adoptó la resolución 51/205 que proclamó el 21 de noviembre como World Television Day.
La fecha no fue aleatoria, sino que conmemora el Primer Foro Mundial de la Televisión, celebrado los días 21 y 22 de noviembre de ese mismo año en la sede de la ONU, en la que directivos de cadenas, productores y académicos debatieron sobre la capacidad del medio para promover el diálogo y la paz
La resolución anima a los Estados Miembros y los medios a impulsar contenidos que fortalezcan la democracia, respeten la diversidad cultural y garanticen el acceso a la información.
Desde entonces, la fecha del Día Mundial de la Televisión se ha convertido en un escaparate para presentar innovaciones tecnológicas (televisión 8K, accesibilidad con lengua de señas), al igual que para lanzar campañas sobre alfabetización mediática.
Para Naciones Unidas, dedicar una fecha que se celebra el Día Mundial de la Televisión no es rendir culto a un dispositivo, sino reconocer este medio de comunicación como un poderoso recurso que es capaz de multiplicar voces.
A diferencia de hábitos de consumo individual, ver televisión, ya sea de modo lineal o en streaming, sigue siendo una actividad profundamente social en las cuales las familias comentan una serie o los vecinos y/o amigos se congregan para ver la final de un mundial.
De esta forma, los programas emitidos en abierto generan el doble de conversaciones interpersonales que los contenidos on-demand, favoreciendo la cohesión entre generaciones.
Por lo tanto, celebrar el Día Mundial de la Televisión también recuerda la necesidad de contenido con carácter de servicio público, tales como informativos rigurosos, retransmisiones educativas y cobertura de emergencias que salvan vidas.
La televisión nació de una constelación de inventores, pero fue el escocés John Logie Baird quien ofreció la primera demostración pública de un sistema funcional el 26 de enero de 1926 en Londres.
Si bien su “televisor” mecánico apenas mostraba sombras danzantes, lo cierto es que encendió la imaginación colectiva, de modo que, 7 años después, la BBC iniciaba emisiones regulares y, en 1939, la Feria Mundial de Nueva York presentó la televisión electrónica de alta definición.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el dispositivo se convirtió en electrodoméstico aspiracional.
Asimismo, la señal llegó pronto en América Latina, de manera que, México inauguró XHTV en 1950, mientras que, Perú encendió su primer canal Radio América TV en 1958, transmitiendo los Juegos Bolivarianos y marcando el inicio de una era que actualmente alcanza cerca del 95 % de los hogares del país.
A partir de los años 60, el satélite permitió eventos en directo de alcance planetario y la llegada del color diversificó el lenguaje audiovisual.
Si bien Baird se llevó la gloria del primer experimento, los historiadores señalan como primera emisión estable la señal de la BBC el 2 de noviembre de 1936, cuando se ofreció una programación diaria que combinaba teatro, música y noticias.
Ese modelo de parrilla (variedad en una sola ventana) fijó las bases de la programación que aún domina la televisión lineal y que las plataformas OTT replican con algoritmos de recomendación.
La rápida adopción evidenció el hambre de narrativas audiovisuales y la capacidad del medio para crear eventos simultáneos, puesto que, 600 millones de personas vieron la llegada del hombre a la Luna en 1969 y, más recientemente, aproximadamente 1.450 millones siguieron la final del Mundial Catar 2022.
Con respecto a cuándo se celebra el Día Mundial de la Televisión, cada 21 de noviembre, canales públicos y privados programan maratones de series icónicas, emiten documentales sobre la historia del medio y producen debates sobre desafíos éticos, tales como el uso de la inteligencia artificial en la curaduría de noticias.
En 2024, la UNESCO organizó un hackatón latinoamericano para desarrollar filtros de verificación de datos en emisiones en vivo, mientras la UER convocó un concurso de guion entre jóvenes creadores.
Así pues, en varios países las facultades de comunicación abren sus estudios y permiten al público probar cámaras y sets virtuales, acercando la producción audiovisual a nuevas generaciones.
Las marcas de electrónica aprovechan la efeméride del Día de la Televisión para lanzar campañas de reacondicionamiento y reciclaje de televisores, subrayando el impacto medioambiental del e-lixo.
Asimismo, organizaciones ecologistas recuerdan que cada aparato contiene metales pesados y que un correcto reciclaje puede recuperar hasta el 98 % de sus componentes.
Por otro lado, en el Día Mundial de la TV, algunos festivales de cine independiente programan ciclos de: “Series que cambiaron la narrativa” para analizar cómo Breaking Bad o La Casa de Papel redefinieron los estándares de calidad y distribución.
Mientras las pantallas de televisión se multiplican, su cometido de informar con rigor, entretener con calidad y reflejar la diversidad del mundo sigue intacto.
Algunas formas de cómo celebrar el Día Mundial de la Televisión son las siguientes:
Revisitar clásicos: organiza un cine-foro con episodios fundamentales, tales como, por ejemplo, la telenovela Simplemente María, que revolucionó la televisión peruana en 1969 y debate su impacto social.
Crear contenido responsable: graba un microdocumental local con tu celular y compártelo en redes con el hashtag #WorldTelevisionDay.
Fomentar la alfabetización mediática: invita a niños y adultos mayores a un taller para identificar noticias falsas y entender cómo se produce un noticiario.
Explorar archivos digitales: la BBC, INA o RTVE ofrecen plataformas gratuitas para ver emisiones históricas y comparar estilos narrativos.
Apoyar la accesibilidad: activa subtítulos, describe escenas a personas con discapacidad visual y exige que los canales locales incluyan interpretación en lengua de señas.
Celebrar el 21 de noviembre Día Mundial de la Televisión, no es una nostalgia tecnológica, sino que se trata de renovar el compromiso con un medio que, utilizado de una forma adecuada, fortalece la democracia, promueve la educación y tiende puentes entre culturas distantes.
Asimismo, la televisión ha sobrevivido a la radio, al VHS y en la actualidad, se fusiona con Internet sin perder su esencia, de modo que, su futuro será tan robusto como sea la capacidad para exigirle veracidad, pluralidad y accesibilidad universal.
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