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El Día Internacional de la Paz es una jornada anual dedicada a recordar que la paz no es un concepto abstracto, sino que se trata de una necesidad tangible para la vida digna de las personas y la sostenibilidad del planeta. Proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981 y observado desde 1982, esta fecha busca fortalecer los ideales de paz tanto dentro de las naciones como entre ellas.
En la práctica, el Día de la Paz se convierte en una oportunidad para que gobiernos, organizaciones civiles, comunidades educativas y ciudadanos reflexionen acerca de los conflictos vigentes y renueven su compromiso con la solución pacífica de las diferencias.
Así pues, desde 2001 la ONU fijó la fecha oficial en el 21 de septiembre para que cada año, a mediodía, repiquen las campanas de la sede de Nueva York y se convoque un minuto de silencio global.
En este sentido, la elección no es casual, debido a que, ese día, en el año 1948, fue asesinado Mahatma Gandhi, referente mundial de la resistencia pacífica.
En 1964, el maestro y poeta mallorquín Llorenç Vidal propuso dedicar la fecha a la reflexión pedagógica sobre la paz y la no-violencia.
Desde entonces, miles de centros educativos organizan talleres, murales, lecturas colectivas y círculos de diálogo para inculcar valores de convivencia.
En lo que concierne a cuál es el origen del Día Internacional de la Paz, su historia formal arranca el 30 de noviembre de 1981, cuando la Asamblea General adoptó la resolución 36/67.
El texto, patrocinado por Costa Rica y el Reino Unido, establecía que: «el Día Internacional de la Paz se observará cada año el tercer martes de septiembre, coincidiendo con la apertura del periodo ordinario de sesiones» del organismo.
20 años más tarde, la resolución 55/282 (2001) trasladó la fecha al 21 de septiembre y consagró la jornada como un periodo de 24 horas de alto el fuego y no-violencia.
Asimismo, la ONU invitó a los Estados miembros, las agencias del sistema y la sociedad civil a celebrar actividades de educación y sensibilización, subrayando que sin paz no puede haber desarrollo sostenible.
La ceremonia central es el toque de la Campana de la Paz, que está fundida con monedas donadas por niños de todos los continentes. Se hace en presencia del secretario general y representantes de diversos credos.
La paz es la condición previa para ejercer cualquier derecho humano. Sin seguridad ni estabilidad, resulta imposible garantizar educación, salud o empleo de calidad.
Por ello, la Agenda 2030 dedica su Objetivo 16 a la «Paz, justicia e instituciones sólidas».
Según datos de Naciones Unidas, los conflictos y la violencia cuestan a la economía global más del 11 % del PIB mundial. Además, cada uno de 4 niños vive en la actualidad en países afectados por conflictos armados o desastres.
La ausencia de paz alimenta los desplazamientos forzados, erosiona la confianza en las instituciones y entorpece la cooperación internacional frente a retos comunes, como la crisis climática.
Desde un punto de vista psicológico, la violencia perpetúa ciclos de trauma que dificultan la reconciliación.
Por eso, promover la paz no solamente implica silenciar las armas, sino construir sociedades inclusivas, participativas y justas en las cuales haya vías eficaces para resolver las disputas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo destaca que los países que logran reducir los homicidios a menos de 5 por cada 100.000 habitantes experimentan tasas de crecimiento económico hasta un 2 % mayores.
A pesar de que las alternativas para celebrar la fecha suelen cambiar en función de la cultura y el contexto, comparten un denominador común: crear espacios de diálogo y acción solidaria.
Con relación a las actividades para el Día Internacional de la Paz, la ONU organiza debates de alto nivel, conciertos y exposiciones de arte a escala global.
Además, las misiones de mantenimiento de la paz despliegan campañas informativas y actividades comunitarias en las zonas donde operan.
Por otra parte, la fecha del Día Internacional de la Paz, las organizaciones juveniles suelen coordinar maratones de lectura de textos de Gandhi, Martin Luther King o Rigoberta Menchú; mientras que, universidades y ONG promueven foros sobre mediación de conflictos.
En las escuelas, las manualidades, tales como, por ejemplo, palomas de origami o mandalas de la paz, sirven de punto de partida para conversar sobre empatía.
A su vez, UNICEF sugiere juegos de rol en los que el alumnado practique la resolución no violenta de disputas, así como algunas plataformas educativas ofrecen guías con 12 actividades creativas que incluyen el diseño de símbolos de la paz personalizados y cápsulas de gratitud entre compañeros.
Por otro lado, las emisoras de radio dedican maratones musicales de compositores comprometidos con la paz, tales como John Lennon o Mercedes Sosa, entre otros, además de numerosos templos de distintas religiones, en donde tocan campanas o cuencos tibetanos de manera sincronizada.
Con respecto, qué se celebra el Día Internacional de la Paz, esta fecha se trata de un recordatorio permanente de que las guerras y la discriminación no son fatalidades inevitables, de forma que, construir una cultura de paz empieza por gestos cotidianos.
De esta forma, es preciso escuchar activamente, rechazar el discurso de odio, denunciar la injusticia y tender puentes con quienes piensan distinto para contribuir a que se silencien las armas y enviar un mensaje poderoso con el cual recordar que la humanidad puede elegir la cooperación en vez del conflicto.
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