En los cursos de caballos, aprenderemos cómo se cuida un caballo y en qué consiste la doma. La doma de caballos o la doma de equinos es el proceso mediante el cual, un caballo (o cualquier otro animal de la línea de los equinos) pasa de ser un animal salvaje, a convertirse en un ejemplar que puede ser montado por un ser humano. Pese a que todos los métodos de doma persiguen el mismo objetivo final, existen diferencias entre ellos. Sobre todo en lo que al nivel de fuerza y respeto por el animal.
Los caballos muestran una gran variedad de colores de capa y de marcas distintivas, que dan lugar a amplio vocabulario para describirlo. A menudo un caballo se clasifica antes por el color de su capa que por su raza o sexo. Los caballos del mismo color de capa se pueden distinguir por alguna marca blanca distribuida a lo largo de sus cuerpos, que junto a los patrones moteados se heredan de forma independiente de color de la capa.
En los cursos de doma de caballos, veremos en que consiste la doma. La doma natural es una relación basada en el respeto y en el deseo del bienestar hacia estos caballos. El conocimiento del comportamiento del caballo en su propio hábitat es la pieza más importante que nos podemos encontrar. De esta idea parte la técnica de adiestramiento que permite la interacción con el equino, de la manera más relajante posible. Asimismo, la observación de los caballos salvajes en su entorno natural, sus relaciones sociales, su forma de comunicarse y su biomecánica son aspectos clave de esta modalidad de doma.
Alguna vez, te has preguntado ¿Por qué se doma a un caballo? o ¿Por qué los caballos intentan echar a las personas que lo montan?. Sencillamente, es un comportamiento innato del caballo, que viene del rechazo instintivo a ser atacado por las presas que antiguamente se subían para morderles y acabar con su vida. Contra este instinto, el domador tiene que aplicar todas sus estrategias para ganar su confianza y lograr montarlo.
Es relevante que el caballo en las primeras fases del desarrollo, se encuentre en unas condiciones de vida saludables. Es decir, el lugar en que habita, debe estar acondicionado para satisfacer sus necesidades y poder establecer relaciones sociales con otros caballos. Solo así podrá iniciarse en el futuro, un proceso de doma efectivo.
En los cursos de caballos, aprenderemos los tipos de doma que existen. Todos los métodos de doma de caballo persiguen el mismo objetivo final, existen diferencias entre ellos. Sobre todo a nivel de fuerza y respeto por el animal. Ahora, vamos a ver los tipos de doma que existen:
Este método se basa en el castigo del caballo. Durante mucho tiempo, este proceso suponía una tradición que había que mantener. Aunque actualmente, muchos de estos lugares han recapacitado y cada vez se usa mucho menos. Pese a ello, su empleo en la historia, y en cierta medida en la actualidad, nos lleva a contar en qué consiste.
El caballo es atado a un palo y sus ojos son cubiertos. Todo esto para que no pueda huir, ni sepa qué está ocurriendo a su alrededor. Además, se le colocan las riendas, las bridas, los estribos y la montura. Después, el domador se sube encima del caballo, haciendo uso de las botas con espuelas y le quita la venda. Finalmente, azotándole repetidamente, y haciendo uso de la fuerza de sus piernas. Consigue poner nervioso al caballo, este comienza a saltar repetidamente. El objetivo es lograr que el caballo se canse, algo que ocurre a los 20 segundos aproximadamente. De esta forma, empezará a obedecer al domador.
El objetivo es una unión pacífica entre caballo y ser humano. El proceso consiste en escuchar e interpretar las respuestas del caballo y actuar en consecuencia. Con el objetivo de que el animal descubra que él le entiende. Por lo tanto, es una técnica basada en la comunicación y en el que la fuerza no sirve para nada.
Este tipo de doma implica:
Para facilitar este método, se recomienda realizar la denominada impronta. La impronta es un proceso en el que el caballo va consolidando en el cerebro determinadas acciones o situaciones, como consecuencia de las enseñanzas que la madre y su ambiente le proporcionan desde el momento del nacimiento. Es en este momento de la vida cuando el caballo comienza los primeros vínculos y va aprendiendo en quién confiar y en quién no.
Es aquí, donde el domador debe empezar a ejercer su influencia. Pero no como un ser humano que persigue el fin de dominar al caballo en un futuro, sino como una persona que da cariño al nuevo animal, y quiere formar parte de su vida.
Con el proceso de impronta, será más sencillo comenzar la doma. Para ello, se recomienda llevar al caballo a un corral circular. Sin emplear la fuerza o la violencia. Aquí, el domador permanecerá junto al caballo unas horas. El siguiente paso, es eliminar la posible hipersensibilidad de la piel, tocándolo por el cuerpo. Este proceso ayuda a ganar la confianza del caballo, en una situación que está viviendo como nueva y extraña.
Y por último, el potro es montado ensillado, de forma que poco a poco, irá acostumbrándose a la presencia del ser humano.
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