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La Revolución Mexicana (1910-1920) fue un conflicto social y armado que puso fin a la larga dictadura de Porfirio Díaz y sentó las bases del México moderno. Su complejidad se refleja en la multiplicidad de personajes de la Revolución Mexicana regionales y nacionales, quienes, con agendas a veces convergentes y otras enfrentadas, impulsaron cambios políticos, agrarios y laborales.
La Revolución no tuvo un mando único, sino que fue una constelación de jefes militares, intelectuales y políticos, cuyas alianzas cambiaban según los acontecimientos.
Estos personajes de la Revolución Mexicana destacaron por su capacidad de organización, la influencia de sus ideas o el territorio que lograron controlar.
Así pues, en conjunto, estos representaron el anhelo de un país más equitativo y moderno, aunque las rivalidades que existieron entre ellos también prolongaron el conflicto.
Conocerlos permite entender cómo se forjó la Constitución de 1917, el reparto de tierras y la construcción del Estado posrevolucionario.
A continuación, mostraremos a los protagonistas más influyentes, que comprenden desde los precursores intelectuales hasta los caudillos militares:
Ricardo, Enrique y Jesús Flores Magón se convirtieron en los principales precursores intelectuales de la Revolución.
Desde su periódico Regeneración, estos personajes de la Revolución Mexicana denunciaron la represión del régimen porfirista, difundieron ideas anarquistas y fundaron el Partido Liberal Mexicano en 1906.
Sus llamados a la huelga y a la insurrección inspiraron a obreros y campesinos, marcando el tono social de la lucha que estallaría en 1910.
A pesar de que pasaron gran parte de la contienda en el exilio estadounidense, sus manifiestos sobre justicia laboral y reforma agraria alimentaron el ideario de los movimientos zapatista y villista.
Aquiles, Carmen y Máximo Serdán encabezaron en Puebla uno de los primeros brotes armados de la Revolución.
De esta forma, el 18 de noviembre de 1910, justamente 2 días antes de la fecha señalada por el Plan de San Luis, la policía intentó allanar su domicilio; la resistencia de los hermanos derivó en un tiroteo que dejó a Aquiles y a Máximo muertos y transformó la casa en símbolo del levantamiento contra Porfirio Díaz.
El sacrificio de la familia motivó a otros simpatizantes maderistas y les valió el reconocimiento como los primeros mártires del movimiento revolucionario.
Abogado tabasqueño y periodista reformista, José María Pino Suárez se unió tempranamente al maderismo, organizando la campaña electoral de 1911 en el sureste.
Al triunfo revolucionario fue electo vicepresidente de México, cargo desde el cual impulsó leyes de libertad de imprenta y apoyó la reforma agraria incipiente.
La lealtad que le tenía a Madero le costó la vida durante el golpe de Estado orquestado por Victoriano Huerta, en el que, ambos fueron asesinados la noche del 22 de febrero de 1913 en la tristemente célebre “Decena Trágica”
Sin embargo, su martirio reforzó el rechazo popular al usurpador y prolongó la lucha armada.
Conocido como el “Apóstol de la Democracia”, Francisco I. Madero es uno de los personajes de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre.
Aunque este provenía de una familia acaudalada de Coahuila, lo cierto es que abrazó la causa antirreeleccionista frente al prolongado mandato de Porfirio Díaz.
Su Plan de San Luis (octubre de 1910) llamó al levantamiento armado el 20 de noviembre, prometiendo sufragio efectivo y no reelección.
Tras la renuncia de Díaz, Madero ganó la presidencia en 1911, intentando conciliar intereses, pero chocó con viejos porfiristas y caudillos radicales.
Su breve gestión sentó el principio de elecciones libres y despertó la participación política de amplios sectores, pero culminó con su derrocamiento y asesinato en 1913.
Doroteo Arango, más conocido como Francisco “Pancho” Villa, fue uno de los más importantes personajes de la Revolución Mexicana que lideró la formidable División del Norte.
Asimismo, este hábil estratega de caballería, tomó Ciudad Juárez en 1911 y, años después, protagonizó campañas decisivas contra Victoriano Huerta y, posteriormente, contra los constitucionalistas.
Carismático y polémico, implementó repartos agrarios en Chihuahua y utilizó trenes blindados para mover tropas.
En 1916, su incursión a Columbus, Nuevo México, desencadenó la expedición punitiva estadounidense, a la que eludió durante 11 meses.
Tras los acuerdos de 1920, este hombre se retiró a la Hacienda de Canutillo, donde fue asesinado en 1923. Su figura simboliza el coraje popular del norte.
Originario de Anenecuilco, Morelos, Emiliano Zapata fue uno de los personajes importantes de la Revolución Mexicana que encabezó las demandas agrarias del sur.
Desencantado con las vacilaciones de Madero, proclamó el Plan de Ayala en 1911, exigiendo “tierra y libertad”, así como la restitución de ejidos a las comunidades campesinas.
Su Ejército Libertador del Sur aplicó la reforma agraria en los territorios bajo su control y sostuvo una guerra de guerrillas contra los gobiernos de Huerta y Carranza.
Traicionado en una emboscada en la Hacienda de Chinameca (1919), se convirtió en mito de la lucha por la justicia social que inspiraría posteriores movimientos campesinos mexicanos.
Agricultor sonorense, Álvaro Obregón se incorporó al movimiento constitucionalista en 1913, destacando por su capacidad táctica, que, en particular, pudo comprobarse en la Batalla de Celaya (1915), en la cual, empleando trincheras y artillería moderna, derrotó a Villa.
Perdió su brazo derecho en Santa Rosa, lo que constituyó un episodio que acrecentó su fama de audaz.
Además, como presidente (1920-1924) impulsó la reforma educativa de José Vasconcelos, avanzó en el reparto agrario y firmó los Acuerdos de Bucareli con Estados Unidos.
Si bien fue reelegido para 1928, lo asesinaron antes de asumir. Su mandato consolidó al nuevo Estado posrevolucionario.
Político coahuilense, Venustiano Carranza fue uno de los personajes de la Revolución Mexicana importantes que se alzó contra Huerta al frente del Ejército Constitucionalista.
Tras la derrota de Huerta en 1914, convocó al Congreso Constituyente que promulgó la Carta Magna de 1917, pionera en establecer derechos laborales y sociales.
Su gobierno defendió la soberanía nacional al mantener la neutralidad durante la Primera Guerra Mundial y resistir presiones de Estados Unidos.
No obstante, su proyecto civilista chocó con los caudillos sonorenses, siendo derrocado y asesinado en 1920 durante su huida de la Ciudad de México. Sin embargo, su legado constitucional sigue perdurando en la actualidad.
Plutarco Elías Calles, general sonorense y presidente de 1924 a 1928, es uno de los principales personajes de la Revolución Mexicana, que impulsó la creación del Banco de México y la regulación del petróleo mediante la Ley de Expropiación.
Tras concluir su mandato, este se erigió en “Jefe Máximo de la Revolución” y, mediante el Maximato, influyó en 3 gobiernos consecutivos, cimentando la hegemonía del que después sería el PRI.
Durante su administración se desató la Guerra Cristera debido a políticas anticlericales y aunque su exilio en 1936, marcó el fin de su influencia directa, lo cierto es que, las instituciones que promovió dieron estabilidad política al país durante décadas.
Si bien cada uno de los personajes de la Revolución Mexicana principales actuó desde circunstancias locales, su convergencia volcó el viejo régimen y construyó instituciones que siguen vigentes, tales como la Constitución de 1917, el reparto agrario, la educación pública laica y la integración del Estado nacional.
Más allá de sus diferencias, e incluso, sus enfrentamientos armados, todos compartieron la convicción de que México necesitaba democracia, justicia social y soberanía, siendo un ejemplo de que la ciudadanía puede transformar la realidad cuando se organiza en torno a ideales comunes.
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