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A través de esta infografía de Sócrates, podremos observar que este filósofo continúa iluminando ámbitos como la filosofía, la ética y la política. De tal manera, a diferencia de los pensadores presocráticos, quienes centraban su atención en el cosmos, la naturaleza y la esencia del ser, Sócrates colocó al ser humano en el centro de su reflexión filosófica.
Este afirmaba que, desde temprana edad, escuchaba una especie de voz interna (a la que llamaba su daimon) que lo guiaba, advirtiéndole especialmente cuando estaba por cometer actos injustos o erróneos.
En esta infografía sobre Sócrates (470 – 399 a. C.), cabe destacar que este hombre fue un filósofo ateniense, considerado, junto con Platón y Aristóteles, la piedra angular de la tradición intelectual de Occidente.
A diferencia de los sofistas, que ofrecían sus lecciones a cambio de honorarios elevados, él prefería dialogar gratuitamente en el ágora con artesanos, políticos y jóvenes curiosos, desafiando sus certezas mediante preguntas encadenadas.
Ese procedimiento, que más tarde fue bautizado como método socrático, buscaba aclarar definiciones confusas sobre justicia, virtud o piedad, así como conducir al interlocutor hacia una comprensión más profunda de sí mismo.
Su insistencia en que «una vida sin examen no merece ser vivida», preservada en la Apología, se convirtió en el lema de la investigación filosófica hasta nuestros días, siendo un modelo de pensamiento crítico para la cultura global.
En esta infografía de Socrátes, hay que mencionar que, este pensador nació en Alopece, un demo al sureste de Atenas, dentro de una familia modesta.
Su padre, Sofronisco, era cantero o escultor y su madre, Fenáreta, ejercía de comadrona, de manera que, tuvo un origen que marcó su estilo de vida austero y la simpatía que mostraba por la gente común.
La educación básica de los varones atenienses combinaba recitación de poesía, música y entrenamiento físico.
Sócrates recibió esa instrucción, pero su desarrollo intelectual se forjó sobre todo en la conversación.
Diógenes Laercio señala que fue discípulo de Arquelao, un físico naturalista, y que admiró la cosmología de Anaxágoras, quien introdujo el nous o mente cósmica como principio ordenador.
Aquella temprana exposición a la investigación racional influyó en su convicción de que el cuestionamiento metódico era el camino a la verdad.
Con respecto a su matrimonio, en la infografía de Sócrates se debe mencionar que, el filósofo se casó con Jantipa, que era una mujer con un carácter difícil y tuvo 3 hijos (Lamprocles, Sofronisco y Menexeno).
Relatos tardíos la muestran arrojando agua sobre su esposo tras una discusión, anécdota probablemente exagerada.
Lejos de ser un mero teórico, Sócrates sirvió como hoplita en las batallas de Potidea, Delio y Anfípolis durante la Guerra del Peloponeso.
Platón lo elogia en el Simposio (219e-221b) por su valentía al rescatar al joven Alcibíades.
De igual manera, tras la guerra, participó ocasionalmente en la Boulé (Consejo de los Quinientos).
En 406 a. C., cuando se juzgó a los generales de Arginusas, se negó a votar por una condena colectiva, defendiendo la legalidad aun contra la presión popular y demostrando su compromiso con los principios que enseñaba.
Con relación al juicio, en la infografía de Sócrates se debe mencionar que, en 399 a. C. fue acusado de «corromper a la juventud» e «introducir nuevos dioses», cargos encabezados por Ánito, Meleto y Licón.
El proceso, narrado tanto en la Apología de Platón como en la de Jenofonte, refleja la tensión entre la democracia ateniense y la libertad de expresión.
De los 500 jueces-ciudadanos, 280 votaron culpable y 220 inocente. Cuando se propuso la pena, Sócrates sugirió con ironía el ser alimentado de por vida en el Pritaneo, honor reservado a los benefactores de la ciudad, mientras que, la asamblea respondió con la condena a muerte por cicuta.
La ejecución se pospuso 30 días debido a la ausencia del barco sagrado enviado a Delos y, si bien, algunos amigos como Critón diseñaron un plan de fuga durante ese tiempo, Sócrates lo rechazó alegando que quebrantar las leyes dañaría su alma y la polis.
Su última conversación, recogida en el Fedón, versa sobre la inmortalidad y la filosofía como preparación para la muerte.
Bebió la cicuta sin vacilación y, según sus discípulos, continuó dialogando hasta que la parálisis alcanzó su pecho y exhaló el último suspiro.
En lo que concierne a su legado, es importante destacar en la infografía de Sócrates que, la influencia no se limita a la Antigüedad, puesto que, su método y su ejemplo inspiran en la actualidad la educación, la ética profesional y la deliberación pública.
Al respecto, este podría situarse como nodo central de una red que enlaza la Academia de Platón, el Liceo de Aristóteles y, siglos después, la Ilustración europea, demostrando que sus preguntas viajan más rápido que cualquier respuesta definitiva.
La mayéutica, literalmente «arte de parir», designa el método de preguntas con el que Sócrates ayudaba al interlocutor a «dar a luz» sus propias ideas.
La técnica sigue vigente en la psicoterapia existencial y en el coaching ejecutivo, mientras que, el docente sustituye la lección magistral por preguntas que obligan a los estudiantes a construir conocimiento colectivo.
Con Sócrates, la dialéctica dejó de ser un duelo retórico para convertirse en un camino cooperativo hacia la verdad.
En este sentido, Platón desarrolló esa forma de diálogo en sus obras; Hegel la transformó en motor de la historia y Marx en palanca de la crítica social.
De esta forma, el constante intercambio de objeciones mantiene la conversación abierta a síntesis siempre revisables.
En la infografía de Sócrates, hay que señalar que, aunque desconfiaba del juicio de la mayoría sin formación, su martirio se convirtió en bandera de la libertad de expresión.
John Stuart Mill lo citó como ejemplo de los peligros de la «tiranía de la mayoría» en On Liberty, y juristas contemporáneos lo invocan al debatir la objeción de conciencia.
Por su parte, Richard Rorty lo presenta como el «liberal ironista» que resiste toda certeza absoluta y mantiene viva la autocrítica de las democracias.
Paradójicamente, en la infografía de Sócrates se tiene que mencionar que, si bien no existe un corpus escrito por este filósofo, todo lo que se sabe de sus aportes procede de autores posteriores.
Las Memorables de Jenofonte describen a un moralista conservador, mientras que, los diálogos platónicos (sobre todo la tetralogía Eutifrón, Apología, Critón y Fedón), constituyen la piedra angular para estudiar su pensamiento.
Asimismo, filólogos como Gregory Vlastos, en Socrates, Ironist and Moral Philosopher (Cornell University Press, 1991), distinguen entre el «Sócrates histórico», que pregunta y se declara ignorante, y el «Sócrates platónico», que perfila teorías metafísicas.
Esa separación metodológica permite a la investigación moderna evaluar con mayor precisión qué ideas pertenecen realmente al maestro y cuáles a su discípulo más famoso.
Esta infografía de Sócrates ayuda a comprender que tras más de 2 milenios después de su muerte, este filósofo continúa dialogando con nosotros.
De tal forma, su insistencia en examinar la vida, al igual que su valentía para defender la razón frente a la presión colectiva y su método de interrogación, son herramientas básicas de la educación, la deliberación y la responsabilidad profesional, constituyendo una invitación a cuestionar nuestras certezas y, poder construir comunidades más justas y conscientes.
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