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En el ámbito de la gestión empresarial, uno de los retos más importantes consiste en mantener siempre suficiente producto disponible para la venta, evitando al mismo tiempo un exceso de inventario que sature los almacenes. Aquí es donde cobra importancia el stock de seguridad.
¿Te gustaría conocer cómo logran las empresas mantener un equilibrio óptimo entre la oferta y la demanda? A continuación, te explicamos cómo el stock de seguridad puede convertirse en un elemento clave para una eficiente gestión de inventarios. ¡Comenzamos!
El stock de seguridad, también conocido como inventario de seguridad, es esa cantidad adicional de producto que se mantiene en el inventario para protegerse contra las variaciones en la demanda y los plazos de entrega. Este colchón permite a las empresas mantener un nivel de servicio alto, asegurando que la disponibilidad de productos sea constante, incluso cuando ocurren imprevistos.
Calcular adecuadamente el stock de seguridad es vital porque impacta directamente en la eficiencia y los costes de la empresa. Un cálculo incorrecto puede llevar a dos extremos igualmente perjudiciales: la sobreinversión en inventario extra, que aumenta los costos de almacenamiento, o la rotura de stock, que puede resultar en pérdida de clientes y ventas.
Su importancia es tal que prácticamente todas las empresas mantienen un stock de seguridad propio. De hecho, el mantenimiento de un stock de seguridad es esencial por los siguientes motivos:
El primer paso para establecer un stock de seguridad adecuado es analizar la variación de la demanda y los plazos máximos de entrega. Estos dos factores son esenciales para entender cuánto inventario extra se necesita mantener.
Existen varias fórmulas para calcular el stock de seguridad, siendo una de las más utilizadas la que considera la desviación estándar de la demanda y el tiempo de entrega. Esta fórmula ayuda a determinar una cantidad que minimiza el riesgo de quedarse sin stock sin incurrir en costos excesivos.
El stock de seguridad puede calcularse de diversas formas y depende de si su demanda es dependiente o independiente.
La demanda independiente o no programada de un producto suele ser de tipo probabilístico.
Esta circunstancia aleatoria en la generación de la demanda puede causar rupturas frecuentes de stocks, con sus costos asociados y sus mermas indudables sobre la calidad del servicio.
Para evitar las rupturas es necesario disponer de un stock de seguridad calculado a partir de nuestro modelo de reaprovisionamiento.
Dicho stock de seguridad dependerá de las desviaciones que vaya a presentar el consumo durante el período que media entre el lanzamiento de un pedido y la recepción de la mercancía, es decir durante el plazo de entrega (Lead Time) o Período Crítico.
En consecuencia, la determinación de los stocks de seguridad estará ligada a la percepción que tengamos de esas desviaciones y al grado de fiabilidad, o "nivel de servicio” que estemos dispuestos a ofrecer a nuestros clientes.
La demanda dependiente o programada está relacionada directamente con otros productos, siendo está predecible al estar vinculada directamente con un plan de producción
Los problemas causados por una rotura de stock son más frecuentes por un atraso en la cadena de suministro más que de la demanda en sí.
En este caso, el enfoque se centra en mitigar los riesgos asociados con las interrupciones en el suministro o los cambios en el plan de producción, pudiendo utilizar la siguiente fórmula:
Stock de Seguridad = (Plazo de entrega máximo garantizado - Plazo de entrega habitual) x Demanda media de producto
La tecnología desempeña una parte importante en la gestión del inventario. Los sistemas de gestión de inventarios modernos pueden automatizar muchos de los procesos necesarios para mantener los niveles de inventario óptimos, incluido el cálculo y ajuste del stock de seguridad.
Implementar un stock de seguridad adecuado en la gestión de inventarios ofrece múltiples ventajas que pueden marcar una diferencia significativa en el funcionamiento diario de una empresa. Veamos algunas de las principales:
Una de las mayores ventajas del stock de seguridad es que asegura la continuidad del negocio. Al contar con un inventario extra, las empresas pueden seguir operando sin interrupciones, incluso cuando hay retrasos en la entrega o un aumento inesperado en la demanda. Esto es crucial para mantener satisfechos a los clientes y para que las operaciones no sufran retrasos costosos.
El stock de seguridad reduce significativamente el riesgo de enfrentar una rotura de stock, situación en la que los productos no están disponibles para cumplir con los pedidos de los clientes.
Evitar estas situaciones es fundamental no solo para la satisfacción del cliente, sino también para la reputación de la empresa, ya que una rotura de stock puede llevar a una percepción negativa sobre la fiabilidad de la empresa.
Tener un stock de seguridad también otorga a las empresas una mayor flexibilidad en la gestión de su cadena de suministro. Pueden adaptarse mejor a las fluctuaciones del mercado, gestionar de manera más efectiva los tiempos de reabastecimiento y responder con agilidad ante cualquier imprevisto que pueda surgir.
Aunque mantener un stock de seguridad implica un costo inicial, a largo plazo puede ayudar a optimizar los costes operativos. Al evitar situaciones de emergencia como la necesidad de pedidos de última hora, que suelen tener un costo más alto, las empresas pueden planificar de manera más eficiente y económica.
Mantener un buen nivel de existencias es fundamental para satisfacer la demanda del cliente de manera consistente. Esto no solo aumenta la satisfacción del cliente, sino que también fortalece la imagen de la empresa como confiable y eficiente.
Además de calcular el stock de seguridad, es importante adoptar estrategias que optimicen el uso del inventario. Esto incluye la revisión regular de los niveles de stock, la implementación de un sistema eficiente de punto de pedido y la mejora continua de los procesos logísticos.
El stock de seguridad es más que una simple cifra en los libros de contabilidad; es una estrategia integral que respalda la promesa de servicio al cliente y juega un papel crucial en la optimización de recursos. Implementar un enfoque metódico y tecnológicamente avanzado para gestionar este tipo de inventario puede significar la diferencia entre el éxito y el estancamiento en un mercado competitivo.
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