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Cuando hablamos de patrimonio podemos describirlo en varios tipos —contable, industrial, intangible y artístico—; en este caso nos centraremos en los tipos de patrimonio artístico. Primero, debemos saber qué es el patrimonio y para qué sirve.

El arte es una manifestación cultural presente desde los albores de la humanidad. Su definición y alcance varían según el contexto y la perspectiva desde la cual se aborde. En términos generales, el arte es la expresión creativa y estética que busca transmitir emociones, ideas y conceptos mediante diversos medios y formas.
El patrimonio cultural, por otro lado, es el conjunto de bienes materiales e inmateriales que representan la identidad y la historia de una sociedad. Estos bienes pueden incluir monumentos, obras de arte, tradiciones, costumbres, conocimientos y prácticas culturales transmitidas de generación en generación.
La importancia del arte como manifestación del patrimonio cultural radica en su capacidad para transmitir y preservar la memoria colectiva. A través del arte se pueden explorar y comprender distintas épocas históricas, culturas y formas de pensamiento. Además, el arte sirve como herramienta para la reflexión, el diálogo y la construcción de identidades individuales y colectivas.
Desde una perspectiva humanista, la valoración del arte y del patrimonio se basa en reconocer su capacidad para enriquecer la experiencia humana, promover la diversidad cultural y fomentar la creatividad. El arte y el patrimonio están intrínsecamente interconectados con la historia y la cultura de una sociedad, ya que reflejan y moldean las ideas, los valores y las expresiones artísticas de una época determinada. En este sentido, la relación entre cultura, arte y patrimonio es clave para comprender los procesos de identificación y conservación.
En la sociedad contemporánea, la interconexión entre arte, historia y cultura adquiere especial relevancia. El arte contemporáneo se nutre de tradiciones e influencias del pasado y, al mismo tiempo, busca innovar y cuestionar las convenciones establecidas. La historia y la cultura proporcionan el contexto en el cual el arte puede ser interpretado y apreciado con mayor profundidad.
En el ámbito legal y jurídico, el término patrimonio se emplea para identificar derechos y obligaciones vinculados a bienes de personas o entidades públicas y privadas. De manera simple, una acepción habitual del patrimonio es el conjunto de bienes que puede transmitirse de generación en generación. Según la UNESCO y otras clasificaciones oficiales, existen distintos tipos de patrimonio artístico y cultural; a continuación se describen los principales.
El patromonio intangible, tal y como lo indica su nombre, incluye manifestaciones artísticas inmateriales; es decir, consisten en conocimientos, expresiones, habilidades, prácticas, entre otros, que se mantienen vivos a través de la transimisión intergeneracional. Una de sus principales características, por tanto, es el dinamismo, la adaptación y, en consecuencia, la continua evolución. Entre los ejemplos más comunes, se encuentran las tradiciones orales (mitos, cantos, poesía), las prácticas escénicas (rituales, teatro), música y festividades (ceremonias, comparsas, procesiones), saberes y técnicas artesanales, y los sistemas estéticos sobre los que reposa la creación artística de determinada comunidad humana.
Aunque hay patrimonio intangible de gran alcance y reconocimiento, también ocurre que hay tradiciones minoritarias que corren el riesgo de desaparecer. En este caso, el principal reto no es solo la adaptación, sino también la pérdida de continuidad en la transmisión de sus manifestaciones por el avance de la cultura global o hegemónica de determinado país o, incluso, región. Por ejemplo, los jóvenes son educados en idiomas de gran alcance (español, inglés, francés, portigués, etc.) que acarrea la paulatina pérdida tanto de las lenguas indígenas como de las manifestaciones culturales asociadas a ellas. Asimismo, por el influjo de la tecnología, muchas prácticas artesanales se pierden en vista de la optimización de procesos y el acceso rápido al mercado.
Asimismo, este tipo de patrimonio incluye lugares, sitios, edificaciones, obras de ingeniería, centros industriales, conjuntos arquitectónicos, zonas típicas y monumentos de interés desde el punto de vista arquitectónico, arqueológico o histórico. Entre los ejemplos de patrimonio tangible de gran relevancia mundial se cuentan, por ejemplo, las pirámides de Egipto, que son ejemplo de patrimonio cultural de gran dimensión para la humanidad.
A continuación se muestran ejemplos representativos en distintos contextos nacionales.
España, por sus estructuras monumentales y paisajes culturales, destaca por su rico patrimonio artístico-histórico. Posee numerosos monumentos con historias relevantes; un ejemplo ampliamente conocido es la «Puerta del Sol», así como la «Plaza Mayor», ambos en Madrid. También es posible observar muchos tipos de patrimonio artístico en edificaciones y colecciones a lo largo del país, que constituyen fuentes de inspiración cultural, musical y literaria.
Los tipos de patrimonio artístico se aprecian mejor viajando y escuchando las historias locales; asimismo, pueden conocerse mediante documentales, revistas y libros de historia y cultura.
Venezuela se caracteriza por su riqueza natural y por diversas manifestaciones culturales que varían según la ubicación geográfica. Cada manifestación posee rasgos propios que la hacen singular. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (la UNESCO) ha reconocido avances importantes de Venezuela en la inclusión de manifestaciones culturales en la lista representativa para la salvaguardia del patrimonio inmaterial de la humanidad.
De este modo, Venezuela se suma a otros países que colaboran para promover la salvaguardia de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos. En la misma línea, Costa Rica trabaja por preservar su patrimonio intangible y los tipos de patrimonio artístico, conservando tanto bienes materiales como inmateriales.
El planeta está lleno de patrimonio histórico y artístico: obras de arte, joyas arquitectónicas y paisajes naturales que constituyen un legado para la humanidad. Muchos de estos sitios se han convertido en atractivos turísticos; por ello, la preservación del patrimonio de cada país resulta imperativa. La UNESCO ha inscrito numerosos bienes culturales y naturales en la lista del Patrimonio Mundial, reconociendo riquezas en bienes muebles, inmuebles y mixtos.
¿Cuáles son estos casos de patromonio artístico alrededor del mundo? Veamos:
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