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La pedagogía es una ciencia social que se encarga de estudiar las técnicas y metodología aplicadas en la educación y la forma en la que se imparte la enseñanza. Para poder ser maestro, orientador o consejero es importante tener tacto pedagógico.
La sensibilidad pedagógica o tacto pedagógico es un término creado por el experto en pedagogía Max Van Manen y se refiere a la sensibilidad que debe tener el docente ante las diversas situaciones que se presenten en el aula, para actuar de manera rápida y eficaz.
El docente se enfrenta diariamente a situaciones que dificultan el desarrollo habitual de la educación, como los problemas de conducta. Una manera de abordarlas es aplicar técnicas basadas en la educación emocional y la sensibilidad del alumno. Este es el caso del tacto pedagógico que propone Max van Manen, profesor de Educación por la Universidad de Alberta (Canadá).
El término tacto pedagógico, acuñado por Max Van Manen, alude a la sensibilidad que tienen los educadores para actuar eficazmente ante las situaciones que suceden en el aula. Según se afirma en el artículo El tacto pedagógico: una propuesta de la enseñanza ética, de la revista de la Red Iberoamericana de Pedagogía (Redipe), se basa en la ética y anima al docente a usar formas afectivas con sus alumnos.
Según Margarita Heinsen en su libro “ Autoestima y tacto pedagógico en edad temprana” estamos llamados a acompañar a los más pequeños en la formación de su propia identidad y en el desarrollo de una sana autoestima. Este libro ofrece pautas sencillas y claras, así como cuestiones sobre las que podemos reflexionar, ligadas a nuestro aprendizaje cotidiano, que nos permitirán desarrollar nuestro tacto pedagógico, es decir, nuestra capacidad de educar desde el cariño y el sentido común.
Normalmente se asocia el término de pedagogía a la educación primaria pero la educación y el aprendizaje nos acompañan durante toda la vida por lo que el área de trabajo de un pedagogo abarca también la educación secundaria y la superior.
La principal área de trabajo de un pedagogo es la de brindar orientaciones, por lo que los maestros y docentes son también confundidos con los orientadores y pedagogos, sin embargo, esta confusión no está del todo injustificada ya que todo maestro y docente debe ser pedagogo o conocer sobre pedagogía y tener tacto pedagógico, ya que la orientación y la ayuda son las bases de la enseñanza.
Además la pedagogía es una de las principales asignaturas que estudian todos aquellos que se preparan en las diversas universidades para convertirse en educadores profesionales, por lo que el pedagogo y el docente trabajan en conjunto o muchas veces se convierten en uno mismo para poder alcanzar su objetivo, el cual es orientar y enseñar.
La pedagogía tiene diferentes ámbitos de aplicación. La pedagogía social toma como objeto de estudio el aprendizaje en su vertiente social. El tacto pedagógico es fundamental para alcanzar la libertad emocional dentro de una sociedad, el pedagogo tiene las competencias necesarias para desarrollar dinámicas formativas potenciando el aprendizaje de los alumnos. La educación es uno de los pilares más importantes del desarrollo social, ya que el conocimiento ofrece recursos fundamentales para alcanzar la libertad interior.
La pedagogía social pone en valor el conocimiento, la educación y la formación como valores que potencian la naturaleza humana en la búsqueda de la excelencia. El destino de un ser humano puede cambiar por completo dependiendo de si tiene posibilidad de formarse o, por el contrario, carece de esta opción , el objetivo de la pedagogía social es impulsar programas de excelencia integrando los medios necesarios por medio del tacto pedagógico social.
Según Max Van Manen, el proceso de la enseñanza requiere el tacto pedagógico pero el mismo debe desarrollarse, por lo que se requieren cualidades como la intuición moral, la inteligencia interpretativa y mucha sensibilidad social para poder conseguirlo.
Un buen pedagogo sabrá comunicarse con sus alumnos, tendrá mucha empatía y deberá sentir deseos de ayudar e implicarse en los problemas de los alumnos con el objetivo de ayudarlos a superarlos. Adquirir esta confianza con los alumnos tampoco es sencillo por lo que deberás desarrollar también otras cualidades como la seguridad en si mismo, la comprensión y la paciencia, todo esto en conjunto ayudará al docente a desarrollar el tacto pedagógico.
Una de las principales funciones de un pedagogo es la de ayudar y orientar a los individuos aunque no únicamente n a la pedagogía escolar, sino que también pueden intervenir en la pedagogía social y la pedagogía en las empresas.
Estas son algunas de las principales funciones de un pedagogo en los campos descritos anteriormente:
Como ya mencionamos antes, la pedagogía se basa en la orientación y en la ayuda, ambas son aplicables fuera del ámbito escolar, de modo que el pedagogo puede ejercer su carrera en otras áreas además de en las escuelas, estas otras áreas para su desempeño profesional son:
Además de las áreas ya mencionadas, un pedagogo puede desenvolverse en muchas más áreas desempeñándose como orientador en centros penitenciarios, editoriales, residencias de ancianos y en cualquier otro lugar donde sea necesaria la formación educativa y la orientación, en todos estos lugares necesitará el tacto pedagógico para llevar a cabo su trabajo de manera correcta.
Esperamos que hayas aprendido mucho más sobre el tacto pedagógico gracias a esta información y además te recordamos que en la Escuela de Negocios especializada en formación online Euroinnova contamos con el curso de experto en pedagogía con el que podrás aprender mucho más al respecto.
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