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En criminología, los factores causales de la conducta delictiva se refieren a cualquier acción o comportamiento que viola la ley penal de una sociedad determinada. Es una conducta que ha sido considerada como un delito según el sistema legal vigente y que está sujeta a sanciones legales, como multas o penas de prisión. En este sentido, comprender qué es una conducta delictiva resulta esencial para identificar los elementos jurídicos que la constituyen.
Se entiende por conductas delictivas a los comportamientos que transgreden el ordenamiento jurídico en torno a normas penales, es decir, que están tipificados como delito. Se recogen, por lo tanto, en el código penal debido a su naturaleza contraria al derecho. De esto se desprende que las personas que incurran en ellos se hacen responsables penalmente por sus acciones, lo que conlleva una punición en diferentes modalidades, a saber: multa, inhabilitación, prisión. En pocas palabras, según el Diccionario panhispánico del español jurídico, se lee lo siguiente: "Acción o conducta típica, antijurídica y culpable que, por ello, es normalmente punible". En este contexto, es importante aclarar también qué es un delincuente: se trata de aquel individuo que lleva a cabo dicha conducta punible conforme al derecho penal.
El desarrollo de conductas delictivas responde a la confluencia de una gran variedad de factores que predisponen a la aparición de comportamientos socialmente disfuncionales. Pero ¿cuáles son? Veamos:
Dichas conductas delictivas pueden variar ampliamente en su naturaleza y gravedad, abarcando desde delitos menores como hurtos o vandalismo hasta delitos graves como asesinato o violación. Algunos ejemplos comunes incluyen:
La criminología es la disciplina que se encarga de estudiar las conductas delictivas, así como sus causas, consecuencias y prevención. En este campo, las teorías criminológicas han sido fundamentales para explicar el origen de la criminalidad desde perspectivas biológicas, sociales y psicológicas.
Los criminólogos analizan factores como el entorno social, la psicología individual, las desigualdades sociales, los factores económicos y políticos, entre otros, para comprender por qué algunas personas se involucran en conductas delictivas y cómo se pueden prevenir o reducir.
Estas pueden variar en función de diversos factores, como la naturaleza del delito, el contexto social y cultural, y las motivaciones individuales. Sin embargo, hay algunas comunes que suelen presentarse más frecuentemente, como, por ejemplo:
La conducta delictiva implica la transgresión de las leyes penales establecidas en una sociedad. Esto significa que el individuo realiza acciones que están expresamente prohibidas por la ley y que, en consecuencia, son susceptibles de sanciones legales.
La ley establece los límites y las normas de convivencia que se deben respetar en una sociedad determinada. Cuando se pasan por alto los estatutos estipulados se puede llevar a cabo un proceso judicial contra el infractor.
La conducta delictiva implica la intención consciente de cometer un acto ilegal. El individuo que lleva a cabo una acción delictiva es plenamente consciente de que está infringiendo la ley y actúa de manera deliberada. La intencionalidad implica una decisión premeditada de cometer el delito, y puede haber diferentes motivaciones detrás de esta elección.
Puede haber víctimas directas o indirectas de la conducta delictiva, y el delincuente busca obtener algún beneficio o satisfacción a expensas de otros. El daño puede manifestarse de diversas formas, como físico, psicológico, económico o social.
En muchos casos, no es un incidente aislado, sino que se repite o se lleva a cabo de manera recurrente. Algunas personas pueden involucrarse en un patrón de conducta delictiva persistente, lo que puede indicar un comportamiento criminal habitual. Esta reiteración suele estar asociada a múltiples actividades delictivas a lo largo del tiempo.
La reincidencia en la comisión de delitos puede estar relacionada con diversos factores, como la falta de rehabilitación, la adicción, la falta de oportunidades o la falta de consecuencias adecuadas.
Va en contra de las normas y valores aceptados en una sociedad. Estas acciones son consideradas socialmente inaceptables y se espera que sean castigadas y controladas por el sistema legal.
La infracción social implica que el individuo transgrede las reglas básicas de convivencia establecidas en una comunidad, generando un desequilibrio en el orden social y en la armonía colectiva.
Suelen estar impulsadas por diversas motivaciones, que pueden variar según el individuo y el contexto. Algunas de las motivaciones comunes incluyen el deseo de obtener beneficios económicos, la búsqueda de poder o control, la satisfacción de necesidades emocionales o la falta de consideración hacia los demás.
Las motivaciones personales pueden ser complejas y están influenciadas por una variedad de factores individuales y ambientales.
Existen diversos tipos de conductas delictivas, clasificadas en función de diferentes criterios. Para tener una idea más clara, a continuación, se dan algunas:
El robo y el hurto son ejemplos comunes, donde se sustrae ilegalmente la propiedad de alguien. La extorsión involucra el uso de amenazas para obtener bienes o dinero. El vandalismo se refiere a la destrucción o daño intencional de la propiedad ajena.
La estafa y el fraude implican engañar a otros para obtener beneficios económicos ilícitos. Estos delitos afectan directamente los derechos y la seguridad económica de las personas.
El asesinato y el homicidio involucran la privación de la vida de otra persona. La agresión física causa daño físico o lesiones a otros. El secuestro implica la privación ilegal de la libertad de una persona. El robo con violencia combina el uso de fuerza o amenaza en la comisión de un robo. Estos delitos causan daños físicos, psicológicos y emocionales a las víctimas.
Estos delitos ponen en peligro la seguridad y tranquilidad de la comunidad en general. El terrorismo involucra actos violentos con la intención de generar miedo y causar daño generalizado.
La tenencia y el tráfico de armas ilícitas contribuyen a la proliferación de la violencia. La fabricación y distribución de drogas ilegales afectan la salud y el bienestar de las personas. El contrabando se refiere a la importación o exportación ilegal de bienes. Estos delitos amenazan la estabilidad y el orden social.
La violación es una penetración forzada sin consentimiento. El abuso sexual abarca acciones no consensuadas, como el abuso de menores. La pornografía infantil implica la producción, distribución o posesión de material sexualmente explícito que involucra a menores.
El acoso sexual se refiere a conductas no deseadas de naturaleza sexual. Estos delitos violan la integridad y dignidad de las personas.
Los delitos informáticos se cometen a través de medios electrónicos o informáticos. El hacking implica acceder o manipular sistemas informáticos sin autorización. El robo de identidad se refiere a obtener información personal para cometer fraude.
El fraude electrónico involucra engañar a personas para obtener beneficios financieros ilícitos. La difusión de virus informáticos busca dañar o interrumpir sistemas informáticos. El ciberacoso implica hostigar o amenazar a otros a través de internet. Estos delitos aprovechan las vulnerabilidades digitales para cometer actos ilícitos.
La obstrucción a la justicia busca interferir con la investigación o el proceso legal. La corrupción de funcionarios públicos implica el abuso de poder para obtener beneficios personales o ventajas indebidas.
La fuga de prisión se refiere a escapar ilegalmente de un lugar de detención. Estos delitos socavan la confianza en el sistema de justicia y obstaculizan la búsqueda de la verdad y la justicia.
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