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Hoy nos toca hablar de lo que es la justicia para Platón, quien fue un filósofo griego cuyo sistema filosófico se considera el inicio del idealismo. Popularmente, el término ha pasado a utilizarse como sinónimo de ideal, puro y casto, en referencia a cierta forma de sentir el amor por otra persona.
¿Has escuchado del amor platónico? Pues fue por él que se popularizó ese nombre; sin embargo, lo que nos trae aquí es entender qué es la justicia según Platón, expuesta en el Libro IV de La República. Así que quédate a descubrirlo.
En La República, Platón propone una definición de justicia según Platón que no se limita a los actos visibles del hombre, sino que regula lo interior del mismo: ninguna parte del alma debe realizar funciones que no le son propias. Así, la justicia se basa en el reparto equitativo de los beneficios de una ciudad entre sus habitantes. Para gobernar de manera justa, aquellos que menos tienen deben ser los más favorecidos por la organización política.
Los gobernantes ideales no deben buscar el poder por ambición personal, sino actuar en virtud del bien común. Si el gobierno recae en quienes lo desean por interés propio, la sociedad será deficiente e injusta. En este marco, se fortalece el vínculo entre Platón y la justicia, al considerar esta como un atributo de perfección comparable a la sabiduría y la valentía.
La transgresión a este principio de equilibrio y función se castiga severamente, permitiendo el correcto funcionamiento de la ciudad. Este orden social refleja qué es sentido de justicia para el filósofo: que cada quien cumpla con su deber. Esta idea representa la justicia como armonía funcional en el conjunto de la sociedad.
¿Cómo desarrolla Platón este concepto en su narrativa? Señala que la justicia se manifiesta cuando cada individuo cumple su función sin multiplicar sus actividades. Para él, la justicia consiste en que cada parte del alma, o cada clase social, haga lo que le corresponde. Esta visión se traduce en el concepto de orden.
Desde una perspectiva naturalista del orden social, Platón sostiene que la justicia representa un equilibrio al que debe aspirar el ser humano. En este sentido, justicia según Platón se entiende como lo que resulta más beneficioso para el estado perfecto.
Podemos decir, entonces, que la justicia en la sociedad consiste en que el gobernante gobierne, el trabajador trabaje y el esclavo obedezca. Esta organización asegura el equilibrio y el bienestar de todos los integrantes del sistema, según la visión clásica del filósofo.
Podemos decir entonces que la virtud de lo que es la justicia para Platón se da de dos formas:
Es poner cada cosa en su sitio, lo que ha sido tratado por los pensadores como justicia cósmica u orden cósmico.
Luego de los planteamientos platónicos, se han producido nuevos desarrollos en torno a este complejísimo concepto, teniendo como referente a su discípulo Aristóteles, quien se refirió a la justicia como “darle a cada quien lo suyo”. De esta manera, se retomaron ciertas concepciones previas en clave más democrática.
Para finalizar, diremos que la justicia entraña una significación ética fundamental, susceptible de ser definida porque, precisamente, no es definible de manera unívoca y sin tener en cuenta la lucha política ni el contexto social específico de su producción.
Ya hemos visto que la justicia es, para Platón, una virtud vinculada con el orden. Sin embargo, cuando este se quiebra, se está frente a la injusticia, donde tanto el alma como la sociedad se alejan de su estado ideal. El desarrollo de esta idea también se encuentra en La República, donde se expone que la injusticia aparece cuando los deseos se imponen sobre la razón o cuando el espíritu pierde su guía racional.
Ahora bien, tampoco podemos ignorar la vertiente social del concepto de injusticia. ¿En qué consiste, entonces? Si los integrantes de la polis están fuera de su lugar —por ejemplo, si quienes gobiernan no deberían hacerlo—, se genera el caos. En términos filosóficos, la injusticia puede definirse como un desajuste social, ya que cada quien tiene una función, incluidos los guardianes, los productores o los esclavos.
Hablar de la injusticia según Platón también implica reconocer lo que esta representa como enfermedad del alma. Si retomamos lo expuesto, la justicia es armonía; por tanto, su opuesto es descomposición. La injusticia quiebra el orden tanto interior como colectivo. Actuar injustamente no solo daña a los demás, sino que corrompe a uno mismo. Solo quien pone la razón por encima de las pasiones puede alcanzar la virtud y la felicidad, objetivo último de la filosofía de Platón.
Aristóteles, quien fue un filósofo, polímata y científico nacido en la ciudad de Estagira, al norte de la Antigua Grecia, es considerado, junto con Platón, el padre de la filosofía occidental. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente durante más de dos mil años.
Para Aristóteles, la justicia universal representa la suma de las virtudes en las relaciones sociales; en cambio, la justicia particular es una parte del total de las virtudes, y tiene como objeto la distribución e intercambio de bienes, así como la regulación de las actividades humanas conforme a normas. En esta concepción, el pensamiento aristotélico amplía, matiza y proyecta la herencia de Platón y la justicia hacia nuevas categorías de análisis político y ético.
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