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Cumplir con las horas de práctica que exige la licenciatura en Derecho no siempre implica asumir un cargo ad honorem dentro de un bufete universitario, en vista de que, desde 2018, la Ley Reglamentaria del Artículo 5.º Constitucional reconoce la posibilidad de práctica jurídica mediante trabajo profesional.
Esto consiste en que el propio empleo remunerado del estudiante o egresado sea validado como experiencia académica en la medida en la que este cumpla requisitos de supervisión institucional.
Además de alinearse con marcos internacionales sobre aprendizaje basado en el trabajo, este esquema de práctica jurídica mediante trabajo profesional ofrece a las facultades mexicanas una vía para armonizar su plan de estudios con las tendencias globales de educación legal reconocidas.
En este sentido, el Derecho es una disciplina eminentemente empírica, de manera que, ningún aula sustituye a la presión de defender a un cliente ante un juez ni la necesidad de redactar un contrato sin cláusulas ambiguas.
Por lo tanto, convalidar esas tareas como parte del plan de estudios ahorra tiempo, reduce la duplicidad de esfuerzos y acelera la inserción en el mercado.
Según el Observatorio Laboral, los abogados con experiencia previa reportan 15 % más ingresos en los primeros 3 años de ejercicio.
Por otra parte, a nivel competitivo, las firmas transnacionales valoran que sus candidatos hayan acreditado la experiencia laboral durante la carrera, pues ello implica familiaridad con estándares de cumplimiento y con gestión de riesgos, las cuales son 2 áreas críticas en los procesos de due diligence internacionales.
De esta manera, la práctica jurídica validada formalmente facilita la movilidad laboral entre países que comparten tratados de reconocimiento de títulos.
Se trata de un esquema en el que el estudiante, recién egresado o abogado en proceso de titulación formaliza sus labores profesionales, tales como, por ejemplo, asistir a audiencias, elaborar demandas o dictámenes, documentándolas para que la facultad valide que cumplen los resultados de aprendizaje previstos en la asignatura de prácticas profesionales.
La práctica jurídica mediante trabajo profesional se diferencia de la siguiente forma de la práctica profesional:
Lugar de prestación: el trabajo profesional se desarrolla en la organización donde la persona ya labora, de manera que, la práctica tradicional suele asignar despachos o juzgados convenidos por la universidad.
Relación contractual: existe remuneración y contrato laboral regulado por la Ley Federal del Trabajo (México), mientras que, en el esquema clásico, la práctica es predominantemente formativa y sin salario.
Supervisión dual: la supervisión recae tanto en un abogado responsable interno como en un profesor de la universidad, garantizando cumplimiento académico y profesional.
Evidencias: se exigen informes mensuales, bitácoras y dictámenes sellados que respalden cada hora acreditada.
Pueden realizar la práctica jurídica como trabajo profesional, las siguientes personas:
Se trata de aquellos estudiantes que han cubierto al menos el 70 % de créditos y cuentan con un puesto que incluya actividades legales de forma continuada.
Son graduados que aún no presentan examen profesional y desean que su empleo actual compute las horas requeridas por su programa de titulación, conforme a los Lineamientos de Titulación de la Facultad de Derecho‑UNAM.
Profesionistas que ya ejercen, pero necesitan regularizar su situación académica antes de obtener cédula profesional ante la Dirección General de Profesiones.
Para acreditar la práctica jurídica mediante trabajo profesional, deben cumplir los siguientes requisitos:
Estar inscrito en un plan de estudios con opción de prácticas profesionales y servicio social.
Contar con contrato laboral vigente en un despacho, juzgado, dependencia pública o empresa con área legal.
Registrar el proyecto ante la coordinación académica antes de la fecha límite semestral establecida en el Reglamento de la Ley Reglamentaria del Artículo 5.º.
Designar a un abogado responsable con un mínimo de 5 años de experiencia para firmar los reportes.
Presentar bitácoras quincenales que totalicen el número de horas exigidas (generalmente 480).
Mantener como mínimo un promedio de 8.0 o su equivalente, según el reglamento interno de la universidad.
El proceso de acreditación de la práctica jurídica mediante trabajo profesional se lleva a cabo de la siguiente manera:
Se llena el formato oficial y se adjunta la carta de aceptación del centro de trabajo. Algunas instituciones cuentan con un Registro Único de Profesionales, como el del Poder Judicial de la Ciudad de México.
Cada mes, el estudiante entrega informes de casos atendidos, escritos presentados y resoluciones obtenidas, firmados por el responsable interno y digitalizados en PDF.
Un comité de práctica profesional revisa la pertinencia de las actividades, verifica la correlación entre horas reportadas y documentos probatorios, y emite dictamen aprobatorio o solicitudes de corrección en un plazo máximo de 30 días hábiles.
Algunos de los beneficios de realizar la práctica jurídica mediante trabajo profesional son los siguientes:
El abogado en formación capitaliza cada contrato redactado o audiencia celebrada, evitando destinar horas extra a un servicio social paralelo.
La exposición a expedientes verdaderos y clientes reales durante el ejercicio profesional pasante y práctico fortalece competencias como negociación y argumentación que difícilmente se replican en simulaciones.
De acuerdo con el Reglamento para la Prestación del Servicio Social, los proyectos con impacto directo en la comunidad reciben prioridad, por lo que el reconocimiento académico es inmediato.
El historial de casos acreditados en las prácticas profesionales en Derecho sirve como portafolio. En el Observatorio Laboral se observa que los egresados con un año de experiencia perciben ingresos hasta $4,000 MXN mensuales más que quienes no la poseen, especialmente en la Ciudad de México.
Algunas recomendaciones para llevar a cabo el proceso de acreditación práctica jurídica mediante trabajo profesional son las siguientes:
Llevar un registro digital y otro físico con folios consecutivos, de manera que, cualquier omisión puede invalidar semanas de trabajo. Hay que conservar respaldos en la nube para evitar extravíos.
Es recomendable asegurarse de que las horas declaradas coincidan con los documentos anexos y el horario contractual. Una discrepancia superior al 10 % suele ser causal de rechazo del dictamen.
Cada facultad emite lineamientos internos para este ejercicio profesional pasante y práctico, de forma tal que, es aconsejable revisar las versiones vigentes y mantener comunicación con el asesor académico. En caso de duda, se puede solicitar por escrito la aclaración de plazos y formatos para evitar interpretaciones erróneas.
Cumplir con la práctica jurídica mediante trabajo profesional de forma estratégica, integrando para ello el trabajo profesional al programa académico, lo cual permite consolidar habilidades, obtener títulos con mayor rapidez y mejorar el posicionamiento en el mercado.
Así pues, cuando se siguen los pasos de registro, documentación y evaluación descritos, el empleo actual se transformará en un escalón directo hacia la cédula profesional y una carrera legal exitosa.
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