Índice
Un ejemplo de informe de práctica profesional en Trabajo Social facilita el cumplimiento de este requisito por medio del que es posible demostrar de una forma objetiva cómo se aplicaron los conocimientos adquiridos en el aula a un contexto real de trabajo social.
Así pues, este trabajo que se elabora cuando se concluye la práctica profesional, también funciona como un portafolio de evidencias que es solicitado por diversas universidades de México para acreditar hasta el 40 % de los créditos finales de la licenciatura, y los órganos acreditadores insisten en su relevancia para evaluar competencias profesionales.
Entregar un informe profesional de calidad incrementa las posibilidades de obtener cartas de recomendación, participar en programas de servicio civil o aspirar a posgrados.
De tal manera, las instituciones públicas como el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) valoran la claridad y profundidad del documento al evaluar candidatos para plazas de primer ingreso.
Aunque cada universidad fija su propio formato, la mayoría coincide en los apartados que se describen a continuación, alineados con los Estándares Globales de Formación de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales:
Portada con datos personales, institución receptora y periodo de prácticas.
Índice numerado con títulos y subtítulos.
Introducción que contextualiza el problema social abordado y los objetivos de la intervención.
Marco teórico que sintetiza autores esenciales, tales como, por ejemplo, Mary Richmond y legislación mexicana aplicable, tal como la Ley General de Bienestar.
Metodología de intervención en la cual se describen técnicas y recursos utilizados, incluidos instrumentos validados por la Secretaría de Salud.
Resultados con indicadores cuantitativos y cualitativos respaldados por tablas o gráficas.
Conclusiones y recomendaciones concretas que sean viables para la institución receptora.
Anexos con evidencias fotográficas, encuestas, entrevistas y formatos de consentimiento informado.
Al respecto, seguir esta estructura garantiza coherencia y facilita la evaluación académica, además de cumplir con los lineamientos del Manual de Prácticas Profesionales de la Secretaría de Educación Pública.
Un marco teórico sólido evita descripciones superficiales y enlaza la intervención con categorías analíticas reconocidas, tales como el enfoque ecológico de Bronfenbrenner o la teoría de sistemas.
De esta manera, el lector entiende por qué se eligieron algunas técnicas en específico y cómo estas se vinculan con la literatura especializada.
La práctica profesional en el trabajo social es el puente entre la teoría y la realidad social. A escala global, la IFSW destaca que las experiencias de campo refuerzan la ética de servicio y la perspectiva de derechos humanos.
Así pues, en México, un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana reportó que los egresados que concluyen prácticas en organismos gubernamentales incrementan su empleabilidad un 25 %.
Además, el informe documenta procesos y resultados que otras y otros colegas pueden replicar o mejorar, lo que fortalece la disciplina del trabajo social y genera conocimiento colectivo.
Un ejemplo de informe de prácticas profesionales en Trabajo Social es el siguiente:
Durante el periodo enero–junio 2025 realicé mi práctica profesional en el Centro de Atención Integral a Familias Vulnerables (CAIFV) del municipio de Puebla. El objetivo principal fue identificar factores de riesgo asociados a la violencia intrafamiliar y diseñar intervenciones basadas en un enfoque de derechos.
El presente ejemplo de informe de práctica profesional en Trabajo Social expone la metodología empleada, los resultados obtenidos y las recomendaciones para dar continuidad al programa.
Se completaron 120 horas de servicio distribuidas en los siguientes ejes:
La técnica de entrevista semiestructurada se sustentó en el Capítulo III del Reglamento de Trabajo Social del CAIFV (2022).
Para ello, se aplicaron 25 instrumentos y se obtuvo una tasa de respuesta del 80 %. Entre los hallazgos destacó que el 60 % de las familias carecía de redes de apoyo formal, aumentando el riesgo de reincidencia en contextos violentos. Asimismo, estos datos se contrastaron con el Índice de Vulnerabilidad Social elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Se realizaron 18 estudios conforme a la Norma Técnica SEDESOL NTTS‑01‑2018. Gracias a esta clasificación, 3 familias fueron canalizadas al Programa de Apoyo Alimentario 2025 y sus expedientes se subieron a la plataforma SIGED para seguimiento institucional.
Se diseñaron 3 sesiones educativas basadas en la guía de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
Tras la intervención, el 70 % de las y los asistentes identificó al menos 2 rutas de atención, según una encuesta de tipo Likert.
Algunos consejos para redactar el informe correctamente son los siguientes:
Evita tecnicismos innecesarios y, en vez de ello, optar por el uso de oraciones cortas que expliquen claramente qué se hizo, cómo se hizo y por qué.
Por ejemplo, puede escribirse que: “Se aplicó una escala de resiliencia a 15 adolescentes”, en vez de “Se procedió a la aplicación del instrumento psicométrico correspondiente”.
Algunos estudiantes descargan plantillas y solamente cambian nombres, lo que puede derivar en observaciones de plagio mediante software como Turnitin.
De tal modo, es preferible personalizar cada sección y relacionar la teoría con la realidad de campo. Si se necesita inspiración, hay que revisar repositorios oficiales, pero recuerda citar adecuadamente.
Los informes que tiene más de 5 errores ortográficos pueden llegar a recibir calificaciones menores.
Por lo tanto, hay que revisar acentos, concordancia y aplicar normas APA 7 para las citas, formateando con márgenes de 2,5 cm y tipografía Arial 12 pt, interlineado 1,5, siguiendo la Norma Editorial de la Escuela Nacional de Trabajo Social.
Es aconsejable compartir el borrador mediante Google Drive o el sistema institucional para recibir comentarios.
Al respecto, la retroalimentación temprana ayuda a pulir detalles metodológicos y fortalecer la justificación de las decisiones profesionales.
Un ejemplo de informe de práctica profesional en Trabajo Social contribuye a que, más allá de ser un requisito de titulación, la elaboración de este riguroso trabajo proyecte la ética y capacidad analítica que se tiene como futura o futuro trabajador social.
Así pues, es crucial que este se encuentre bien estructurado, basado en evidencia y respaldado por fuentes oficiales, para que la práctica realizada destaque ante reclutadores e instituciones.
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