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Un esquema de determinantes y pronombres permite comprender que estos cumplen un papel esencial en la construcción de oraciones, en vista de que, aportan precisión y evitan repeticiones innecesarias. Así pues, los determinantes acompañan al sustantivo para concretar su significado, mientras que, los pronombres sustituyen al sustantivo y lo reemplazan en el discurso.
Con respecto a qué son los determinantes, estos se tratan de palabras que acompañan al sustantivo para delimitar su referencia, es decir, cantidad, posesión, cercanía, entre otros. Así pues, en la gramática se explica que los determinantes se anteponen al nombre y contribuyen en la formación de expresiones referenciales estables.
Este es un enfoque que se aplica desde primaria hasta bachillerato, tanto en planeaciones didácticas, así como libros de texto, en los cuales se prioriza que el estudiantado identifique cómo los determinantes acotan el significado del sustantivo y mejoran la precisión expresiva.
En actividades de lectura, por ejemplo, subrayar determinantes ayuda a anticipar si el texto habla de referentes ya presentados o introduce información nueva.
Los tipos de determinantes son los siguientes:
Los artículos pueden ser definidos, tal como el, la, los, las, e, indefinidos, es decir, un, una, unos o unas. Estos señalan si el referente es conocido o no por los interlocutores.
Por ejemplo: “Los estudiantes aprobaron” o “Unos compañeros llegaron tarde”.
Los determinantes demostrativos indican proximidad o lejanía respecto de quien habla u oye: este/esta/estos/estas; ese/esa/esos/esas; aquel/aquella/aquellos/aquellas. Puedes usarlos para anclar el referente en el espacio o en el tiempo.
Los determinantes posesivos señalan pertenencia, tal como mi/mis; tu/tus; su/sus; nuestro/a(s); vuestro/a(s).
Por ejemplo: “Mi casa” o “Nuestros libros”.
Los determinantes numerales son: cardinales (uno, dos, tres); ordinales (primero, segundo); partitivos (medio, tercio) y multiplicativos (doble, triple). Estos ayudan a cuantificar y ordenar.
Por ejemplo: “Tres equipos compiten”.
Los determinantes indefinidos expresan cantidad o identidad imprecisa, tal como: algún, ningún, varios, muchos, pocos, cierto, demasiado, bastante.
Por ejemplo: “Varios casos ilustran el fenómeno”.
Los determinantes interrogativos y exclamativos introducen enunciados interrogativos o exclamativos: qué, cuánto/a(s), cuál(es).
Por ejemplo: “¿Qué libro recomiendas?” y “¡Cuánta gente vino!”
En el esquema de determinantes y pronombres, conviene separar funciones, puesto que, los pronombres sustituyen al sustantivo o al grupo nominal y, por tanto, forman por sí mismos un sintagma con valor referencial.
Para el trabajo en aula, una pauta útil es elaborar listas de sustitución: por cada grupo nominal frecuente en tu tema: "los ecosistemas urbanos" o, "la solución saturada".
De igual modo, es conveniente definir el pronombre posible (ellos/ellas; esta/esa; lo/la) y en qué casos conviene usarlo, lo que a su vez permitirá que el alumnado pueda automatizar la cohesión sin ambigüedades.
Así pues, los pronombres son una especie de “palabras comodín” que apuntan a personas, cosas o ideas sin nombrarlas directamente: yo, tú, él; esto, eso, aquello; alguien, nadie; que, quien, cuyo, entre otros.
En un esquema de determinantes y pronombres, es preciso aclarar que los pronombres desempeñan funciones de sujeto (Yo estudié), complemento directo (Lo vi), complemento indirecto (Le escribí), término de preposición (Hablé con ella), entre otras.
A diferencia de los determinantes, los pronombres pueden constituir por sí solos el núcleo de un sintagma.
Para que tu esquema de determinantes y pronombres resulte claro, organiza los subgrupos y un ejemplo mínimo:
Los pronombres personales comprenden las formas tónicas, es decir, yo, tú, él/ella, nosotros/as, ustedes, ellos/as, así como las formas átonas que son me, te, se, lo/la/los/las, le/les, nos, os.
Por ejemplo: “Ellos explicaron el proyecto” o “Se lo di”.
Los pronombres demostrativos son esto, eso, aquello. Estos señalan entidades en función de la distancia respecto del hablante.
Por ejemplo: “Eso no me convence”.
Los pronombres posesivos son mío/a(s), tuyo/a(s), suyo/a(s), nuestro/a(s), vuestro/a(s).
Por ejemplo: “Ese cuaderno es mío”.
Los pronombres relativos son que, cual, quien(es), cuyo/a(s), donde. Estos introducen oraciones subordinadas.
Por ejemplo: “El libro que prestaste…”.
Los pronombres interrogativos y exclamativos son qué, quién(es), cuál(es), cuánto/a(s).
Por ejemplo: ¿Quiénes vienen?”, “¡Cuánta paciencia!”.
Los pronombres indefinidos son alguien, nadie, algo, nada, cualquiera, alguno/a(s), ninguno/a, otros/as, varios/as, muchos/as, entre otros.
Para elaborar un esquema de determinantes y pronombres, se deben comprender las diferencias que hay entre ambos:
Presencia de sustantivo: los determinantes acompañan al nombre ("este libro"), mientras que, los pronombres lo sustituyen (“este”).
Función sintáctica: los determinantes forman parte de un grupo nominal y los pronombres pueden ser núcleo.
Flexión y concordancia: ambos concuerdan en género y número con su referente; los pronombres personales incluyen rasgo de persona (yo, tú…).
Ortografía actual: la distinción entre demostrativos determinantes y pronombres no se marca con tilde.
Cuando prepares una exposición o un ensayo corto, escribe al inicio un mini esquema de determinantes y pronombres que liste aquellos que vas a usar, tal como artículos definidos/indefinidos, demostrativos cercanos/lejanos, al igual que, personales de 3.ª persona.
Después, revisa la concordancia entre género y número en determinantes, y en el caso de pronombres (lo/la/le, se, entre otros.). Esta rutina reduce errores frecuentes, tales como leísmo/laísmo/loísmo, además de que mejora la cohesión del texto.
Algunos ejercicios con determinantes y pronombres son los siguientes:
Subraya el sustantivo y encierra entre corchetes el determinante, tal como, por ejemplo: “(Estos) estudiantes presentarán (sus) proyectos mañana”.
Explica qué información aporta cada determinante, tal como proximidad, posesión, cantidad, entre otras.
Reescribe sustituyendo el grupo subrayado por un pronombre correcto: “Vi a los ganadores del concurso en la feria” → “Los vi en la feria”. Justifica caso y función (CD con “los”).
Compara: “Aquel mural me gusta” (determinante + sustantivo) con “Aquel me gusta” (pronombre). Explica por qué en el segundo ejemplo la palabra sostiene por sí sola la referencia.
Dominar determinantes y pronombres mejora la precisión al leer, escribir y hablar. Estos se emplean para realizar las siguientes acciones:
Planear redacciones, es decir, decidir si el referente ya es conocido (“los estudiantes”) o no (“unos estudiantes”).
Evitar repeticiones, usando pronombres para cohesionar (“María estudia. Ella presenta mañana”).
Desarrollar rúbricas de evaluación con las cuales verificar concordancia, adecuada selección de determinantes y uso correcto de pronombres átonos (lo, la, le…).
Claridad en instrucciones y consignas. Se pueden listar determinantes y pronombres clave que deben aparecer en respuestas modeladas, tales como, por ejemplo, uso de demostrativos y personales al redactar observaciones de laboratorio.
Al diseñar rúbricas o secuencias, reserva un criterio explícito para “referencia y concordancia” y otro para “cohesión por pronominalización”.
También puedes crear un banco de sustituciones típicas (SN → pronombres) para cada asignatura.
Así pues, conocer a fondo estas categorías gramaticales con la ayuda de un esquema de tipos de determinantes y pronombres, te da las herramientas necesarias para expresarte con mayor seguridad y claridad en cualquier contexto.
Un esquema de determinantes y pronombres facilita la labor de distinguir funciones, elegir la forma adecuada y revisar concordancias, de manera que, reconocerlos y aplicarlos correctamente en la escritura y en la oralidad, es clave para transmitir ideas con precisión.
Así pues, estos son fundamentales para expresarse con claridad, de forma tal que, más allá de ser tan solo una cuestión de gramática, se trata de una estrategia de comunicación efectiva que está compuesta por elementos que permiten precisar el significado de los sustantivos y evitar repeticiones innecesarias, logrando un discurso más fluido y comprensible.
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