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La danza es una manera de expresión artística y de expresión de emociones, sentimientos, pensamientos, imágenes y estados de ánimo del ser humano. Existen actividades de danza para secundaria, las cuales son un medio para entretenerse, divertirse y gozar con movimientos rítmicos corporales. Es una actividad de danza que impulsa tanto lo físico como lo emocional.
Las actividades de danza para secundaria son muy beneficiosas en la formación del niño o adolescente, al saciar su necesidad de expresión y construcción por medio del entendimiento de su propio cuerpo, ayudándolo a descubrir las diversas habilidades de desplazamiento que este posee.
Se necesita hacer una distinción entre bailar de forma natural y tomar una clase de danza. Los profesores especializados en danza aconsejan que la edad ideal para empezar a aprender danzas más complejas como la tradicional o la contemporánea es desde los 7 u 8 años, ya que los niños de primaria tienen mayor capacidad para comprender explicaciones complejas y, además, coordinar movimientos de manera consciente. Previo a esta edad, desde los 4 o 5 años, conviene recurrir a danzas de expresión corporal o de iniciación, donde el niño irá conociendo el espacio, trabajará la rítmica y logrará incluir creatividad mediante la improvisación.
La danza se puede convertir en una poderosa herramienta para el desarrollo integral de los niños y adolescentes. Estos son los aspectos que destacan:
Por sus múltiples beneficios, siguen surgiendo academias de danza en todo el mundo, en las que se proponen diversas actividades de danza para secundaria adaptadas a todas las edades, gustos y condiciones físicas. Estas propuestas responden también a la necesidad de saber cómo enseñar danza en secundaria de forma efectiva y lúdica.
¿Te gustaría conocer más actividades para danza secundaria? Ya te las mencionamos.
Una de las disciplinas más demandadas por los estudiantes de una academia de danza son los bailes de salón, que incluyen una variedad de estilos. Muchos de ellos están ligados a tradiciones populares que han cobrado relevancia en contextos de identidad local. Entre ellos se incluyen bailes latinos (salsa, bachata, samba, chachachá, kizomba), bailes nacionales (pasodoble, tango) y géneros populares como el rock & roll.
Vals en baile de graduación
En varias academias se invita a los estudiantes a participar en concursos y exhibiciones, tanto de carácter nacional como internacional. Además, se enseñan otras disciplinas que no pertenecen al salón, como sevillanas, flamenco, la marinera peruana, la cueca chilena, entre otras. Los bailes folclóricos suelen practicarse con motivo de efemérides o festividades para fortalecer la identidad local.
Marinera norteña (Perú)
Se ofrecen clases de danza para chicos y chicas, clasificadas por edades y niveles. El baile representa una actividad muy positiva en su desarrollo físico y social. Les ayuda a descubrir nuevas formas de expresión, estimula su creatividad y mejora su autoconfianza y autoestima. Además, permite canalizar toda la energía que caracteriza a los más pequeños.
Para ellos, suelen ofrecerse clases de ballet tradicional, dancehall, hip-hop, funky, modern jazz o danza creativa, además de talleres específicos para explorar sus habilidades en las artes visuales.
Pasos de breakdance
Se dice que la docencia es una profesión vocacional, y no hay duda de ello. Pero la danza, en niveles profesionales, también lo es. No solo implica el desarrollo de habilidades, sino también la construcción de una identidad: qué se baila, por qué se baila, qué sentido tiene el movimiento, qué se expresa, qué lugar tiene el baile en la vida de quien lo elige. Lo que comienza como un gusto puede convertirse en una profesión cuyos beneficios abarcan desde la realización personal hasta la obtención de ingresos.
Así, los adultos que quieren formarse como maestros de danza pueden hacerlo en una academia especializada. En estos espacios, adquieren tanto una perspectiva técnica como pedagógica respecto a la enseñanza: tipos de bailes, estilos nacionales e internacionales, danzas urbanas, modern jazz, estructura coreográfica, tendencias contemporáneas, entre otros. El objetivo es que el estudiante se convierta en un instructor versátil, preparado para enseñar a diversos grupos.
Los bailes individuales o de pareja son los más comunes, como ocurre con la salsa o incluso con las danzas tradicionales, en las que se suelen formar grupos de dos bailarines, hombres y mujeres. Pero ¿qué pasa con las coreografías? ¿Cuál es su lugar en la expresión corporal en una etapa tan importante como la secundaria? Anticipamos la respuesta: es una actividad lúdica.
¿Cuáles son los beneficios de las coreografías? Ya hemos mencionado que es lúdica, pero también posee otro componente importante: el trabajo en equipo. Los bailes de pareja necesitan, en efecto, coordinación y mucha práctica según el caso, pero las coreografías exigen un poco más. Y no se trata exclusivamente de aprender determinados pasos, sino también de coordinarse en una gran variedad de funciones: figuras, movimientos, tiempos de entrada y salida según lo representado, entre otros.
Visto esto, las coreografías para eventos, concursos interescolares, festividades, cumpleaños, flashmobs, entre otros, pueden ser opciones muy atractivas para desplegar la creatividad y el talento. De hecho, las coreografías se pueden confeccionar con o sin un coreógrafo, pero siempre con la supervisión de un maestro de danza. Así, los jóvenes serían testigos de su propia creación dentro de las actividades para taller de danza que potencian sus habilidades escénicas.
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