Índice
Aunque el nacimiento a término es casi la regla general, también ocurre que muchos bebés llegan al mundo semanas antes de la planificación esperada. A estos niños se les conoce como prematuros y cuentan con determinadas características, necesidades y riesgos que deben ser controlados para garantizar no solo su salud, sino también su supervivencia. En este sentido, requieren cuidados generales del recién nacido prematuro, los cuales consisten en acciones específicas que tienen el objetivo de garantizar su desarrollo hasta que se encuentre fuera de cualquier peligro. En lo que sigue, se comentan los aspectos más relevantes de estos cuidados.
Los neonatos prematuros presentan características que los diferencian claramente de los bebés que nacen dentro del ciclo esperado de gestación. Mientras que el embarazo normal fluctúa entre las 38 y 42 semanas, los nacidos antes de la semana 37 son considerados prematuros. Esto provoca, desde luego, un desarrollo parcial en el neonato, que puede identificarse a través de señales físicas que indican la necesidad de los cuidados generales del recién nacido prematuro:
Tanto la cabeza como los miembros (piernas y brazos) pueden presentar un tamaño desproporcionado con respecto a otras partes del cuerpo; es decir, son más grandes o más pequeños en comparación con un neonato nacido tras las 38 semanas. Esta desproporción se corrige con el paso de los siguientes días y semanas tras el nacimiento.
La piel es considerablemente traslúcida y delgada, razón por la cual pueden verse vasos sanguíneos. Sumado a esto, puede presentar un color rojizo o violáceo, y amoratarse fácilmente con el contacto.
Los genitales pueden estar menos desarrollados. En el caso de los varones, el pene suele tener un tamaño pequeño y los testículos no haber descendido. En las mujeres, por su parte, al no tener desarrollado el exterior de los genitales, puede presentar un clítoris prominente.
Los movimientos de los recién nacidos prematuros suelen ser pocos o, cuando ocurren, bruscos e intempestivos. Esto mejora a medida que los músculos y la coordinación se desarrollan.
El lanugo es una capa de vello corporal muy fino que se va perdiendo progresivamente desde al nacimiento del bebé prematuro.
Al nacer, los bebés prematuros pueden tener los ojos cerrados y las orejas muy pequeñas, además de pegadas a la cabeza debido a la falta de cartílago.
Un bebé nacido a término suele tener un peso superior a los 3 kg, mientras que un bebé prematuro puede alcanzar hasta los 2 kg o menos. En el caso de pesar 1 kg o menos, puede implicar un bajo riesgo de supervivencia del recién nacido prematuro.
El proceso de atención de enfermería (PAE) es parte de los cuidados generales del recién nacido, sobre todo, cuando aún se encuentra en las instalaciones del centro de salud, ya sea hospital o clínica. Como proceso, incluye con conjunto de medidas de monitorización no solo de los signos vitales del neonato, sino también de la realización de pruebas de laboratorio. Además, se toman en cuenta las siguientes acciones:
Control la temperatura. Con el objetivo de prevenir la hipotermia, es muy común la utilización de incubadoras.
Administración de oxígeno cuando la saturación se encuentra por debajo de los niveles normales. A este se le conoce como oxigenoterapia, la cual consiste en monitorear la respiración y oxigenación del neonato.
Administración de medicamentos. Se administran diferentes medicamentos para evitar posibles infecciones, como los antibióticos por vía intravenosa.
Cuidados generales. Se cuida la piel, la postura del neonato, la humedad, así como se controla la iluminación, los ruidos molestos, el peso y las apneas que puedan aparecer.
Otros procedimientos. Cuando es necesario, los enfermeros y enfermeras pueden realizar lavados, utilizar ventilación asistida y facilitar el contacto entre los padres con el recién nacido prematuro.
Los cuidados generales del recién nacido prematuro son esenciales para su supervivencia y desarrollo. Estos cuidados –también importantes en casa– a se centran en apoyar el crecimiento y desarrollo del bebé mientras se protege su salud.
La leche materna es la mejor opción para alimentar a un bebé prematuro, aunque a veces puede ser necesario complementarla con fórmulas especiales. La leche materna, de hecho, proporciona nutrientes esenciales para que el recién nacido prematuro tenga un sistema inmunológico fuerte y una nutrición adecuada.
Los bebés prematuros necesitan un ambiente tranquilo, estable y confortable en cuanto a la temperatura. Esto incluye limitar el ruido y la luz, así como mantener una temperatura constante, que debe asegurar que el recién nacido posee una temperatura corporal que fluctúe entre los 36 y 37 grados centígrados. Es importante la ganancia de grasa corporal y, por ende, peso.
La higiene es fundamental para prevenir infecciones. Esto incluye lavarse las manos antes de tocar al bebé y limpiar cuidadosamente aquellas áreas que más se manipulan, tanto del entorno como del cuerpo del bebe. Para el entorno, no es necesario utilizar obligatoriamente desinfectantes.
Los bebés prematuros necesitan mucho sueño para crecer y desarrollarse; en efecto, requieren más de 16 horas de sueño, una cifra que puede incrementarse en los neonatos prematuros. Los padres deben proporcionar un ambiente tranquilo y propicio para promover el sueño.
Aunque los recién nacidos prematuros necesitan un ambiente tranquilo, también requieren cierta estimulación para fomentar su neurodesarrollo. Esto puede incluir el contacto piel con piel y hablar suavemente al bebé.
Por último, dentro de los cuidados generales del recién nacido prematuro, se incluye el seguimiento médico regular para monitorizar su crecimiento y desarrollo. Esto puede incluir visitas regulares al pediatra y a otros especialistas.
Los cuidados generales del recién nacido son importantes para minimizar la incidencia varios problemas de salud como los que se presentan a continuación:
Apnea. El recién nacido prematuro puede dejar de respirar durante algunos segundos
Anemia. Esto se debe a una baja cantidad de glóbulos rojos en la sangre.
Displasia broncopulmonar. Se trata de un desarrollo anormal de los pulmones que puede llevar a problemas respiratorios.
Retinopatía del prematuro. Es una afección ocular que puede llevar a la ceguera.
Infecciones. Los bebés prematuros tienen un sistema inmunológico débil y son más susceptibles a las infecciones.
Enterocolitis necrosante. Esta enfermedad afecta gravemente el intestino del bebé. Esto puede causar dolor abdominal, hinchazón y, en ciertos casos, puede ser mortal.
Hiperbilirrubinemia. Un nivel alto de bilirrubina en la sangre que puede causar ictericia.
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.