Dipirona: ¿para qué sirve?
La dipirona es un fármaco ampliamente utilizado en diversos países para el manejo del dolor y la fiebre. A pesar de su popularidad, su empleo y disponibilidad varían en función de las condiciones médicas de los pacientes.
Es importante considerar que, como con todos los fármacos, su consumo está sujeto a prescripción y seguimiento. Este texto es orientativo, por lo que siempre debes consultar a un profesional de la salud. Te contamos para qué sirve la dipirona.
¿Qué es la dipirona o metamizol?
La dipirona o metamizol –los nombres comerciales son diversos– es un fármaco analgésico y antipirético utilizado por sus propiedades para disminuir el dolor y la fiebre. Comúnmente, se prescribe en casos en los que otros fármacos no son efectivos en el control de la fiebre, las contracciones musculares o los dolores agudos intensos, como los derivados de operaciones, neoplasias o traumatismos. Sus principales presentaciones son los comprimidos, supositorios e inyectables, lo que facilita su administración según las necesidades o estado del paciente.
Dipirona: ¿para qué sirve?
La dipirona se prescribe en los siguientes casos:
Alivio de dolor. La dipirona es particularmente efectiva en el manejo de dolor de intensidad media a severa cuando otros analgésicos no logran aliviarlo.
Control de la fiebre. Se le considera un antipirético eficaz, por lo que puede reducir la fiebre cuando otros fármacos no generan los efectos esperados.
Espasmolítico. Se utiliza como agente espasmolítico para relajar la musculatura lisa, de modo que es útil frente a cólicos, espasmos y dolores musculoesqueléticos.
Entonces, se reconocen sus propiedades analgésicas, antipiréticas y espasmolíticas.
Propiedades farmacocinéticas
Ahora bien, en cuanto a sus propiedades farmacocinéticas, por un lado, su absorción es rápida en el tracto digestivo, por lo que sus efectos se manifiestan desde los 30 hasta los 120 minutos tras la ingesta. Por otro lado, en cuanto a su eliminación, el metamizol cuenta con una vida biológica de 8 a 10 horas y la depuración es renal.
Contraindicaciones de la dipirona
Como vio, este medicamento ofrece beneficios en situaciones febriles, dolorosas o, incluso, tensión muscular. Sin embargo, se deben tomar en cuenta las siguientes contraindicaciones y precauciones para evitar problemas de salud asociados a su ingesta:
Las personas con enfermedades renales o hepáticas, así como úlceras en el sistema digestivo, deben evitarla.
Los individuos que cuentan con historial de reacción alérgica a los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) tienen prohibido su consumo.
La deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD) es otra contraindicación, ya que el uso de metamizol en estos casos puede provocar hemólisis.
Puede ocurrir hipotermia grave si la dipirona se administra al mismo tiempo que neurolépticos (calmantes).
Se contraindica durante el embarazo y en infantes menores de tres meses.
La aplicación de metamizol por vía intravenosa debe ser lenta para evitar hipotensión y choque.
Un médico debe controlar la administración de este fármaco y, en todos los casos, ser temporal por sus posibles efectos secundarios.
Principales efectos adversos de la dipirona
Reacciones leves
La dipirona podría causar las siguientes reacciones adversas leves:
Reacciones dermatológicas leves (picazón, enrojecimiento, erupciones cutáneas, entre otros).
Dificultades para respirar con normalidad.
Molestias gastrointestinales (náuseas, vómitos y dolor abdominal).
Hipotensión o presión baja.
Reacciones graves
Las reacciones adversas graves, que implican suspender la administración de dipirona, son las siguientes:
Broncoespasmo, potencialmente peligroso para quienes padecen asma u otros problemas respiratorios crónicos.
Angioedema, un tipo de hinchazón que afecta a la piel y tejidos blandos que puede derivar en infección.
Eritemas cutáneos, que se expresan a través del enrojecimiento de la piel, irritación y, en casos más, graves, infección.
Síndrome de Stevens-Johnson, un trastorno de las mucosas y la piel que se considera emergencia médica tras progresar.
Inflamación de los ganglios linfáticos, signo de infección o inflamación.
Daño hepático, que inicia con ictericia y potencialmente conduce a la insuficiencia hepática.
Agranulocitosis, disminución de los glóbulos blancos, por lo que pueden contraerse infecciones graves.
Trombocitopenia, que impide la coagulación de la sangre.
Anemia aplásica, afección en la médula ósea que puede derivar en niveles bajos de defensas.
Preguntas frecuentes sobre la dipirona
¿Es segura la dipirona o metamizol?
Sí, pero se requieren prescripciones cortas y un riguroso seguimiento del médico personales. Ante cualquier efecto adverso, se deben abandona inmediatamente la ingesta de este medicamento.
¿Es adictiva la dipirona?
No, la dipirona no es adictiva. Es un medicamento que no crea dependencia.
¿Puedo tomar dipirona durante el embarazo?
No se recomienda el uso de dipirona durante el embarazo. Si estás embarazada o planeas quedar embarazada, debes hablar con tu médico antes de tomar dipirona.
¿Cuál es la dosis adecuada de dipirona?
La dosis depende de la edad, el peso y la condición médica del paciente. Se debe consultar al médico.
¿Cuánto tiempo puedo tomar dipirona?
Se recomienda un uso temporal y en casos en los que otros medicamentos no cumplen sus efectos.
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