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Esta infografía de los Mayas permitirá entender de manera rápida la complejidad y riqueza de esta civilización mesoamericana, que sobresalió por sus conocimientos avanzados en matemáticas y astronomía, así como por el desarrollo de una escritura jeroglífica compleja y una arquitectura monumental, reflejada en la edificación de majestuosas pirámides y ciudades perfectamente planificadas. Así pues, a continuación, hablaremos en torno a la geografía, evolución histórica, logros científicos y artísticos, al igual que, el legado que esta cultura le dejó a la humanidad.
En cuanto a dónde vivían los mayas, esta civilización floreció entre aproximadamente 2000 a.C. y 1500 d.C. en un área que actualmente abarca el sureste de México (Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo), el norte y oeste de Guatemala, Belice y zonas de Honduras y El Salvador.
Este territorio, conocido como Mesoamérica, estuvo conformado por selvas húmedas, tierras bajas costeras y tierras altas montañosas, lo que permitió a las distintas ciudades-estado desarrollarse en entornos ecológicos muy diversos.
En esta infografía de la cultura maya, hay que mencionar que su historia se divide en 3 períodos principales:
En esta infografía de los pueblos mayas, hay que mencionar que su estudio combina la arqueología, la epigrafía (desciframiento de la escritura jeroglífica), la epigrafía mural, la etnografía de los pueblos mayenses actuales y la paleoecología.
Proyectos destacados, como los del Centro INAH Yucatán, utilizan LiDAR para descubrir antiguas redes urbanas y carreteras bajo la selva, demostrando la densidad poblacional y la sofisticación de su infraestructura hidráulica.
En la infografía de los mayas, se debe mencionar que estos nunca formaron un imperio unificado, sino que contaron con una red de ciudades-estado independientes, cada una contando con su propio gobernante (k’uhul ajaw).
Estas ciudades se aliaban o enfrentaban en guerras frecuentes, manteniendo un equilibrio político a través de matrimonios dinásticos, comercio y tributos.
Así pues, los grandes centros, tales como Tikal en Guatemala, Copán en Honduras y Chichén Itzá en México. Estos ejercían influencia sobre territorios vecinos mediante fuerzas militares y redes comerciales.
En esta infografía de los mayas, hay que señalar que esta sociedad estaba estratificada en sacerdotes, nobles, artesanos, comerciantes y campesinos.
Al respecto, los cargos religiosos y políticos se heredaban por linaje, y los sacerdotes dirigían ritos en templos piramidales para asegurar la fertilidad del maíz, así como la armonía cósmica.
De tal modo, los comerciantes de largas distancias, los pochtecas, llevaban jade, cacao y plumas de quetzal hasta Tiwanaku y Teotihuacán.
La arquitectura maya destaca por sus pirámides escalonadas, palacios con columnas mayas talladas, canchas de juego de pelota y observatorios astronómicos.
Cada estilo responde a un período y región: el Clásico Tardío mostró elaboradas fachadas con estuco policromado en Palenque, mientras que, el Posclásico destacó por calzadas elevadas (sacbeob) que conectaban ciudades como Mayapán.
El maya clásico se expresa en textos jeroglíficos inventados hacia el siglo III a.C., mientras que, en la actualidad, más de 30 lenguas mayenses sobreviven en el sureste de México y Centroamérica, con millones de hablantes que mantienen tradiciones milenarias.
En la infografía de los mayas, hay que mencionar que su arte abarca murales policromados (Bonampak), esculturas en estela (Tikal), cerámica vidriada (Copán) y códices pictóricos (Dresde, Madrid y París).
Estas obras registran rituales, genealogías dinásticas y mapas celestes, sintetizando mitología y ciencia.
Basada en la agricultura intensiva del maíz, frijol y calabaza sobre sistemas de roza-tumba-quema en tierras bajas, y parcelas de terrazas en tierras altas, la economía maya incorporó tributación y comercio de sal, obsidiana, jade y cacao.
Asimismo, el trueque regional facilitó la integración de Mesoamérica como un mercado interconectado.
En la infografía de los mayas, cabe mencionar que desarrollaron un sistema vigesimal posicional, con el cero como marcador (uno de los primeros del mundo), que permitía cálculos complejos para la contabilidad de tributos y la predicción de eclipses.
Su comprensión del cero se refleja en el mural astrológico de Bonampak y en tablas de vaticinios de los códices.
En la infografía de los mayas, es importante indicar que su actividad en el ámbito de la astronomía alcanzó un nivel de precisión notable, puesto que, los sacerdotes calculaban el ciclo solar de 365,2420 días y el ciclo de Venus con desvíos de sólo minutos con respecto a los valores modernos.
Además, el observatorio de Uxmal y las ventanas de El Caracol en Chichén Itzá apuntan a los solsticios y equinoccios, demostrando su rol en la planificación agrícola y ritual.
La escritura jeroglífica combina signos fonéticos y logogramas. El desciframiento a partir de mediados del siglo XX, permitió leer la historia de reyes y batallas inscrita en estelas y monumentos.
Con respecto a la infografía de los Mayas, en esta civilización se manejaban el Tzolk’in (260 días) y el Haab’ (365 días) simultáneamente, formando la Rueda Calendárica de 52 años.
De igual forma, estos registraban en la Cuenta Larga fechas absolutas desde el 3114 a.C., permitiendo fijar con exactitud eventos históricos, erupciones volcánicas y alineaciones astronómicas.
El panteón maya incluía deidades como Itzamná (creador), Chaac (dios de la lluvia) y Kukulkán (serpiente emplumada).
Los rituales, tales como ofrendas, sacrificios humanos y juegos de pelota, recreaban el mito de la creación en el Popol Vuh, libro sagrado de los quichés de Guatemala.
El INAH resguarda 194 zonas arqueológicas abiertas al público, entre las que destacan:
Esta infografía de los Mayas, permite apreciar su inmenso legado, que comprende desde su calendario, y matemáticas hasta su arquitectura y escritura.
Así pues, estos conocimientos siguen inspirando a científicos, artistas y educadores en todo el mundo y ha tenido un importante impacto en ámbitos como la matemática moderna, la astronomía actual y la preservación del patrimonio vivo de sus descendientes, dando muestras de la grandeza de una civilización cuya sabiduría aún ilumina los enigmas del pasado y las posibilidades del futuro.
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