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Hemos escuchado hablar de la educación integral, del desarrollo de las inteligencias múltiples, de aprender a aprender, todos estos términos que orientan a la educación a enfocarse en temas que sean útiles para la vida y entre tantos contenidos que desarrollar, el ambiente, la salud y la buena alimentación están relacionados con la formación integral del individuo. Veamos ¿qué son los huertos escolares? Y... ¿Cuál es su importancia dentro del proceso educativo?
En la actualidad, está muy a la vanguardia utilizar los recursos digitales como medios de enseñanza, pero la experiencia, el contacto y el conocimiento que se aprende a través de un huerto escolar, es una versión distinta de aprendizaje.
Son muchos los elementos que hacen que estas actividades aporten beneficios en el desarrollo físico, mental, emocional y educativo de los estudiantes que participan en la limpieza, siembra, cultivo, cuidado, recolección, y además les permite desarrollar habilidades y destrezas sobre un tema tan importante para el desarrollo social de un país como puede serlo la agricultura desde el punto de vista de herramienta de trabajo.
Un huerto, también conocido como conuco, pero de menor tamaño, es un espacio de terreno donde se cultivan y recolectan hortalizas, verduras y plantas aromáticas. El huerto escolar es un espacio dentro de las instituciones educativas donde se le permite al estudiante conocer las plantas y su interacción con lo que le rodea.
Se les puede llamar laboratorio natural donde los niños y jóvenes son los principales participantes de todo lo que se requiera para producir los alimentos, desde el arado de la tierra hasta la recolección de frutas, verduras y hortalizas.
Los huertos escolares pudieran llamarse también huertos ecológicos en los cuales se utilizan métodos agroecológicos, que son aquellos que tienen sus bases en ecología y fertilizantes no químicos.
En definitiva, los huertos escolares son parcelas de tierra dentro o cerca de las instalaciones educativas, donde los estudiantes pueden cultivar plantas y aprender sobre diversos aspectos de la agricultura y el medio ambiente. El propósito principal es integrar la naturaleza en la educación, creando una conexión directa entre la teoría y la práctica.
Ahora que tienes una idea sobre qué son los huertos escolares pasaremos a analizar sobre la importancia que este tipo de actividad tiene para el beneficio del alumnado y de la sociedad en general, es decir, conocer más sobre esta herramienta educativa nos permitirá comprender mejor el porqué son importantes los huertos escolares en pro del individuo y que se garantiza con la enseñanza de este aprendizaje.
Veamos, a continuación, algunos aspectos que se desarrollan y estimulan con el solo hecho de saber qué son los huertos escolares y participar en el cuidado de uno de estos espacios.
Consumir alimentos sanos, que vienen de la tierra y cuyo proceso de formación está libre de aditivos y químicos artificiales dañinos para el organismo, permite a los jóvenes estudiantes valorar las bondades de la tierra y aprovechar esos recursos para satisfacer sus necesidades alimentarias y su sana nutrición.
No solo se trata de saber qué son los huertos escolares, por medio de las diversas actividades desarrolladas en los huertos, estos se convierten en un lugar de aprendizaje donde creando su propio conocimiento, los alumnos experimentan con elementos que les permiten conocer más sobre la naturaleza, la agricultura, la nutrición y la salud.
Los espacios al aire libre y fuera del aula serán siempre un lugar muy apropiado para dotar de conocimientos a los niños y sobre todo, si se acompañan de una buena actividad educativa, de tareas didácticas y de estrategias divertidas que motiven y promuevan la creatividad en los niños. Cambiar paredes, puertas y ventanas características de un aula tradicional, por flores, un jardín, aire libre, sol y sombras, es una herramienta innovadora que muchas escuelas están desarrollando para cambiar la educación tradicional.
En fin, podríamos decir que la importancia de estos proyectos va más allá de permitir que los alumnos observen cómo es la evolución de las plantas y de los alimentos que provienen de la tierra a través de factores como el agua, la luz, la calidad de la tierra, la temperatura y cualquier factor físico, químico o biológico que participe en su crecimiento y desarrollo.
Recordemos que el derecho a la alimentación es un Derecho Universal, de modo que dotar a los estudiantes de habilidades que puedan utilizar para suplir esta necesidad y derecho es una forma de garantizar la alimentación. Así, por lo tanto, la inclusión de estos conocimientos dentro del currículo académico, es una forma de educar para lo práctico, para lo social y para el desarrollo de un país.
Lo primero que deberás hacer es disponer de un lugar dentro del recinto educativo en donde puedan realizar la actividad. Ten presente que debe ser un espacio que posea incidencia de luz natural.
Además, debes tener en cuenta que el sitio que hayas escogido puede que se ensucie de forma habitual, de modo que lo mejor es escoger un espacio que no sea tan transitado pero no te preocupes, aunque lo ideal sea un área con cierta extensión, si la infraestructura del plantel no cuenta con este tipo de zonas, bastará con una pared delimitada.
Luego de que hayas escogido el lugar es momento de ponernos manos a la obra. Descubre a continuación, 3 magníficas ideas que podrás aplicar con tus alumnos para enseñarles qué son los huertos escolares.
Para realizar este tipo de huerto necesitaremos:
Realiza los siguientes pasos para crear el huerto.
Puedes realizar estos pasos al mismo tiempo que tus alumnos, para que sirvas de guía.
Otra opción es la de realizar este procedimiento en clases y pedirles que lo repliquen en un espacio en casa, con lo que, en vez de un huerto escolar, se estimulará la producción de tantos huertos familiares como alumnos participantes haya en la clase.
Crear un huerto urbano (aquel que se crea en los espacios que comprenden la ciudad) o un huerto familiar es una excelente opción, en especial, para aquellas metodologías educativas que se desarrollan bajo la modalidad a distancia.
Sea cual sea la opción que hayas preferido implementar, la del huerto escolar o huertos caseros. Para afianzar el aprendizaje y como una herramienta evaluativa puedes solicitarle a los alumnos que elaboran una especie de manual práctico que comprenda cada una de las etapas necesarias para la creación y cuidado de un huerto.
También, puedes pedirle que elaboren una especie de bitácora de cómo fue el desarrollo de las plantas. Sin importar el formato, una presentación en Slideshare, PowerPoint o un audiobooks (audiolibro), lo importante es que los alumnos, con base en el fase de observación, sean capaces de describir el proceso de crecimiento o germinación de una planta.
El aprendizaje experiencial es uno de los pilares fundamentales de los huertos escolares. Los estudiantes no solo leen sobre la agricultura en libros, sino que tienen la oportunidad de ver y participar en el proceso de cultivo. Esto hace que conceptos como el ciclo de vida de las plantas, la fotosíntesis y la ecología sean más tangibles y fáciles de entender.
La responsabilidad es otra habilidad importante que se desarrolla en los huertos escolares. Los estudiantes aprenden a ser responsables de sus tareas en el huerto, como el riego, la eliminación de malas hierbas y el cuidado de las plantas. Este sentido de responsabilidad puede trasladarse a otras áreas de su vida, enseñándoles la importancia de cuidar y mantener sus compromisos.
El trabajo en equipo es esencial en la gestión de un huerto escolar. Los estudiantes deben colaborar con sus compañeros, asignar tareas y trabajar juntos para lograr un objetivo común. Esta colaboración no solo mejora sus habilidades sociales, sino que también les enseña a valorar las aportaciones de los demás y a desarrollar un sentido de comunidad.
Los huertos escolares ofrecen a los estudiantes una conexión directa con la naturaleza, algo que es cada vez más raro en el entorno urbano. Pasar tiempo al aire libre, observar el crecimiento de las plantas y cuidar de ellas puede tener un efecto calmante y positivo en el bienestar emocional de los alumnos.
Para implementar un huerto escolar, es esencial una planificación cuidadosa. Esto incluye seleccionar un lugar adecuado, conseguir recursos como semillas, herramientas y tierra, y establecer un calendario de mantenimiento. Es fundamental contar con el apoyo de la administración escolar y la colaboración de profesores y voluntarios.
Para maximizar los beneficios educativos, los huertos deben integrarse en el currículum escolar. Esto puede lograrse a través de proyectos interdisciplinarios que involucren varias materias, desde ciencias y matemáticas hasta estudios sociales y arte.
Los huertos escolares ofrecen una variedad de beneficios educativos y personales que van más allá del aula. Proporcionan una forma práctica de aprender sobre la agricultura, promueven la responsabilidad ambiental, el trabajo en equipo, y fomentan una alimentación saludable y sostenible.
Implementar un huerto escolar puede transformar la experiencia educativa, creando un vínculo entre la educación y la agricultura que deja una impresión duradera en los estudiantes.
Existen diferentes recursos que te permitirán profundizar en el tema sobre qué son los huertos escolares. Consulta el libro de Mariano Bueno, Manual Práctico del Huerto Ecológico con el que podrás adquirir más conocimientos.
Otra increíble opción es visitar la página web de la Escuela de Negocios Euroinnova, la cual promueve la capacitación y formación de niños, jóvenes y adultos, en este caso oferta entre sus 19.000 cursos el de Huerto Urbano. Una excelente herramienta para aprender sobre agricultura y siembra. ¡Haz clic y desarrolla tus potencialidades!
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