Curso en Educación en Valores (Titulación Universitaria + 2 créditos ECTS)
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El comportamiento del ser humano está determinado por los valores o principios que forman parte de la educación, de los cuales, la mayoría de ellos han debido ser inculcados en la infancia y desarrollados en la juventud.
Pero existen muchos factores que influyen en la pérdida de valores en los jóvenes y que hoy en día se ha incrementado descontroladamente. Veamos cuáles son esos valores y el por qué, de este suceso.
Los principios, cualidades o virtudes que forman parte de la conducta de una persona y el comportamiento positivo que asumen ante alguna situación, se le denomina valores. Estos principios definen los pensamientos, intereses, sentimientos y manera de vivir. Los valores compartidos con la sociedad, definen el comportamiento del individuo con el fin de mantener el bienestar común.
Existen diferentes tipos de valores, entre ellos podemos enunciar:
Valores humanos.
Valores morales y éticos.
Valores cristianos.
Valores intrafamiliares.
Valores militares.
Valores sociales.
Es sumamente importante conocer los valores más importantes que forman parte del ser humano y que se deben desarrollar desde temprana edad a fin de evitar la pérdida de valores en los jóvenes. Entre ellos tenemos los siguientes:
Es el valor humano que nos permite observar la vida y a las personas desde un sentimiento especial. Admirar y respetar al prójimo como muestra de afecto y consideración.
Asumir un comportamiento bondadoso, es sentir hacia los demás la necesidad de hacer el bien sin egoísmo ni apatía, sino por el contrario, compartir humildemente lo que se posee.
Andar siempre con la verdad, es símbolo de honestidad. La mentira y el engaño generan sentimientos negativos, por lo que la honestidad representa la manera de ganarse la confianza y el respeto de los demás.
El agradecimiento es la mejor manera de corresponder a una ayuda desinteresadamente. Dar gracias es muestra de que se valora lo que los demás hacen por nosotros.
Reconocer nuestras virtudes y cosas positivas no implica imponerlas sobre los demás. La humildad permite que tu alma este abierta a dar sin esperar recibir y a aceptar las limitación y debilidades desde el fondo del corazón.
La igualdad y la toma de decisiones equilibrada permite que la justicia se haga presente. Actuar con justicia es darle a cada quien lo que le corresponde.
Es la manera de ser fieles y solidarios a lo que creemos y en lo que pensamos.
El poder de decidir independientemente y bajo tu propio criterio te concede el valor de la libertad. Demostrar sentimientos y pensamientos con libertad también implica ser precavidos de lo que compartimos con los demás.
Esperar con calma y sin apuros es mostrar paciencia. Cada cosa tiene su tiempo y su momento y saber esperar el turno es señal de soportar contratiempos de forma madura y paciente.
El valor del perdón nos permite sentir empatía hacia los demás, aceptar que somos seres humanos, que nos equivocamos y que tenemos derecho a reconocer los errores. Por esa razón debemos perdonar y no guardar rencor ante los que nos han herido.
Cada individuo es dueño de sus actos y pensamientos y por ello merece respeto ante sus manifestaciones. El respeto nos permite reconocer y aceptar que todos tenemos diferentes intereses y que, aun así, seguimos siendo iguales e importantes.
Es uno de los valores que necesitaremos en todo momento, pues el cumplimiento de los deberes y obligaciones de un ciudadano deberán manifestarse en el trabajo, la casa, los negocios, entre otros entornos.
Ayudar al prójimo en cualquier momento, sobre todo a los más desvalidos en tiempos de crisis. La solidaridad no permite dejar desamparado a quien requiera de un apoyo en particular.
El valor de la tolerancia nos permite aceptar que no todos somos totalmente iguales, que cada ser es único e independiente.
¿Cuántos jóvenes muestran estos valores ante la sociedad? Y al analizar la pregunta nos parece pertinente conocer el significado de los valores humanos para lograr ponerlos en práctica como adultos responsables. Además, es considerable, estar en disposición de sembrar en los niños cada una de estas semillas que podrán florecen en la adolescencia; etapa de la vida donde más se requieren de bases sólidas en principios y valores.
Puede agregarse a la pérdida de valores en los jóvenes, el término antivalores; pues se le denomina antivalores al hecho de poner en práctica comportamientos y actitudes dañinas a la sociedad, que generan consecuencias negativas y que van en contra de todos los valores positivos que rigen la sociedad.
La ausencia y la pérdida de valores en los jóvenes, es un hecho que está causando estragos a nivel mundial. Antes de profundizar en sus consecuencias vamos a indagar un poco en las causas que la generan. Algunas de ellas son:
Los jóvenes que han tenido que formarse en hogares disfuncionales, con padres separados, madres en el mundo de la prostitución, el robo, la estafa, en un entorno colmado de antivalores, es muy probable que desconozcan los valores éticos, morales o religiosos, pues no han gozado de una sólida y fraternal educación.
La perdida de valores en los jóvenes, tiene su origen en una niñez y etapa infantil separada de padres o representantes cumplidores de valores. Muchos actos relacionados al tema, también pueden generarse a raíz de la rebeldía, el enojo, las malas amistades, la envidia, la prepotencia y por la falta de valores.
Con todo este revuelo de razones que provocan a los jóvenes alejarse de los valores, se arrastra una serie de consecuencias que afectan a la sociedad en todos sus sentidos. Resumiremos el tema en las más considerables:
Los representantes, padres y docentes responsables de la educación de niños y jóvenes, deben actuar dentro del margen de la moral y las buenas costumbres, de los principios y los valores y de la ética profesional, pues tanto se enseña con el ejemplo que con el conocimiento.
Sabiendo que toda educación comienza desde casa, el primer paso sería hacer un esfuerzo de reflexionar cómo los padres están criando a sus hijos ¿han dispuesto el tiempo suficiente para tener tiempo de calidad, enseñanza de disciplina, afecto, recreación familiar? ¿cómo les hablas, tus palabras transmiten bendición? Las respuestas a estas preguntas encaminaran a los padres o representantes a realizar acciones que beneficiarán a los niños y jóvenes en su desenvolvimiento social, algunas de ellas pueden ser:
Finalmente, es bueno tener presente que la educación de los valores en los hijos no es responsabilidad de los maestros y profesores, esto es algo que le compete a los padres.
Vendrían a conformar las actitudes o las conductas que dañan las relaciones humanas tanto de las personas que los practican como de sus allegados. Los psicólogos tienen como referencia que los antivalores son actitudes negativas que carecen de ética y moral.
Entretanto que, los antivalores más conocidos son:
Una encuesta realizada por el Ministerio de Educación de Chile llegó a la conclusión de que estos rasgos negativos se adquieren en la casa dando un 63.4% de afirmación al hecho.
Este tipo de rasgos que define a una persona se pueden corregir mediante sesiones ejecutadas por un psicólogo infantil o por un psicólogo familiar. Todos los seres humanos poseen valores y antivalores lo ideal es que lo positivo resalte sobre lo negativo.
Los antivalores o falta de valores en la juventud son el odio, la inmoralidad y la discriminación. La pérdida de valores en la juventud actual atentan contra las creencias importantes sobre las que se funda la vida en la sociedad.
Hay valores en la juventud que son valores universales y en todas las etapas de la vida son imprescindibles para llevar una vida plena como la responsabilidad, libertad, igualdad, respeto, tolerancia, humildad, prudencia.
Los valores éticos y los valores humanos aprendidos en la juventud en ocasiones se quedan solo en teoría y hacen caso omiso de ellos o se van de la mente por días, semanas, quizá meses.
Y es que a los jóvenes se les repite muchas veces esos principios que pensamos que nos son importantes o que no tienen una relevancia, es por ello la importancia de afianzar los valores cristianos en la juventud cada día.
El sistema de valores morales en la juventud está directamente vinculado por la forma de la sociedad, lo que asegura que al cambiar las relaciones sociales, y sobre todo las económicas, se establezcan nuevos valores, y tenga lugar una lucha ideológica, por lo que las familias y los maestros debe tener en cuenta estos cambios y hacer consciente a los jóvenes de lo correcto y lo incorrecto en cada una de sus vivencias.
Santa Mariana de Jesús nació el 31 de octubre de 1618 y quedó huérfana antes de los 7 años. Cultivó una fuerte piedad y humillación, también juró permanecer virgen para siempre y murió a la edad de 26 años; en una vida tan corta, alcanzó la cima más alta de la santidad.
Cabe señalar que Santa de Jesús Paredes y Flores fue dotada por Dios de extraordinarias gracias divinas, como el don de profecía, conocimiento sobrenatural, visión, éxtasis, lucidez y perfume sobrenatural. Su pueblo estaba aterrorizado por la plaga y el temblor, dedicó su vida a Dios por la ciudad de Quito, Dios lo aceptó y tomó todos sus logros para disfrutar con él para siempre.
En 1946, la Asamblea Nacional Constituyente del Ecuador la declaró "heroína nacional" porque puso todas las virtudes y ejemplos para los niños y jóvenes del mundo.
Algo muy preocupante en los jóvenes de hoy es la falta de fe y el no refugiarse en el amor de Dios. Cuando los jóvenes son educados con el fundamento de la fe cristiana, es más fácil solucionar en ellos cualquier anti valor que se pudiera presentar en la adolescencia. Los padres son parte clave en esto.
En las sagradas escrituras se puede ver a algunos jóvenes con valores que el Señor usó para hacer el bien, mantener la fe y la esperanza cristiana.
Toda persona inicia su formación en su entorno primario, es decir, dentro de la familia y son los padres quienes enseñan diariamente los valores que son comunes y aceptados en ese hogar, los cuales pueden ser diferentes con respecto a otros. Sin embargo, para que las personas puedan ser aceptadas en la sociedad, es determinante que los individuos que la conforman estén apegados a las normas, principios y valores en pro de recibir validación según su conducta.
Una vez entendido que el punto de partida para transmitir los valores es la familia, la persona sigue creciendo e interactuando en el contexto educativo, donde también se suelen reforzar los valores teniendo la oportunidad de adquirir otros, que son los que se irán fortaleciendo con el pasar del tiempo.
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