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El proceso de iniciación a la lectura es uno de los momentos más cruciales tanto para el desarrollo cognitivo de los niños, como para el pensamiento individual que desarrollan sobre los aspectos escolares. Lo que hace que sea necesario evaluar cómo aprenden a leer los niños con el fin de optar por las técnicas y estrategias más adecuadas para estimular su aprendizaje.
Descubre, en este artículo, diferentes formas de iniciar a los más pequeños en la lectura.
¿Te has llegado a preguntar alguna vez cómo aprenden a leer los niños? En este apartado trataremos 2 metodologías por medio de las cuales los pequeños logran empezar a trabajar el desarrollo de la lectoescritura. Pero, primero, veamos algunos aspectos relevantes que nos permitirán entender de mejor formar cómo es y qué implica el proceso de iniciación a lectura.
Muy diferente de cómo se desarrolla el aprendizaje del habla, el cual surge como una habilidad natural, la lectura es un conocimiento que se relaciona con algo más abstracto. Leer es un proceso que alude tanto al proceso de percibir como el de comprender un escrito. Involucra la puesta en marcha de diferentes partes del cerebro.
Aprendemos a leer cuando somos capaces de leer una letra o la unión de varias de estas y, además, somos capaces de asociarla y relacionarlas con su forma de realización a nivel del habla o, lo que es lo mismo, sabemos cómo se dice. A esto le sumamos, saber qué significado tiene lo que estamos diciendo.
Como cualquier proceso de aprendizaje, existen diferentes formas cómo aprenden a leer los niños. Muchas de las cuales se ven determinadas por las cualidades, habilidades y condiciones que puedan presentar los pequeño y de los que hay que estar atento para detectarlas. Esto permitirá que el proceso de adquisición de conocimiento pueda ser adaptado con base a las posibilidades de cada niño.
Algunos niños son capaces de aprender a leer bajo cualquier método, no obstante existe un grupo considerable de niños con los que es recomendable seguir ciertas metodologías con base en las cualidades y condiciones que presenten. Por lo general, la iniciación a la lectura se da entre los 5 y 6 años, no obstante, es posible ver cómo hay niños con menor edad con los que se empieza a trabajar este proceso.
Sí, el método tradicional que ha sido utilizado a lo largo de todos los años aún sigue siendo una de las formas cómo aprenden a leer los niños. Incluso, muchos docentes son fieles a estos lineamientos.
Consiste en empezar el aprendizaje por estructuras simples, las cuales se memorizan y, al hacerlo, se fusionan para crear estructuras más complejas. Veamos su aplicación en el idioma español.
Lo primero que se enseña es a reconocer el grafema (la letra escrita) con su realización (fonema). Así se orienta al niño, por ejemplo, a conocer las vocales, las consonantes, las sílabas y posteriormente las palabras.
Este proceso es muy similar para el aprendizaje de lenguas que se integran por vocales y consonantes como el gallego, vasco, francés, italiano, portugués e, incluso, el inglés.
Se basa en una metodología que se enfoca en la asociación de palabra con significado. Por ejemplo, si un niño ve la palabra mamá es capaz de leerla y saber que se trata de una figura femenina que le proporciona cuidados a nivel maternal. Es decir, el pequeño es capaz de entender la relación entre la palabra y su significado antes de saber que la palabra se compone por un conjunto de letras.
En la actualidad, ambas metodologías forman parte de las opciones de cómo aprenden a leer los niños, por lo tanto, son aceptadas y válidas las dos. La diferencia radica en la comodidad que pueda que desarrolle la persona que está encargada de iniciar este proceso con los pequeños.
Como mencionamos, existen ciertas condiciones especiales que pueden influenciar la forma en cómo aprenden a leer los niños. Es una difícil realidad tener la responsabilidad de niños que presentan algún tipo de discapacidad, pues debido a su condición, requieren de una atención y de cuidados especiales. La inclusión educativa necesita de metodología adecuada para niños que presenten alguna de estas condiciones. Vamos a tratar unas de las que se encuentran dentro de las más habituales.
Cuando los niños que presentan déficit auditivas comienzan a instruirse en la lectura, lo que suelen apreciar son las representaciones gráficas, es decir las letras. Para que puedan comprender su significado es necesario que cuenten con alguien que hable el lenguaje de señas para ser capaz de leer y comprender lo que estas quieren decir.
Aun presentando una condición de ceguera los niños pueden aprender a leer y a escribir. Existe un recurso exclusivo para estos casos y se llama sistema Braille.
El alfabeto Braille o cecografía, es un sistema integral y exclusivo para invidentes compuesto por símbolos que representan los vocablos de cada idioma. El francés Louis Braille fue su creador, un hombre invidente que perdió el sentido de la vista cuando niño mientras jugaba en el taller de su padre.
Para enseñar a un niño ciego a leer, es necesario verificar que cumpla tres requerimientos mínimos, los cuales son:
Los niños deben iniciar actividades con fichas y rompecabezas de diferentes tamaños, formas y texturas, a fin de ir desarrollando la habilidad del tacto que les permitirá luego leer los puntos que muestra el sistema Braille.
Este sistema forma símbolos para cada una de las letras a partir de la combinación de 6 puntos en relieve. Las terminaciones nerviosas de la yema de los dedos, permitirán captar los signos e interpretar su significado.
Los niños ciegos o invidentes, deben sentirse motivados a aprender este código que les permitirá adquirir habilidades de lectoescritura, en tal sentido, más allá del simple código Braille, se están generando nuevas propuestas educativas basadas en las TIC y en los recursos educativos digitales, a la cual se le ha denominado Braitico.
Aplica las siguientes técnicas para acercar a los niños al aprendizaje de la lectura.
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