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Por definición, los antónimos son palabras que expresan ideas contrarias u opuestas, es decir, cuyo significado es contrario en relación a un término.
Podríamos ejemplificar este concepto diciendo que el antónimo de "blanco" es "negro" o, que el antónimo de "luz" es "oscuridad". Esta palabra tiene un origen griego y etimológicamente está formada por un sufijo que es "anti", cuyo significado es contrario y "onoma" que significa nombre, por lo que el concepto específico de la palabra es “contrario al nombre”.
Esta relación se denomina antonimia y puede ser de distintos tipos, lo que dependerá del modo en que las palabras se contradigan entre sí. Es importante resaltar que hay gran cantidad de estas palabras en cualquier idioma, incluso, hay diccionarios de sinónimos y palabras antónimas, los cuales son de gran utilidad para aquellos que están en el proceso de aprendizaje de una lengua en particular.
Una de las grandes habilidades que debe tener una persona al momento de encontrar un empleo es la capacidad de comunicarse tanto de forma oral como escrita, es decir, que debe tener una gran amplitud y riqueza en el vocabulario, y precisamente esto lo da el conocimiento y la diversidad de las palabras que conozca y que use en un momento determinado. He allí donde el uso de estas palabras fomenta la riqueza del lenguaje.
Existen diversos tipos, entre ellos podemos citar los siguientes:
Los antónimos facilitan la comprensión de un texto o de un diálogo, pues quizás la persona no conozca en un determinado momento un concepto, pero sí el contrario, y puede deducirlo.
Dentro de esta clasificación también existen palabras antónimas léxicas y morfológicas. Las primeras son aquellas que tienen lexemas diferentes, por ejemplo "frío" y "calor", mientras que las morfológicas son aquellas que se forman al añadir un prefijo al lexema de la palabra que es opuesta, por ejemplo: legal-ilegal, conocido-desconocido, moral-amoral, posible-imposible.
Los sinónimos, a diferencia de las palabras antónimas, son términos que comparten un mismo significado o cuyo significado es muy similar, es por ello que un sinónimo es lo contrario del antónimo. Los sinónimos son palabras que pueden intercambiarse y que no alteran el sentido de lo que se está diciendo o escribiendo.
No obstante se dice que la sinonimia no ocurre a un 100%, lo que sí sucede con la antonimia, pues en la primera hay matices entre los términos, en tal sentido hay quienes sostienen que la sinonimia no existe en sí, sino que se trata de aproximaciones de términos.
Casi todas las palabras tienen un antónimo, pero no todos se oponen en forma férrea, pero sí hay algunos, por ejemplo las palabras "padre" e "hijo", o también "compra" y "venta", es decir, uno no existe sin el otro. El conocimiento tanto de los antónimos como los sinónimos permite el enriquecimiento del lenguaje.
Una pequeña lista de palabras que puede servir para hacerse una idea más clara al respecto:
(Orden: palabra, antónimo, sinónimo)
Siendo conscientes de la importancia de los antónimos y su desempeño fundamental en cualquier lenguaje, lo normal sería que, independientemente de a qué nos dediquemos o cuáles sean nuestros intereses, deseemos desarrollar aún más nuestro lenguaje adquiriendo vocabulario de forma entretenida e incluso divertida.
A continuación te presentamos algunos ejemplos de actividades de adquisición de términos de la antonimia:
El crucigrama es un pasatiempo que consiste en rellenar con letras las casillas en blanco de un dibujo cuadrado o rectangular para que leídas horizontal y verticalmente formen palabras: para ello solo se ofrecen sus definiciones.
Podemos encontrar miles de estos en la red y tomarlos como pasatiempos para esos momentos en los que estemos aburridos o simplemente queramos aprender palabras antónimas mientras ejercitamos el cerebro.
Son documentos didácticos que están diseñados para contar una historia atractiva e interesante que muestran una amplia gama de términos y demás recursos literarios que, como principal ventaja, te dan un contexto en el que puedes situar los recursos ofrecidos.
Estas suelen contener dibujos o imágenes que son contrarias en muchos aspectos, pero que aún conservan algo de similitud para que sean sencillas de identificar. La actividad consiste en basarse únicamente en el contenido visual para poder desarrollar la mayor cantidad de términos posibles.
En muchos centros educativos también se utilizan a manera de competencia entre estudiantes donde, lógicamente gana el que diga la mayor cantidad de palabras antónimas en la menor cantidad de tiempo.
Se trata de una versión del juego de ‘La escalera’ centrada en los antónimos: consiste en tirar el dado y avanzar hasta una de las casillas; para seguir avanzando se debe decir el adjetivo opuesto al que se encuentre escrito en la casilla. En caso de no saberlo, habrá que retroceder hasta el inicio. Cada partida puede tener un máximo de 5 jugadores.
Consiste en un pequeño test que puedes auto-realizarte para determinar la cantidad de palabras antónimas que conoces sobre un tema específico. Es recomendable que lo hagas después de implementar los demás recursos mostrados, a modo de repaso.
Los antónimos suponen una parte fundamental en algunos de los campos de concentración, por ejemplo, la etimología, la psicología, la escritura o la psicolingüística y el dialecto de fijación en los niños.
Se utiliza para expresar la doble restricción en todas sus modalidades y la correspondencia de los registros como dialecto hablado en la obra escrita, como a las certezas y la ficción, como en la norma informal y la utilización de dialecto.
Condensando la importancia de este recurso gramatical tanto en la etimología como en la fonética, nos encontramos un factor lingüístico que, en ocasiones puede determinar las estructuras del lenguaje.
Para empezar, en la etimología de estos términos se ha demostrado inequívocamente su capacidad para aclarar mejor el significado de las palabras, tornándolas inconfundibles: prácticamente equivalente a un diccionario. A lo largo de estas líneas, el compromiso en el campo de la etimología es de particular importancia.
En el campo de la fonética, por ejemplo, las palabras antónimas sirven como una fuente de avance de los desarrollos del dialecto a través de la formación de la palabra, donde se identifican parejas de términos con la misma raíz que la estructura de la oración por el método de comparación de antónimos y a través de las adiciones.
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