Índice
La amnesia se puede clasificar de manera cronológica. Siguiendo esto, se cuenta con dos tipos de amnesia: la amnesia anterógrada y retrógrada. Caracterizadas por la incapacidad de formar nuevos recuerdos o de recordar episodios específicos del pasado, respectivamente, ambos tipos dan cuenta de afecciones cerebrales que encuentran lugar en lesiones o eventos traumáticos. En lo que sigue, se responde a qué son la amnesia anterógrada y retrógrada, y se brinda información adicional sobre su diagnóstico y tratamiento.
Son dos tipos de trastornos de la memoria que se caracterizan por la pérdida de la capacidad de recordar información. En cuanto a su etiología y causas, ambos tipos de amnesia pueden encontrar su desarrollo o aparición en lesiones cerebrales, traumas psicológicos o, incluso, exposición o consumo de sustancias tóxicas. Con todo, se trata de una clasificación cronológica, puesto que considera si se pierden recuerdos pasados o nuevos.
La amnesia anterógrada consiste en la incapacidad de crear o almacenar nuevos recuerdos a corto plazo, es decir, que la información no llega a consolidarse en el cerebro, razón por la cual se pierde. Como parte de su etiología, se suelen mencionar las lesiones en zonas específicas del cerebro, como el hipocampo; sin embargo, también se reconocen los eventos traumáticos, como la violencia psicológica sostenida a lo largo del tiempo. Ahora bien, en cuanto a la memoria anterior a los eventos antes mencionados, esta no se pierde, pero los recuerdos posteriores a aquellos, sí.
Por su parte, la amnesia retrógrada implica la pérdida de recuerdos consolidados en la memoria antes del evento traumático. La etiología de este tipo de amnesia reconoce como causas, de manera similar a la amnesia anterógrada, las lesiones o traumatismos en el cerebro, pero también el envejecimiento, la depresión, el alcoholismo, entre otros. Esto quiere decir que las personas pueden llegar a olvidar eventos y hechos de manera permanente, aunque se pueden establecer estrategias para fomentar el recuerdo, como asociar lugares y personas con tales recuerdos.
Entonces, la principal diferencia entre la amnesia anterógrada y retrógrada radica en el tipo de memoria afectada. Mientras que la amnesia anterógrada afecta la capacidad de formar nuevos recuerdos, la amnesia retrógrada afecta la capacidad de recordar recuerdos ya formados. Ambos tipos de amnesia pueden tener un impacto significativo en la vida de un individuo, sobre todo en sus relaciones interpersonales.
Existen varios tipos de amnesia anterógrada y retrógrada, cada uno con sus propias características y causas.
La amnesia anterógrada puede ser transitoria o crónica. La forma transitoria a menudo se asocia con el síndrome amnésico, que puede ser causado por la deficiencia de vitamina B1, como pasa con el síndrome Korsakoff. La forma crónica, por su parte, puede ser el resultado de lesiones cerebrales más graves, como un traumatismo craneoencefálico o un accidente cerebrovascular.
La amnesia retrógrada puede clasificarse en tres tipos principales: retrógrada pura, retrógrada global y retrógrada con gradiente temporal.
La amnesia retrógrada pura se caracteriza por la pérdida de recuerdos específicos, mientras que otras funciones cognitivas permanecen intactas. Las personas con este tipo de amnesia pueden no recordar eventos específicos de su vida, pero aún pueden recordar información general sobre su pasado.
Aquí se juntan la amnesia anterógrada y retrógrada de manera generalizada o transitoria, y se debe a accidentes isquémicos leves.
La amnesia retrógrada con gradiente temporal se refiere a la pérdida de recuerdos más recientes, mientras que los recuerdos más antiguos se conservan. Este tipo de amnesia puede ser el resultado de una variedad de condiciones, incluyendo el envejecimiento y ciertos tipos de lesiones cerebrales.
En este tipo de amnesia retrógrada, la pérdida de recuerdos no se debe necesariamente a una lesión en el cerebro, sino –tal y como lo menciona su nombre– a eventos traumáticos o episodios estresantes que generan una etiología psicológica.
El diagnóstico de la amnesia anterógrada y retrógrada se basa en una evaluación clínica exhaustiva que incluye pruebas neuropsicológicas y de memoria. Los profesionales de las ciencias de la salud pueden utilizar diversas pruebas para evaluar la capacidad de una persona para recordar información a corto y largo plazo.
Además, las pruebas de imagen cerebral, como la resonancia magnética, pueden ayudar a identificar lesiones o anomalías en las regiones del cerebro asociadas con la memoria. Este proceso de diagnóstico es crucial para determinar el tipo y la extensión de la amnesia, así como para guiar el tratamiento y la rehabilitación.
El tratamiento de la amnesia anterógrada y retrógrada se centra en la rehabilitación cognitiva y el manejo de los síntomas. La terapia puede incluir técnicas de memorización y recordatorio, así como el uso de herramientas de apoyo como agendas y aplicaciones de con timbres de notificaciones. En algunos casos, el tratamiento puede implicar la administración de medicamentos para tratar las causas subyacentes de la amnesia, así como el consumo de suplementos vitamínicos.
Es importante destacar que el pronóstico varía dependiendo del tipo y la causa de la amnesia. Algunas personas pueden recuperar sus habilidades de memoria con el tiempo, mientras que otras pueden requerir apoyo a largo plazo. En todos los casos, un enfoque multidisciplinario que involucre a profesionales de las ciencias de la salud, la familia y los cuidadores puede ser beneficioso para mejorar la calidad de vida de las personas con amnesia. La rehabilitación puede ser un proceso largo y desafiante, pero con el apoyo adecuado, las personas con amnesia pueden aprender a manejar sus síntomas y mejorar su funcionamiento diario.
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.