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La España que hoy conocemos es el resultado de una amalgama de culturas y pueblos que han ido dejando su huella a través de las diferentes etapas de la historia. Algunos de esos pueblos, como los romanos o los musulmanes, asentaron las bases de la cultura, la religión y del sistema sociopolítico y económico que hoy compartimos. Sin embargo, otros, que pasaron de forma más sutil, con su dinámica nómada y su anárquica organización, también dejaron una huella mucho más profunda a nivel cultural. Nos referimos al pueblo gitano, uno de los más señalados y perseguidos, pero también, de los más enigmáticos y cautivadores de la historia.
¿Te gustaría saber más sobre la historia del pueblo gitano en España? ¡Sigue leyendo!
¿Qué significa ser gitano en España? ¿Todos los gitanos son iguales? ¿Por qué la estigmatización de este pueblo? Descubre su cultura y origen en este post.
Aunque ahora sabemos que los gitanos que llegaron a España, allá por el Siglo XV, no venían de Egipto, el origen de su nombre sí que proviene del término egipcio, el cual se atribuyó a las personas que llegaban de este país, generando gentilicios, como: exipciano, egipciano, egitano y, finalmente, gitano.
La “fábula egipciana” del origen de los gitanos fue desmentida tras diversos estudios de ADN que se realizaron con una muestra amplia de personas, los cuáles acabaron situando sus raíces más arcanas en el noroeste de la India, aunque cabe hacer especial énfasis en el resultado de la mezcla de la población india con la europea.
Una hipótesis muy probable, es que, alrededor del año 1.000, se dio una emigración de este grupo desde la India hacia occidente. A partir de ahí, se comenzó un proceso de homogeneización de los aspectos culturales que dieron a luz la etnia gitana en Persia, Armenia o Asia Menor, pero, sobre todo, en Europa y en especial, en la zona de los Balcanes.
Seguramente poco, ya que en los libros de texto que estudiamos en el instituto no aparece. La razón principal, es que los gitanos eran un grupo social, de dudoso origen formado por personas de diferentes culturas y raíces. Al contrario de lo que se creía antiguamente, que llegaron de Egipto, ahora ya sabemos que su origen se remonta a una primera migración de gitanos que entró en la Península ibérica por los pirineos desde Europa central y que los historiadores sitúan entra la actual zona de Chipre y Siria, el Peloponeso Griego y la Capadocia turca.
Los gitanos acabaron llegando a España con la presión y expansión del Imperio Otomano en el este de Europa, que hizo que el pueblo gitano se desplazara hacia el oeste europeo en busca de redención por su pasado islámico y buscando la salvación en países cristianos como Roma o España.
Hubo un tiempo, en el que los gitanos fueron considerados peregrinos y en el que su modo de vivir era nómada gracias a las cartas papales y a otros permisos expedidos por los nobles de diferentes regiones que les permitían viajar y asentarse en diversos lugares de Europa.
Primera etapa, “el periodo idílico”: los gitanos fueron recibidos con amabilidad y compasión por la corte de los Reyes Católicos y respaldados por todos esos documentos que justificaban su modo de vida.
Segunda etapa: el panorama cambia radicalmente con el periodo de expulsión del pueblo gitano, que dura desde 1499 hasta 1633. Luego, Felipe IV se deja influenciar por la opinión pública y rectifica su decisión.
Tercera etapa: también conocida como el periodo de “integración legal”, desde 1633 hasta 1783, cuando Carlos III derogó todas las leyes que impedían a los gitanos el acceso a cualquier oficio. No obstante, siempre ocupaban los puestos más bajos y dedicados a la servidumbre.
Cuarta etapa: se inicia un periodo de aceptación social e integración, aunque en la práctica, perdura la discriminación. En las provincias vascas y Navarra se siguen utilizando prerrogativas forales y se continúa con la represión y expulsión de los gitanos dentro de sus fronteras.
No fue hasta la publicación de la Constitución Española de 1978, cuando el pueblo gitano comienza a tener los mismos derechos y deberes que el resto de la población.
Ya volviendo a nuestros, días, debemos de ser conscientes de que la integración del pueblo gitano no se ha resuelto del todo, y de que aún siguen siendo necesarias medidas específicas para salvar la brecha que aún perdura. Algunas de las acciones llevadas a cabo, como estas que exponemos, han supuesto grandes avances sociales.
Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social de la Población Gitana: en colaboración con el Gobierno español y organizaciones gitanas, este plan propone mejoras en las condiciones de vida de la población gitana en ámbitos como la educación, el empleo, la vivienda y la salud.
Programa de Desarrollo Gitano: este programa fomenta la inclusión social y laboral de la población gitana.
Fondo de Asistencia Social para la Integración de los Gitanos: es un fondo cuyo objetivo es apoyar proyectos de integración en diferentes ámbitos, como la educación, el empleo y la vivienda.
Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación: esta ley tiene garantiza la igualdad de trato y la no discriminación por motivos de origen racial o étnico, lo que incluye a la población gitana.
Programa de Mediación Intercultural: este plan promueve la convivencia intercultural y la prevención de conflictos a través de la figura del mediador intercultural.
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