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¿Qué tipo de vino es tu preferido? Los hay para todos los gustos y, gracias a su diversidad de sabores y texturas, cada paladar encuentra el suyo. La gastronomía típica de cada país o región, siempre va acompañada de un vino que nos reporta a sus raíces, nos acerca a la cultura del lugar y nos desvela su historia, lo que nos permite disfrutarlo más allá del sentido del gusto. ¿Te gustaría saber cómo degustar vino tal y como lo hacen los catadores profesionales? ¡Quédate en este post y descubre cómo disfrutar del vino aún más!
El vino sigue siendo una bebida muy popular y demandada en todo el mundo, probablemente debido a su gran valor cultural, a su versatilidad y a su potencial como negocio a nivel internacional. No solo es beneficioso para los productores de vino, sino también para todos los profesionales involucrados en su comercialización y promoción.
Para los amantes del vino, este es mucho más que una bebida, también es una forma de arte y cultura que merece ser estudiada detenidamente; desde la elaboración de las uvas hasta el proceso de envejecimiento y la cata.
Aprender a degustar vino correctamente no es algo exclusivo del sumiller, es un aprendizaje que te servirá para disfrutar al máximo esta bebida, tanto en una cena en casa como en un evento especial.
En segundo lugar, percibimos la textura, como seda, terciopelo o satén; y en tercer lugar, atenderemos a los matices de sabor que se quedan en la vía retronasal.
Para que los pasos a seguir para degustar vino tengan sentido, debemos conocer cómo funciona el gusto y el olfato. Si tienes curiosidad, ¡sigue leyendo!
Primer, el gusto.
¿Sabías que la disposición y el número de papilas que tenemos en la cavidad bucal es lo que hace que algunos prefiramos el dulce frente al salado, que otros le saquemos cierto sabor al picante o que unas personas aguanten más los sabores fuertes que otras?
Para degustar vino es importante que conozcas cómo funciona el gusto. Así, cuando se consume un alimento o bebida, las sustancias químicas se disuelven en la saliva y estimulan las papilas gustativas, que envían señales al cerebro a través de los nervios gustativos. El cerebro procesa estas señales para identificar los sabores básicos: dulce, salado, amargo, ácido y umami.
Ahora el olfato.
El sentido del olfato funciona a través de los receptores olfatorios que se encuentran en la mucosa nasal. Cuando se inhala el aire, las moléculas aromáticas se disuelven en la mucosidad y estimulan los receptores olfatorios. Estos receptores envían señales eléctricas al cerebro a través del nervio olfatorio, que procesa estas señales para identificar los diferentes olores. El cerebro también utiliza la información olfativa para relacionar los olores con experiencias previas y emociones. Debido a su conexión directa con el cerebro emocional, los olores pueden evocar recuerdos y emociones de manera muy poderosa.
El sentido del gusto y del olfato están estrechamente ligados para crear una percepción completa, aunque el objetivo primitivo, no es exactamente el disfrute, sino la supervivencia. Los aromas de los alimentos estimulan los receptores olfatorios en la mucosa nasal y los sabores estimulan las papilas gustativas en la lengua y la boca; combinando estas señales en el cerebro.
Esperamos que te haya gustado este post y ahora te sientas más ubicado en el fascinante mundo del vino.
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