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Como sabes, la violencia de género es un problema que afecta a hombres y mujeres de todas las edades, razas y niveles socioeconómicos.
La verdad es que la violencia de género ha existido durante siglos, pero solo en los últimos años se ha vuelto más frecuente en los medios.
Es decir, que no es nada nuevo.
Pero actualmente, el movimiento #metoo ha arrojado luz sobre el alcance de este problema y ahora es una conversación en curso.
En este post, te hablaremos sobre cómo puedes estudiar violencia de género y poder combatirla desde tu posición.
¿Quieres descubrir todo esto y mucho más?
No te pierdas esto que te contamos a lo largo de las siguientes líneas.
¡Vamos allá!
Como te contábamos en la introducción, la violencia de género es un problema importante en todo el mundo.
En realidad, afecta a mujeres, hombres y niños de todas las edades.
En este contexto, entendemos que la violencia contra la mujer a menudo se expresa en abuso físico, sexual o psicológico.
De este modo, la violencia de género puede adoptar muchas formas, como violencia doméstica o violencia de pareja, violación o agresión sexual y acoso.
Y estos son solo algunos ejemplos de cómo se ve la violencia de género en la sociedad actual.
Aunque para entenderla mejor, te recomendamos que eches un ojo a esta formación en violencia de género.
Pero…
En efecto, la violencia de género es un tipo de violencia que se dirige a una persona de un determinado género.
Vamos; por el simple hecho de pertenecer a un grupo social.
En este caso, ser mujer.
A pesar de lo que puedas pensar, esta no tiene que ser solamente física, sino que puede ser sexual o emocional.
Este tipo de violencia a menudo se pasa por alto porque no es tan común como otros tipos de violencia.
Ciertamente, las causas de la violencia de género son muchas y varían de persona a persona.
Por ejemplo, algunas personas son más propensas a este tipo de violencia porque la han experimentado antes o porque provienen de una familia abusiva.
Por otro lado, otras personas pueden volverse violentas porque están deprimidas o tienen problemas de salud mental, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
¿Lo habías escuchado alguna vez? Cuéntanoslo en los comentarios.
Para entender esto, lo primero que tenemos que aceptar es que, como punto de partida, el mundo es un mundo de hombres (patriarcado).
En concreto, los hombres son los que hacen las reglas y son ellos los que se benefician de ellas.
Por tanto, el privilegio masculino es un conjunto de ventajas no ganadas que los hombres disfrutan en la sociedad debido a su sexo.
A menudo es más fácil para los hombres conseguir trabajo, ganar más dinero e incluso tener más facilidad para salirse con la suya en ciertos delitos.
Sin embargo, es posible que mucha gente no entienda cómo este poder puede ser tan fuerte o qué significa tener privilegios masculinos.
Y ahora, vayamos al grano.
Lamentablemente, las mujeres son desproporcionadamente víctimas de la delincuencia.
Pero no solo en términos de su probabilidad de ser victimizadas.
Pues las mujeres también tienen más probabilidades de sufrir traumas como resultado de los delitos cometidos contra ellas.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud encontró que las mujeres son más vulnerables a la violencia que los hombres y que tienen más probabilidades de ser lesionadas, violadas o asesinadas por su pareja íntima que los hombres.
En este aspecto, las consecuencias psicológicas pueden ser graves y duraderas.
De hecho, las mujeres que han sido víctimas de delitos pueden sufrir de trastorno de estrés postraumático (TEPT) y depresión.
También pueden experimentar ansiedad, miedo, insomnio y pesadillas como resultado de sus experiencias.
En otras palabras, los efectos en la salud mental de las mujeres pueden ser tan debilitantes que es posible que no puedan trabajar o cuidar de sí mismas o de sus familias de la manera en que lo harían.
Así que como ves, la agresión sexual es un problema grave y generalizado.
Evidentemente, las mujeres son agredidas en todos los países, de todas las edades, en todos los niveles de la sociedad.
Por ello, las barreras para las mujeres que buscan justicia después de ser agredidas son muchas y variadas.
Por ejemplo, está el estigma, la vergüenza, la culpa, la incredulidad.
También existen barreras prácticas: falta de servicios de apoyo; falta de acceso a reparación legal; y la falta de conocimiento de los derechos y vías de justicia.
La barrera más importante es que no se ha abordado la violencia sexual como una prioridad mundial de salud pública.
En resumen, las mujeres de todo el mundo merecen una mejor protección contra la violencia sexual y más apoyo cuando buscan ayuda después de que ha ocurrido una agresión.
¿Quieres formar parte de un grupo de profesionales especializados en igualdad de género que ayudan contra la violencia de género?
Con la ayuda de la investigación científica, podemos comprender mejor las causas de la violencia de género y encontrar soluciones a este problema.
En este post, te invitamos a explorar cómo se puede utilizar la investigación científica para estudiar violencia de género.
También te proponemos que nos comentes qué causa la violencia de género y cómo se puede prevenir, según tu opinión.
¿Te animas?
La cultura de la violación es un término que describe la normalización de la violación y la violencia sexual en nuestra sociedad.
Es una cultura en la que la víctima culpa y avergüenza es rampante.
Y es norma ver chistes sobre agresiones sexuales en la televisión o en fiestas.
Así que a continuación, te dejamos algunos consejos para la prevención de la violencia de género:
¿Te ha gustado lo que acabas de leer?
Es hora de compartirlo con quien tú quieras.
También puedes dejarnos un comentario sobre lo que te ha parecido este post sobre cómo y dónde estudiar violencia de género.
No obstante, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo de orientación con el fin de resolver todas las dudas que te puedan surgir.
¡Nos vemos en el próximo post!
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