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Durante los días 21 y 30 de mayo del 2023 se ha celebrado la 76.ª Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra (Suiza).
Concretamente en la sesión del pasado 24 de mayo, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó de que existe la posibilidad de que aparezca una nueva pandemia a nivel global.
El pasado 5 de mayo del 2023 se puso fin a la emergencia sanitaria internacional por Covid-19 y justo 19 días después se habla sobre futuras nuevas pandemias. ¿Cómo nos podemos preparar? La formación puede ser una de las respuestas.
Tedros comenta que “la próxima pandemia no nos espera y debemos estar preparados para responder de manera decisiva, colectiva y equitativa” a lo que añade que “permanece la amenaza de otro patógeno emergente con un potencial aún más mortal”.
También menciona la importancia de que esta generación, que ya ha experimentado una terrible pandemia, debería escribir un acuerdo de pandemia compartido usado como instrumento internacional. Este escrito debería de establecer estrategias coherentes comunes para combatir nuevos agentes patógenos, igual que nuevas pandemias.
También debería respaldar otros principios fundamentales como la detección precoz y prevención de pandemias, un sistema de salud global e internacional fortalecido y una garantía de igualdad y accesibilidad para todos con relación a las opciones médicas.
Por el momento es imposible predecir qué patógeno podría producir esta nueva pandemia, pero en la actualidad sí que existen ciertos aspectos que alertan a las autoridades sanitarias internacionales. Por ejemplo, la OMS reconoce a la resistencia bacteriana a los antibióticos como otra amenaza y la considera como una pandemia silenciosa.
¿Pero en qué consiste la resistencia bacteriana? A medida que las bacterias se vuelven resistentes a los medicamentos que alguna vez las combatieron eficazmente, el tratamiento de infecciones comunes se vuelve cada vez más difícil. Es crucial abordar este problema desde el ámbito científico.
Los científicos están trabajando arduamente para desarrollar nuevas estrategias y terapias que combatan la resistencia bacteriana. Se están investigando diferentes enfoques, como el descubrimiento de nuevos antibióticos, el diseño de terapias combinadas y el desarrollo de alternativas a los antibióticos convencionales. Además, se están promoviendo prácticas adecuadas de prescripción y uso de antibióticos para minimizar el desarrollo de resistencia.
La investigación en vacunas también es fundamental para prevenir infecciones bacterianas. Al comprender mejor cómo las bacterias se vuelven resistentes, los científicos pueden identificar puntos vulnerables y diseñar intervenciones más efectivas. Es importante fomentar la colaboración entre científicos, médicos y la industria farmacéutica para abordar este desafío global y garantizar un futuro en el que los antibióticos sigan siendo una herramienta vital en el cuidado de la salud.
El director general de la OMS también menciona que la pandemia de Covid-19 ha supuesto un “alto coste para la salud mental” para las personas de todo el mundo. Por ese motivo expresa que se necesita “un compromiso generacional de que no volveremos al viejo ciclo de pánico y negligencia que dejó vulnerable a nuestro mundo”.
La OMS también mencionó en otra ocasión como la pandemia de Covid-19 ha afectado a la salud mental, provocando un aumento mundial de esas problemáticas incluyendo, principalmente, depresión y ansiedad, causando un aumento de la tasa de suicidio.
Tedros Adhanom Ghebreyesus también declaró que numerosos profesionales sanitarios a nivel global, han sufrido altos niveles de estrés y agotamiento, ya que la pandemia nos ha presentado distintos desafíos sin precedentes. De ahí la importancia de poder estar preparados ante una nueva posible pandemia.
Por lo que finalmente afirma que "no podemos dar largas al asunto. Si no hacemos los cambios que deben hacerse, ¿quién lo hará? Y si no los hacemos ahora, ¿cuándo?".
Sin duda alguna, la investigación es uno de los pilares en la lucha contra las pandemias. Como hemos visto anteriormente, la creación de vacunas puede ser una solución para la resistencia a los antibióticos. ¿Y cómo se descubren las nuevas vacunas? A través de una ardua y metódica investigación.
En Euroinnova contamos con numerosas formaciones especializadas en el ámbito de la investigación y, en concreto, de los ensayos clínicos. Estos ensayos se tornan fundamentales para la correcta implantación de las vacunas. ¿Quieres adentrarte en el sector sanitario y encontrar las nuevas vacunas revolucionarias? ¡Consíguelo en Euroinnova!
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