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El planteamiento de atención a la diversidad, parte de una consideración inicial, el reconocimiento de las diferencias entre los alumnos por factores personales y sociales e implica el desarrollo de una respuesta educativa: equilibrio entre enseñanza común y la igualdad de oportunidades, en el marco de la escuela inclusiva.
La escuela inclusiva presenta las siguientes características: abierta a todos los alumnos, flexible organizativa y curricularmente, participativa, tendente al cambio y la mejora, lucha contra la exclusión y combate la discriminación, está en construcción.
Apoyada en pilares como la participación de todos los agentes, la flexibilidad organizativa y curricular, la autonomía de los centros, la atención específica a los alumnos en riesgo de exclusión mediante medida que valen por la igualdad de oportunidades.
Se trata de avanzar hacia un modelo formativo en el que todos puedan ser atendidos educativamente en el espacio menos restrictivo posible, un modelo educativo de promoción y desarrollo.
Debemos considerar que la educación inclusiva es algo más que un conjunto de estrategias educativas; es ante todo, un amalgama de actitudes, valores y creencias.
Para trabajar en un aula la diversidad es necesario realizar un análisis de la situación y contexto del alumnado, profesorado y familias del centro, para ello estableceremos varios puntos de partida:
Seleccionar y analizar la información.
Establecer reuniones con el equipo docente del centro y las familias.
Informar al alumnado y consensuar las pautas de actuación.
Ayudar con métodos de interacción y comunicación simbólica a los alumnos de necesidades educativas especiales.
Fomentar la colaboración de las familias.
Planificar actividades conjuntas con profesores, alumnos y familias.
Diseños de entornos donde interactúen los alumnos.
Elaborar un panel de incidencias.
Carteles donde se revisen los acuerdos llevados a cabo con los alumnos.
Información continua con las familias.
Elaborar objetivos prioritarios con respecto a la atención a la diversidad.
La diversidad se debe llevar a cabo siempre desde una perspectiva sistémica y colaboradora con el fin de mejorar la atención en la escuela.
La educación en la diversidad además debe ser un derecho y una finalidad educativa en sí misma, pertenece al conjunto de ejes transversales como organizadores de los conocimientos que toda enseñanza a de transmitir y divulgar para lograr una formación integral de los futuros ciudadanos.
En la sociedad que se caracteriza por sus vertiginosas transformaciones debemos cuidar la desigualdad social de los alumnos, ante esta cuestión hay que tomar decisiones educativas tanto a nivel individual como colectivo, se ha de incidir en las actitudes e intervenciones.
Es una cuestión que reclama una atención prioritaria de toda la comunidad educativa, impregnar y proyectar un modelo ético desde la realidad.
Los movimientos de educación para la diversidad en la escuela tienen su origen en la escuela nueva por las formulaciones de los derechos humanos.
Un primer nacimiento se produce en los años 30 de la mano de los movimientos de la renovación pedagógica.
Para fomentar la atención a la diversidad es necesario poner en practica la aplicación didáctica de ejes transversales que tengan incidencia en la línea metodológica del centro que ha de poner en practica diferentes capacidades y actitudes
La creación de actitudes que estimulen el dialogo como vía privilegiada de resolución de conflictos entre los alumnos y sus grupos sociales más cercanos, objetivo básico de la educación.
El hecho de que la propia escuela sea un lugar de encuentro entre las personas que forman la comunidad educativa y cuyos intereses no son siempre armónicos, hace de ella un lugar idóneo para aprender por propia experiencia las actitudes básicas de una convivencia libre democrática, solidaria y participativa.
Una escuela para la diversidad lo que demuestra son las grandes expectativas del momento en este terreno.
El objetivo a largo plazo esencial es influir a través de la educación para lograr una nueva conciencia global y un compromiso para la acción.
De acuerdo con esto, tiene tanta importancia enseñar la forma como el contenido. Es aquí donde se debe dar la renovación pedagógica.
Así por ejemplo se rechaza la violencia verbal, estructural, implícita en la forma tradicional de la enseñanza.
Se sugiere, por el contrario, propiciar los debates y exposiciones, la investigación creativa, el uso de juegos, de trabajos en grupos cooperativos.
La diversidad es un objeto primordial en el desarrollo de la personalidad humana. Los seres humanos son libres y sociables, con derechos y obligaciones en la sociedad.
El niño debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia entre los pueblos.
La necesidad en educación de una atención a la diversidad es que sea interdisciplinar y transdisciplinar, con investigaciones metodológicas que asegure un futuro más seguro y la supervivencia de la humanidad.
Existe consenso social sobre su valor, pero existen discrepancias a la hora de concretarlo.
Con la atención a la diversidad se pretende la armonía social, la justicia, la tolerancia y por tanto un cambio radical en la sociedad.
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