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La Unión Europea ha conseguido un hito histórico. Si, nos estamos refiriendo a la Ley de Inteligencia Artificial completa y pionera en el mundo para así conseguir que se pueda garantizar el desarrollo y el uso de la tecnología que está revolucionando al mundo entero. En este post te vamos a descifrar los enigmas de una normativa que, sin lugar a duda, dará que hablar en los próximos años.
¡Comenzamos!
Antes de adentrarnos en una normativa que, puede marcar un antes y un después en el uso de esta tecnología, queremos que conozcas nuestro curso de Inteligencia Artificial. Una formación donde podrás explorar a nivel profesional áreas como el test de turing, las redes neuronales, los agentes inteligentes y las innumerables aplicaciones de la Inteligencia Artificial. Es el momento de adelantarte en el mercado laboral con una formación diferenciadora y que te permite aprovechar un mundo de infinitas posibilidades, ya que, esta tecnología más que una futura tendencia, es una realidad palpable en la actualidad.
La Inteligencia Artificial ha abierto un abanico de posibilidades infinitas que, además conlleva unos riesgos que, la Unión Europea pretende controlar a través de la Ley de Inteligencia Artificial que, va a suponer un precedente a nivel jurídico.
El objetivo de la Ley de Inteligencia Artificial está en favorecer el desarrollo de esta tecnología, pero en unas condiciones en las que se respeten otros derechos que pueden ser dañados por su mal uso. Así, entre los beneficios de la Inteligencia Artificial se encuentra la mejora en la asistencia sanitaria, favorecer un transporte limpio y seguro, la fabricación eficiente y que la energía sea más accesible y sostenible.
Así, en este contexto, la Comisión Europea en abril de 2021 comenzó a plantearse establecer un primer marco regulador de la UE para esta tecnología. Siguiendo este razonamiento, se propone que los sistemas de IA sean de aplicación para diferentes áreas pero que, además, se analicen y clasifiquen en base al riesgo que suponga para los usuarios. Es decir, a mayor riesgo una mayor regulación y viceversa. De esta forma, la Ley de Inteligencia Artificial se convierte en una de las primeras normas del mundo relacionadas con el uso de esta tecnología.
La irrupción de la Inteligencia Artificial que ha supuesto Chat GTP ha provocado que cualquier usuario la emplee para infinidad de áreas. En este sentido, la prioridad del Parlamento no es impedir un comportamiento que, ya es imparable, por parte de los usuarios. Por contra, lo que se trata de garantizar es que su uso sea seguro, transparente, trazable, no discriminatorio y respetuoso con el medio ambiente. Al respecto, el Parlamento prioriza la supervisión de este uso por parte de personas, prescindiendo de la automatización que puede causar resultados perjudiciales.
A largo plazo, el Parlamento trata de dar uniformidad a la definición de la Inteligencia Artificial para que esta Ley de Inteligencia Artificial tenga su aplicación para los sistemas de Inteligencia Artificial que se desarrollen en el futuro.
La nueva Ley de Inteligencia Artificial marca una serie de obligaciones tanto para usuarios como proveedores que tienen su diferenciación en el nivel de riesgo en el uso de esta tecnología. Existen riesgos de tipo inaceptable, alto riesgo o riesgo limitado. Y es que, aunque algunos sistemas pueden provocar un riesgo mínimo, pero todos deben ser evaluados en base a esta Ley de Inteligencia Artificial europea.
¿Qué se considera riesgo inaceptable? En base a la nueva Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea será categorizado así aquel uso que suponga una amenaza para las personas y que, por lo tanto, serán prohibidos.
Se engloba aquí:
El motivo principal que ha dado lugar a la Ley de Inteligencia Artificial es garantizar la protección de los derechos fundamentales. Por este motivo, los sistemas de Inteligencia Artificial que afecten a la seguridad de forma negativa tendrán esta consideración. A su vez, existirán dos categorías diferenciadas.
En todos estos casos, la Ley de Inteligencia Artificial evaluará estos sistemas de alto riesgo de forma previa a la comercialización y durante todo el ciclo de vida de estos productos.
A los sistemas de Inteligencia Artificial en este caso, esta normativa europea les exige un nivel mínimo de transparencia con respecto a los usuarios. En este sentido, deberán de tener conocimiento de causa a la hora de tomar decisiones a la hora de interactuar con las aplicaciones de Inteligencia Artificial. Así, estará en la voluntad del usuario el usarlas o no.
En todo momento, los usuarios deben ser conscientes de que se está interactuando con los sistemas de Inteligencia Artificial incluidos aquellos que crean o manipulan contenidos audiovisuales.
La Inteligencia Artificial generativa, y más concretamente, a todos nos viene a la mente Chat GPT tienen su hueco también en la Ley de Inteligencia Artificial. Y es que, esta normativa europea exige unos criterios de transparencia que son los siguientes:
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